De 2002 a 2007, las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) registraron las más altas comisiones en el cobro por manejo de cuentas individuales. En contraste, los rendimientos para los trabajadores bajaron aún más de lo que presentaron a partir de 1997, cuando se “modernizó” el esquema de pensiones con la promesa de que los asalariados serían “los principales beneficiados”. En los recientes seis años, las Afore incorporaron a sus ganancias el 25 por ciento de los ahorros de los asegurados.
Y es que los trabajadores tienen que pagar unas de las cuotas más altas del mundo para que las Afore les “administren” sus fondos de pensión. De acuerdo con informes de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), en 2006 el rendimiento neto promedio de las Afore fue de 14.3, y en 2007 de 9.43 por ciento.
Las administradoras obtuvieron ganancias por 2 mil 664 millones pesos, en 2006, y 2 mil 283 millones pesos, en 2007. En algunos casos, esas ganancias son producto de la sustracción de casi el 30 por ciento de los ahorros de los trabajadores.
En ese par de años, las comisiones pagadas por los asalariados mexicanos a las Afore ascendieron a más del doble de lo que sus pares latinoamericanos pagan a sus respectivas administradoras.
En la actualidad, 18 Afore administran 876 millones 209 mil pesos, los ahorros de 38 millones 800 mil cuentas individuales. El monto total acumulado –que en comparación rebasa las reservas del Banco de México– representa el 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Seis años atrás, en 2002, representaba el 5.3 por ciento.
La incompetencia de la Consar
El pasado 15 de marzo entraron en vigor las modificaciones a la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro (LSAR) cuyo propósito, señala la Consar, es “permitir transitar a un sistema más sencillo y transparente que le permita al trabajador tomar mejores decisiones sobre su ahorro”.
Sin embargo, con las reformas –que incluyen el aumento al número semanal de cotizaciones de 500 a 1 mil 250 para acceder a la pensión, instruido por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)–, no se garantiza la devolución de los saldos acumulados, no se asegura la permanencia laboral del trabajador, se fomenta la desigualdad social y no se prevén variables de estabilidad en el mercado: el poder adquisitivo, los salarios mínimos, las tasas de interés, la variabilidad en el cobro de comisiones, la depreciación de mercados internacionales.
A la fecha, y con base en lo reportado por el IMSS en su portal de internet, a diciembre de 2007, 14 millones 874 mil 698 trabajadores están asegurados; 11 millones 828 mil 162 son asalariados permanentes, y 3 millones 46 mil 536, eventuales. Ello implica la inactividad, o situación no aclarada por la Consar, de 23 millones 925 mil 302 cuentas individuales que son administradas por las Afore.
Para la diputada por el partido de la Revolución Democrática, Rosario Ortiz Magallón, secretaria de la Comisión de Seguridad Social, la Consar incumple con su obligación de vigilar y regular la distribución de los recursos y rendimientos de los fondos de pensión.
—Deja a criterio de las grandes corporaciones bancarias la determinación de cobros y distribución de rendimientos; mientras (la Consar) se encarga del diseño de portafolios de inversión, campañas y páginas web.
Alejandro Villagómez Amezcua, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), considera que las modificaciones a la LSAR son favorables para el sistema y para el trabajador.
El también exasesor de Fernando Solís Soberón, presidente de la Consar de 1995 a 1999, estima que los cambios van en el sentido correcto: “Las reformas incentivan a las Afore a que compitan entre sí por los rendimientos y las comisiones, lo que debería conducir a una reducción significativa de cobro de comisiones y originar mayores rendimientos”.
Afore, competencia por rendimientos
En la segunda mitad del año pasado, Moisés Schwartz, presidente de la Consar, aceptó que las Afore buscaban resquicios legales para aprovecharse hasta con un 25 por ciento de las aportaciones y consideró que, mientras las administradoras reducían sus cobros por comisiones de flujo, el incremento por la comisión de saldo aumentaba hasta un 70 por ciento.
De las 21 Afore que existían en 2007, 10 aumentaron la comisión de flujo para nivelar el cobro con la comisión de saldo –cobro único a partir marzo de 2008–, por más del 650 por ciento; además, acrecentaron sus gastos en promoción con el propósito de captar nuevos afiliados.
Vanessa Rubio, vocera de la Consar, reconoce que las reformas al Sistema de Ahorro para el Retiro permiten que el esquema sea comparable con otros fondos de inversión que cobran por saldo. “Buscamos que las Afore obtengan los mayores rendimientos para su beneficio y para que a la larga reditué a los pensionados”, justifica.
La funcionaria ofrece un “consejo” a los obreros: “Deben fijarse en el rendimiento neto que más les convenga y decidir. Pero el incremento de las aportaciones depende de que los salarios aumenten y de las aportaciones voluntarias”.
Rendimientos mexicanos
Los modelos de regímenes de capitalización individual latinoamericanos comenzaron en Chile, en 1981; seguidos por Perú, en 1993; Argentina y Colombia, en 1994; Uruguay, en 1996; Bolivia y México, en 1997; El Salvador, en 1998; Costa Rica, en 2001, y República Dominicana, en 2003.
A diciembre de 2007 se registraron 275 mil millones de dólares totales por la administración de fondos de pensión en América Latina; el desempeño de las agencias latinoamericanas contó con 6 mil millones de dólares activos y un patrimonio neto de 5 mil millones, de los que México concentra el 43 por ciento.
El Boletín Estadístico 18, emitido por la Asociación Internacional de Organismos de Supervisión de Fondos de Pensiones (AIOS) –organismo integrado por 10 naciones, entre ellas México–, revela que las administradoras del país obtuvieron 1 mil 330.6 millones de dólares por cobro de comisiones.
Hasta diciembre de 2007, eran 76 millones los afiliados en Latinoamérica. En México está el 51 por ciento de esos trabajadores.
El mismo boletín consigna que de 2002 a 2007 la utilidad anual por los ingresos de comisiones promedió 22.1 por ciento. México destacó por ser el país latinoamericano con mayor cantidad de administradoras de fondos y porque en seis años, de 2002 a 2007, el número de Afore se incrementó de 11 a 21.
Pensiones, “indecentes”
El doctor Jorge Cardiel Hurtado, investigador de la División de Investigación de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México, analiza la problemática y expone los “resultados negativos” de 11 años de Afore.
“¿Porqué la Consar dejó que durante más de 10 años que las administradoras cobrarán lo que quisieron?”, se pregunta. Señala que la reciente reforma, aunque no es convincente, ha dado la razón a quienes han venido denunciado la injusticia del sistema de pensiones desde 1997.
“Evidencia la necesidad de frenar las utilidades de las Afore a costa de los ahorros de los trabajadores: ahora se cobrarán comisiones solamente por el saldo.”
Revista Contralínea / México
Fecha de publicación: 1 de Mayo de 2008
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