El 8 de agosto se conoció por las distintas redes internacionales de información, que Georgia inició una nueva operación militar en contra de Osetia del Sur y Abjasia, con la finalidad de retomar el control sobre esos territorios que decidieron separarse de esta república, en 1991, con el apoyo de Rusia.
En enero de 1992, la mayoría de los habitantes de Osetia del Sur votó a favor de su incorporación a Rusia, tras lo cual empezaron a recibir ayuda desde ese país, de donde llegaron también combatientes. Las autoridades surosetas convocaron un referéndum independentista el 12 de noviembre de 2006. El 99% de la población local votó a favor de la independencia, aunque Tbilisi capital de (Georgia) no reconoció la validez de la consulta popular. Casi el 90% de los surosetios tienen ciudadanía rusa.
El 8 de agosto de 2008, Georgia - con gobierno pro-estadounidense - inició una nueva operación militar en contra de Osetia del Sur y Abjasia, con la finalidad de retomar el control sobre esos territorios que decidieron separarse de su jurisdicción, en 1991, con el apoyo de Rusia.
Ha pasado cerca de un mes y las agresiones continúan, a pesar de las mediaciones realizadas por parte del presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el presidente de turno de la Unión Europea (UE), mientras Estados Unidos apoya las acciones bélicas realizadas por Georgia y presiona a varios integrantes de la UE para que sancionen a Rusia por favorecer política y militarmente a Osetia del Sur y Abjasia.
De los diálogos diplomáticos mantenidos entre los representantes de las regiones involucradas en esta guerra y el presidente de la UE, se planteó el “plan de paz”, para el inmediato cese al fuego y la posterior retirada de las tropas y armamento bélico; plan que ni Rusia ni Georgia lo han acogido, pues ambas repúblicas no han retirado su armamento, pero sí han detenido el avance de sus tropas; el primer actor para apoyar a Osetia del Sur y Abjasia y el otro para reconquistar el control territorial y político de dichos territorios.
Por otro lado, Estados Unidos se encuentra en una situación ambigua, porque apoya a su principal aliado en el Cáucaso (Georgia), quien no quiere perder Abjazia, potencial proveedor energético y poseedor de uno de los oleoductos más importantes de la región, (codiciado por Rusia, Estados Unidos y Georgia); razón demás para que la EU no se pronuncie directamente en contra de Rusia por el temor a que éste retire su contingente militar que se encuentra como parte del ejército de la OTAN en Iraq, Afganistán, Irán, y Corea del Norte.
En este conflicto, Moscú, a través de su Presidente Medvédev y primer ministro putin, ha alegado que Occidente (Estados Unidos y otros países presionados por esta potencia), permitió igualmente la independencia de Kosovo, al igual que las regiones de Osetia y Abjazia, que quieren salir de Georgia e integrarse en Rusia. Desde la independencia de Kosovo, Rusia ha brindado su apoyo político y financiero a ambas regiones.
Según el diario ruso más importante “Komsomolskaya Pravda”, uno de los grandes éxitos de Estados Unidos en el Cáucaso fue domesticar a la dirección georgiana, ya que esa república se convirtió en el puesto de avanzada de Washington en la región, sin olvidar el valioso oleoducto que bombea petróleo desde el mar Caspio sin pasar por Rusia.
Rusia, por su parte, hizo conocer a la UE que también puede aplicar sanciones: a través de su primer ministro, V. Putín, manifestó que su país actuó de acuerdo con el derecho internacional, al mismo tiempo que Dimitri Medvédev, presidente ruso, denunciaba que Estados Unidos dio carta blanca para que Georgia agreda a las regiones en disputa y desconoció al actual régimen georgiano, manifestando que no teme una exclusión del G8 por apoyar a Osetia del Sur y Abjazia, y evidenciando que todo lo actuado por Estados Unidos es nada más una estrategia electoral para apuntalar la candidatura del republicano John McCain en las elecciones de noviembre de este año.
La Comisión Europea, presidida por José Manuel Barroso, ante los hechos y poca colaboración de Rusia y Georgia para negociar el acuerdo de cooperación, decidió suspender las reuniones en Moscú y abrir el camino para iniciar una discusión internacional sobre la estabilización de las regiones en conflicto. “La solución de este conflicto debe basarse en la independencia y la integridad territorial de Georgia y no en la política de hechos consumados”, manifestó N. Sarkozy, presidente de turno de la UE.
La población de Tibilisi, capital de Georgia, como en pocas ocasiones masivamente protestó por la ocupación militar rusa en territorio georgiano, movilización que motivó al presidente georgiano Mijail Saakashvili para manifestar que el mundo entero les da la razón y opacar las 2.000 muertes y los heridos entre civiles y militares de los dos bandos.
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