Nunca como ahora Estados Unidos está en el cambio de su política de justicia esto es recomponerse, tanto para rectificar las arbitrariedades cometidas como para que nunca más se vuelvan a consumar.
Fue uno de los más significativos compromisos de campaña del actual presidente, Barack Obama, y nadie puede en estos momentos dudar que esté abonando en ese sentido.
Como muestra de esta nueva actitud de gobierno de la gran potencia están en primer lugar la firma inmediata del mandatario afroestadounidense para cerrar esa ignominia internacional, el Centro de Reclusión de Guantánamo y el anuncio en su primera gira por el exterior del vicepresidente, Joe Biden, en el sentido de que se acabó la tortura como medio de interrogatorios.
Gran oportunidad tiene el gobierno de Obama con el caso de los Cinco Cubanos procesados en forma extrajudicial y que Cuba los considera héroes, para desfacer el entuerto más conocido en el mundo, puesto que ha merecido la atención de la propia Naciones Unidas.
El juicio, los cargos y las condenas han generado una ola de protestas en todo el mundo y fue el único proceso judicial en la historia de Estados Unidos que ha sido cuestionadas por la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, según ha informado el grupo de abogados defensores.
En efecto, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en mayo de 2005, determinó que “el clima de parcialidad y prejuicio contra los acusados” fue tan extremo que los procedimientos no pudieron alcanzar “la objetividad e imparcialidad que se requiere para lograr los estándares de un juicio justo” y “le confirieron un carácter arbitrario a la privación de libertad”.
Por eso mismo los abogados de los Cinco piden al Tribunal Supremo de Estados Unidos examinar el caso; su argumentación en vista de que los conflictos legales generados por las decisiones del Undécimo Circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta, demuestran la necesidad de que la Corte Suprema intervenga en el caso.
Fue el 30 de enero de 2009 cuando el equipo de la defensa de los Cinco presentó la petición de certiorari ante la Corte Suprema de los Estados Unidos, en la cual solicitan a dicha corte que examine el caso.
Los abogados de la defensa argumentaron su petición en los conflictos legales generados por las decisiones de ese Circuito de la Corte de Apelaciones de Atlanta, los cuales, en su opinión, demuestran la necesidad urgente de que la Corte Suprema intervenga en el caso.
Consideraron además que el hecho de que el Circuito no concediera el cambio de sede a pesar de la hostilidad prevaleciente en la ciudad de Miami contra el Gobierno de Cuba; igualmente amerita la revisión del Caso por parte de la Corte, tal como fue reconocido por el jefe del panel de tres jueces que examinó el caso, el juez Birch.
“Este caso presenta una oportunidad para la Corte Suprema de esclarecer el derecho de un acusado de tener un juicio imparcial en la era de la alta tecnología... y esclarecer la legislación del Circuito para que esté acorde con el precedente de la Corte Suprema”, explicaron los abogados de los Cinco: Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, Fernando González y René González,
En definitiva, es una oportunidad de justicia del Gobierno de Barack Obama.
Nota publicada en http://alainet.org
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