Fonatur lanza a la venta la Escalera Náutica, la obra más importante del sector turístico desarrollada durante el foxismo. Más de 1 mil 500 millones de pesos del erario público se le destinaron al proyecto de 2001 a 2007. Sin embargo, sigilosamente el gobierno federal promueve su venta entre un grupo selecto de empresarios; ocho de ellos, entre los que se encuentra el magnate Carlos Slim, han manifestado su interés en adquirirla.
Desde mediados de 2006, altos funcionarios del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) entablan pláticas con empresarios, nacionales y extranjeros, para ofrecer en venta el que fuera el plan maestro en el sector turístico de Vicente Fox: la Escalera Náutica, hoy conocido como Mar de Cortés. El inicio de las negociaciones se revela en el documento Estudio de Viabilidad Comercial de las Escalas Náuticas, elaborado por la oficina dependiente de la Secretaría de Turismo (Sectur).
El 29 de junio de 2007, “el Comité Técnico del Fondo instruyó a la administración del Fonatur” a realizar un estudio con el objetivo de conocer la opinión de operadores internacionales sobre la viabilidad comercial de las escalas náuticas, así como el interés de los inversionistas por la compra de las mismas.
Por medio de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, Fortuna obtuvo copia del estudio, que concluyó el 31 de octubre de 2007. El 18 de febrero pasado, Rodolfo Elizondo, titular de la Sectur, dijo que sería hasta finales de ese mes cuando se tendría el estudio de mercado para saber si se vendía, rentaba o se asociaban con otras empresas para la administración del proyecto.
La Escalera Náutica fue presentada en enero de 2001 en La Paz, Baja California, por Vicente Fox. En aquel momento se anunció una inversión de 2 mil 211 millones de pesos a ejercerse en seis años. El plan inicial incluía a los estados de Baja California, Baja California Sur, Sonora y Sinaloa; después se agregó a Nayarit.
Entonces se dijo que la inversión sería para cubrir dos ejes rectores del proyecto: 851 millones de pesos para infraestructura náutica, y 1 mil 360 millones de pesos para infraestructura regional. Se contemplaba la construcción de 14 marinas y la remodelación de 13 ya existentes, ampliación de aeropuertos, edificación de un puente entre el Océano Pacífico y el Golfo de California; pero sólo se concretó una inversión por 1 mil 200 millones de pesos para el sexenio foxista y se dejó inconclusa la obra.
Compradores
De acuerdo con el documento en poder de Fortuna, mismo que fue presentado al Comité Técnico de Fonatur, con el estudio se identificarían inversionistas y desarrolladores interesados en el proyecto, se visitarían las escalas náuticas y se recibirían opiniones y cartas de intención de compra. En efecto, de éstas últimas se recibieron nueve.
El 13 de septiembre, Grupo Domos, de José Luis Azcúnaga, envió una carta con atención al director de Singlar, Gerardo Fernández Bravo, en la que dice: “En seguimiento a las reuniones que hemos sostenido con el C. Ing. Miguel Gómez Mont, Director General del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, relativas al desarrollo de un Proyecto Integral Náutico e inmobiliario para el Mar de Cortés hacemos de sus conocimiento el formal interés de nuestra empresa, Desarrollos Turísticos DMS, SA de CV, para continuar los planes necesarios e integrar la propuesta” (sic).
IDEAL, de Carlos Slim, manifiesta interés en adquirir los activosPromotora del Desarrollo de América Latina, IDEAL, perteneciente al Grupo Carso de Carlos Slim, el 19 de septiembre escribió a Fonatur: “Me refiero a su oficio de fecha 18 de septiembre del presente, identificado bajo el rubro Singlar DG/219/07, en relación a las escalas náuticas del proyecto Mar de Cortés (los “Activos”) y la posible venta de dichos activos por parte del Fonatur. Al respecto, por medio del presente Promotora […] manifiesta su interés de participar de manera directa y/o a través de terceros que ésta designe en el posible proceso de venta de los activos” (sic).
En la misma fecha, Performance Boats/JAR Estate, de Roberto Aboumrad Ayub, refiere a Fonatur: “Por este medio reiteramos nuestro interés en relación a las escalas náuticas del proyecto Mar de Cortés, siempre y cuando sea una inversión inteligente para nosotros” (sic).
Otras cinco empresas, también enviaron carta. Grupo Ferro Minero, de José Antonio Rivero Larrea, quien anunció a la dependencia su interés en comprar 10 marinas y sus respectivas reservas territoriales; Grupo HOMEX, de Juan Carlos Torres Cisneros; Luis Chico Pizarro y Carlos León de la Barra.
En tanto, C&C Marine Services, de Francisco Coppel, dueño de la cadena de tiendas Coppel, informó sobre su intensión de comprar u operar la escala náutica de Mazatlán; Nautikos, de Reino Unido, representada en México por Rodrigo Pidal, tiene interés en adquirir escalas y reserva territorial o, en su caso, rentar escalas y espacio en agua y marina seca.
Obras en la marina promovida por Fonatur en San José del Cabo, Baja California Sur
“Conclusión”: venta
En las conclusiones, a las que llega el Estudio de Viabilidad Comercial de las Escalas Náuticas, se dice que por el interés mostrado por los inversionistas para comprar las escalas a la brevedad, se recomienda realizar avalúos y los procedimientos pertinentes para su oferta pública, así como contratar empresas especializadas para instrumentar la licitación pública.
Además: “Considerando que la viabilidad comercial de cada escala es diferente y el interés de los inversionistas en el desarrollo inmobiliario asociado, se deberá vender el paquete completo de escalas náuticas e incluir su reserva territorial”.
La confusión
Gómez Mont, titular de FonaturEn octubre pasado, Miguel Gómez Mont declaró que no se contaba con los recursos para terminar las escalas faltantes, para las cuales se necesitaba una inversión de, por los menos, 400 millones de pesos. Agregó que el Fondo estudiaba la posibilidad de vender el proyecto Mar de Cortés.
En la página electrónica de Fonatur, en la sección de inversiones turísticas próximas a desincorporar, se encontraban cuatro proyectos: Cadena de hoteles Desert Inn, Campo de Golf Palma Real en Ixtapa, Hotelera Real de la Presa y, hasta el 20 de febrero, siete escalas náuticas del Mar de Cortés.
La información sobre las escalas fue retirada del sitio web, tras la publicación de la nota “El proyecto Mar de Cortés, en venta, señala portal de Fonatur” (El Universal, 19 de febrero de 2008). Así lo confirma Sonia Figueroa, titular de Comunicación Social de la dependencia, quien dice a Fortuna que la información se retiró para no generar confusión, pues el proyecto “no es susceptible de desincorporación y no estaba en venta, hasta concluir el estudio de viabilidad comercial”.
Fortuna solicitó entrevista con Gómez Mont y el gerente de Singlar, empresa creada exprofeso por Fonatur para fungir como operadora del proyecto Mar de Cortés. Sin embargo, argumentando que el estudio, sobre la megaobra turística de Fox “no ha concluido”, no se concedió la reunión.
Diputados desconocen la posible venta
Octavio Martínez, presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, dice desconocer que se estudie la posibilidad de vender el “proyecto estrella” en turismo del gobierno de Vicente Fox. Y agrega que, de ser así, Gómez Mont tendrá primero que informar al Congreso cuál es la motivación para la enajenación de Mar de Cortés.
Martínez, de extracción perredista, considera que no sería correcto vender el proyecto, ya que la experiencia en México de estar enajenando los bienes de la nación que administra Fonatur no son favorables, por lo cual se han documentado ventas a precios irrisorios a empresarios consentidos de la dependencia.
El diputado dice que tendrían que conocer cuál es la viabilidad del proyecto, etapa en que se encuentra y posibilidades de éxito, y si resulta necesaria la privatización, estarán al pendiente del proceso de licitación. “No vamos a esperar que si se invirtieron 10 pesos, se enajene en 1 peso. Espero que Gómez Mont no transite por las otras experiencias que hemos tenido con todos los directores de Fonatur, sin excepción alguna”, añade.
A decir del legislador, no se destinaron dineros del presupuesto 2008 para la construcción de escalas náuticas; pero se aprobó una bolsa general para Fonatur que no está etiquetada. “No sé si ellos están planteando invertir recursos en la Escalera Náutica, espero que no; si es que están pensando enajenar y siguen metiéndole dinero público, es incorrecto, hay otras demandas más urgentes”.
Por su parte, Francisco Dávila García, secretario de la Comisión de Turismo, dice que en caso de que se esté planeando vender el proyecto Mar de Cortés, esta decisión es acertada. “Fonatur tiene la misión, como se hizo en su momento con Cancún, de comprar terrenos y luego pasarlos a los inversionistas, ya sea nacionales o internacionales, a través de licitaciones públicas transparentes”.
El diputado de Acción Nacional justifica el historial que pesa sobre Fonatur, sobre la falta de transparencia en varias transacciones realizadas durante el sexenio pasado, por la falta de liquidez que tenía la dependencia, por lo que se comportó como una inmobiliaria.
Olga Patricia Chozas, integrante de la misma comisión, dice que el proyecto está detenido porque en la construcción de varias escalas no se ha llegado a un acuerdo con las autoridades de medio ambiente, para la obtención de permisos.
La legisladora del Verde Ecologista considera que es “un buen proyecto”, pero que se tiene que hacer de manera sustentable, sin depredar la biodiversidad del Mar de Cortés, única en el mundo. “Si se va a vender, el daño ya está hecho; hay que buscar la manera de resarcirlo, aunque no se pueda por completo, pero hay que ver que no se siga afectando”.
Nada para nadie
María Teresa Celis, presidenta de la Asociación de Marinas de México, dice que el gobierno federal ha gasto mucho dinero en un proyecto poco viable e improductivo para la zona. Agrega que antes de la Escalera Náutica, ellos habían sugerido que se hicieran sólo tres paradores náuticos, donde hubiera combustible y radio de ayuda para los navíos; y no realizar 29 marinas con recursos públicos que no beneficiarán a nadie.
Poco viable, San Diego-Cabo San Lucas
La empresaria explica que de San Diego a Cabo San Lucas hay más de 1 mil millas náuticas y el promedio de carburante de las embarcaciones es de 300 millas. Agrega que hay quien les da combustible, pero no es de la calidad que el mercado requiere, ya que son barcos muy caros: “Dan combustible contaminado y cuesta un ojo de la cara cambiar la maquinaria”.
Celis dice que el proyecto del Puerto Terrestre, que conectaría el Golfo de California con el Pacífico, era idea suya, y al comentarla con directivos de Fonatur, de la administración pasada, primero le dijeron que se asociarían para hacerlo, después lo tomaron como suyo. “Ellos lo único que hicieron fue unas dársenas en el Pacífico que se azolvaron porque estaban malhechas e hicieron una carretera enorme que no conecta a ningún lado”.
Alejandro Olivera, coordinador de la campaña Océanos –de Greenpeace México–, dice que en el proyecto Mar de Cortés el gobierno federal trabaja desde un principio en beneficio de la iniciativa privada a costa de la explotación de recursos naturales, ya que se está dando un modelo de desarrollo turístico “bastante depredador” que no va acorde con la vocación de la zona, porque toda la región noroeste de México es una zona desértica en la cual los recursos como el agua escasean.
Olivera asegura que existen proyecciones que indican que si el crecimiento en el Golfo de California sigue al mismo ritmo acelerado como hasta ahora, en 50 años los destinos turísticos se colapsarían y habría también una sobreoferta; con ello, ocurriría lo que en Cancún, donde los precios se desploman junto con el número de visitantes.
Pablo Uribe, representante del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) en el norte del país, dice de la Escalera Náutica que “todos saben que existe, pero nadie sabe qué es en realidad, porque es una suma de varios planes: es una suma de una estrategia, que se va conociendo como se va publicitando. Pero se desconoce dónde estarán las escalas anunciadas”.
El ecologista afirma que como estaba planteado el proyecto es como si fuera una franquicia: Fonatur tenía la obligación de conseguir todos los permisos ambientales y que la inversión viniese de dinero privado; sin embargo, Escalera Náutica se fue desdibujando tanto que tuvieron que darle un nuevo relanzamiento, ahora como Mar de Cortés.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter