El fenómeno de la globalización, como la concentración de los medios en manos privadas, ha devenido en una nueva forma tendenciosa y dirigida de la información mundial. Al igual que se hacen campañas para vender un producto en el mercado, con el uso del marketing, en las campañas de publicidad, se hace con la información, armado en cada campaña de desinformación, un objetivo mediático, que será multiplicado a nivel regional o mundial
Cuando hablamos de la información objetiva, surge la pregunta como definimos ese concepto, allí entra la parte subjetiva, que condiciona el tratamiento de la noticia o el comunicado que vamos a difundir. La tendencias mundiales y regionales, están condicionadas por intereses privados, en la defensa de un modelo capitalista, lo que pasa a ser la base de su línea editorial, sobre estos conceptos, trabajan las agencias de prensa y los medios impresos.
Un ejemplo del manejo de la información global, fue la campaña del presidente Bush, en su guerra contra Irak, se manejaron 2 conceptos, la existencia de armas químicas y la relación con Al Qaeda, bajo estos dos parámetros, EEUU violó la soberanía de esta nación, como violento a la ONU, al realizar una guerra, en contra de la Comunidad Internacional. Ninguna de esta informaciones fueron reales, las armas bacteriológicas nunca existieron, además estas se usaron en la Guerra contra Irán, pero fueron suministradas por EEUU (esto fue comprobado), la relación con el grupo islamista al Qaeda, nunca existió, esto quedo nuevamente demostrado, por recientes documento descalificados en EEUU.
Pero no solo la campaña contra Irak se demuestra esta tendencia, en Sudamérica se configura una nueva campaña internacional
Nuevamente esta tendencia global de la información, se esta utilizando contra varios países de Latinoamérica, a los cuales se califica de “populistas”, la matriz de un hecho real, la invasión de Colombia a territorio ecuatoriano, bajo la égida de la autodefensa, al masacran impunemente a miembros de la FARC, como a estudiantes mexicanos. Configuro una nueva campaña de mentiras, el instrumento formal son las computadoras, incautadas al dirigente asesinado Raúl Reyes, donde el gobierno del presidente Uribe, monto un show mediático, de la mano con la intenciones de la administración Bush, para calificar al presidente Chávez de Venezuela y Correa de Ecuador, de colaboradores y financistas de la FARC.
La hipótesis de la veracidad de estas informaciones, son cuestionables objetivamente, primero las explosiones en el campamento, donde fueron encontradas, no afecto su funcionamiento, mientras el lugar mostraba una destrucción total. Segundo la casualidad, que estas contenían informaciones históricas, mostrando vínculos con el mandatario venezolano, hace varias décadas, el otro hecho que llama la atención, es la facilidad con que accedieron a sus archivos, para en pocas horas mostrar públicamente los nexos, de la FARC con Chávez y Correa.
Por otra parte una organización clandestina, no usa medios de seguridad en sus informaciones, cuando existen programas de “encriptamiento”, que para acceder a estos archivos, pueden pasar hasta años. De no tener las FARC, estos medios tecnológicos, como puede haber sobrevivido a 50 años de guerra civil, mas cuando la bases y asesores militares de EEUU, poseen la mas altas armas sofisticadas, de espionaje y acción rápida.
Pero estas mentiras se vuelven realidad, cuando se multiplican en las cadenas privadas de prensa internacional
Al mejor estilo nazi, cuando se afirmaba que una mentira repetida se vuelve una verdad incuestionable, EEUU y sectores de la derecha mundiales, apañan sus intereses políticos u económicos, para orquestar una información manipulada, creando en el usuario un conciente subjetivo, a favor de los intereses trasnacionales. Hemos visto repetidamente usar estos medios privados, como punta de lanza a las agresiones militares, como desestabilizadoras, para darle cobertura legal, a la impunidad de la invasión en Afganistán e Irak, como en el pasado lo hicieron en Viet Nam.
La idea de la información, se concibe en la dirección de los medios privados, se estructura en una campaña preconcebida, a cada periodista se le exige u obliga, aceptar el sentido de la noticia, no existe la creatividad o el hecho objetivo, solo existe la verdad unilateral del nuevo sistema mundial, globalizado en las administraciones estadounidenses. No puede existir una realidad objetiva, que se aparte de la visiones monopolistas, el concepto de una sociedad humana, para estos intereses privados, son maquinas de consumo, receptores de la bondades de un sistema que lleva al mundo, a su autodestrucción, a consumirse las reservas de hidrocarburos, a envenenar el aire, creando los efectos invernadero.
La otra mentira utilizada por EEUU y sus aliados son los derechos humanos y la libertad de expresión
Los medios de prensa realizan intensas campañas sobre las libertades, multiplican los discursos de Bush, como de sus principales voceros, al afirmar que en varios países de América Latina, se violan los derechos humanos y se niega la libertad de expresión, nuevamente uno se pregunta, cual es la visión de derechos y libertades que defienden los países industrializados.
El principio a la autodefensa esgrimido por el gobierno de EEUU, en las relaciones internacionales, no viola todos los acuerdos de la ONU, OEA, cual es el concepto que se maneja, sobre la defensa de la soberanía de cada nación. No existen derechos en lo ciudadanos, que fueron asesinados en la invasiones de Afganistán e Irak, como tampoco en los cientos de panameños, que murieron, en el ataque a Panamá, para secuestrar a Noriega. La cárceles clandestinas de la CIA en el mundo, como la centena de detenidos y torturados en la base de Guantánamo, no son un ejemplo tangible de la violación a los derechos humanos.
Los hechos objetivos han demostrado, que quienes manejan la desinformación o las constantes noticias manipuladas, violan los principios del periodismo, se apartan de la ética profesional, para transformarse en mercenarios de la información, para escribir pautas alejadas de la verdad, solo el fin justifica su verdad. Las nuevas tecnologías, no son para el desarrollo o el bienestar de los seres humanos, son para repetir a gran escala, los beneficios de una sociedad consumista, donde se depredan lo recursos del mundo, beneficiando al solo el 20 por ciento de los intereses privados, condenado al 80 por ciento a suertes diversas, repartiendo las migajas, que quedan de la explotación mundial de este sistema.
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