Bajo la égida de un espíritu de servicio social, como labor sustancial de nuestra profesión, puesto que el periodismo no se puede entender de otra manera, con el apoyo invaluable de la Unión de Trabajadores de la Prensa de Buenos Aires (UTPBA), nos concentramos en este destino turístico los comunicadores de la región, de España y de Portugal.

Con el compromiso de entrar en detalles en la próximas entregas, es de darles ha conocer que un proceso de limpieza democrática no precisamente por mayoría, sino por aclamación, y de acuerdo al Estatuto, fue reelegido el Comité Ejecutivo de la FELAP, que encabeza un líder comprometido, el colega argentino, Juan Carlos Camaño.

Habían sesionado las tres mesas de debate: Derechos Humanos y Salud, Políticas y Desarrollo y Nuevas Tecnologías, así como el Foro Iberoamericano de Comunicación, para llegar a la plenaria donde se elegirían a la nueva autoridades de la FELAP.

El ambiente era cálido, no obstante el frío que aún azota en estos días de la entrante primavera a la zona costera, cuando después de que las cuatro relatorías habían recibido con aplausos de pie la aprobación de los delegados, cuando se pasó al punto de la elección.

Fue el compañero de Bolivia, Iván Canelas, quien con un elegante y preciso discurso pidió a la Asamblea que renovara el mandato del actual Comité Ejecutivo, puesto que su informe y la propia organización de este X Congreso daban cuenta de la labor realizada.

Fue interrumpido en su alocución con los aplausos de los presentes puestos de pie y tuvo que esperar algunos minutos para continuar con su discurso que provocó más y más muestras de aceptación.

Al compañero le siguió en el uso de la palabra, José Camino de Ecuador, que al igual respaldo el apoyó al Comité Ejecutivo. Para darle toda la legalidad al momento, Raúl Barr de Argentina pidió el voto abierto y universal que fue dado de inmediato.

El autor rubricó el acto, al pedir un reconocimiento para el líder comprometido con la mejores causas del periodismo, Juan Carlos Camaño, entonces la emoción de desbordó y fueron aplausos de los delegados puesto de pie, porras y cantos. La FELAP. Había nuevamente consagrado la unidad Latinoamericana.