Asesinatos, desapariciones, amenazas y el sempiterno espionaje son los flagelos que desde hace décadas afrontan los periodistas del mundo, en esa acción concertada entre los hombre del poder político y el llamado crimen organizado para diezmar las libertades de prensa y expresión y el derecho a la información, Este fenómeno que recae directamente en las sociedades, se ha recrudecido en América Latina, por ello este espacio trato hoy varios asuntos recogidos de los despachos de los hermanos de la región.
La Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), que preside el colega, Juan Carlos Camaño, manifiesta su rechazo a la decisión adoptada por la jueza chilena Romy Rutherford, de archivar la causa contra el ex cabo Héctor Hernán Bustamante Gómez, responsable de la muerte del periodista argentino Leonardo Henrichsen, ocurrida el 29 de junio de 1973 en ocasión del primer levantamiento militar contra el gobierno de Salvador Allende.
Asimismo, respalda la designación de un magistrado de la Corte de Apelaciones de Chile que se ocupe de la apertura del sumario promovida por la familia Henrichsen y exige que no se consume un nuevo acto de impunidad en las causas que investigan crímenes contra periodistas. El periodista argentino Leonardo Henrichsen era corresponsal de TV Suecia cuando en junio de 1973 se produjo en Chile la asonada militar conocida como “el Tanquetazo”. Mientras cubría el intento de golpe, una patrulla al mando de Héctor Hernán Bustamante Gómez, de la Compañía de Tiradores del Regimiento Blindado Nº 2, le disparó a quemarropa causándole la muerte.
El profesionalismo de Henrichsen, se manifestó hasta en los últimos momentos de su vida. Leonardo, también apuntó, pero con su cámara en el momento de agresión y filmó a sus asesinos en una secuencia que se difundió internacionalmente como “el caso del periodista que filmó su propia muerte”.
La Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (UTPBA) repudia los hechos de espionaje informático que se cometieron contra los periodistas Luis Majul y Ernesto Tenembaum, y reitera el pedido de una exhaustiva investigación para dar con los responsables de esto nuevos actos de violación a la intimidad de las personas en general y de violación del secreto profesional en particular.
“Ante un nuevo hecho de persecución contra periodistas, la UTPBA reclama una urgente y estricta investigación que determine quién o quiénes son los responsable de estos hechos que atentan contra los derechos más elementales, como son el derecho a la privacidad y al secreto periodístico”, señaló la organización.
Organizaciones periodísticas y medios de prensa de América Latina y Europa, nos dice el colega chileno, Ernesto Carmona, difundieron y comentaron positivamente el fallo del Tribunal de Ética y Disciplina del Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas que sancionó a tres miembros de la orden por participar en la producción de noticias falsas en el montaje conocido como Operación Colombo o Caso de Los 119, orquestado por los servicios de inteligencia de la dictadura militar en junio de 1975.
La difusión en el exterior contrasta con el silencio de la prensa local, en particular los medios afectados por el fallo (La Tercera, La Segunda, El Mercurio y Las Ultimas Noticias). En otros casos, el fallo fue tergiversado en cartas y comentarios que circularon por Internet, quizás sin haber leído previamente el documento.
La Operación Colombo, de “guerra psicológica”, presentó a 119 detenidos desaparecidos como muertos entre ellos mismos -“exterminados como ratones”-, en ficticios encuentros armados en Argentina, según noticias inventadas por la prensa de en junio de 1975. Las 119 víctimas formaban parte de cientos de personas reclamadas en recursos de “habeas corpus” de sus familias que fueron ignorados por los tribunales y entre ellos se encontraban dos jóvenes periodistas desaparecidos, Mario Calderón Tapia, de Valparaíso, y Luis Durán Rivas, de Santiago.
# Argenpress.Info (Argentina)
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