Escoger cómo responder a la amenaza creciente que constituye Irán para Occidente en general y para Israel en particular no es fácil. Una opción es tratar de impedir que Irán llegue a disponer del arma atómica mediante un ataque aéreo, pero eso es poco verosímil desde el punto de vista militar y podría tener consecuencias desastrosas. Además, eso sólo detendría a Irán a corto plazo. Occidente no debe solamente buscar un medio para impedir que Irán adquiera el arma atómica, sino que debe buscar lo que debería hacer si no lo logra.
Ha habido una gran tendencia a ocultar el papel que podría desempeñar la OTAN en este asunto. Las capitales europeas están amenazadas por el desarrollo de armas nucleares por parte de Irán y la Alianza Atlántica podría recuperar su papel defensivo. La OTAN debería reorganizarse para hacer frente a la mayor amenaza para su seguridad. Sin embargo, sería igualmente necesario implementar un sistema que proteja a Israel, directamente expuesto a los ataques de Irán, y la mejor forma de hacerlo sería haciéndolo aproximarse, incluso haciéndolo miembro de la OTAN. Durante largo tiempo rechazado por Israel, un debate sobre este punto se desarrolla en el Estado hebreo desde hace algunos años y la visita de Jaap de Hoop Scheffer a Israel está dirigida en ese sentido.
La OTAN desearía una solución del conflicto israelo-palestino antes que una adhesión israelí, pero Hamas ha tomado como rehén el proceso de paz y la amenaza iraní es real. Estados Unidos debe presionar a favor de esta adhesión.
«[Contain Iran: Admit Israel to NATO->http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2006/02/20/AR2006022001121.htm», por Ronald Asmus, Washington Post, 24 de febrero de 2006.
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