Vivimos épocas donde la globalización y la descomposición del capitalismo han logrado que música del lejano Oeste Africano se pueda escuchar en Europa casi como si hubiese aflorado del mismo suelo del viejo continente, pero no por una genuina necesidad de conocer y comprender una historia, otra cultura sino por la exigencia del mercado, quien todo el tiempo requiere de mas para saciar su propia voracidad.
Despierta Buenos Aires estuvo conversando con Pablo Tacchini, profesor de percusión africana e integrante del grupo Dununba, sobre como parte de la cultura africana comenzó a penetrar en la vida cultural de nuestro país.
– ¿Cómo nació dununba?
– Nació de un proceso que comenzó en el IMPA, en el momento de esplendor de La fábrica Ciudad Cultural, que era el centro cultural que funcionaba en allí. Marcos Martín y David Langer daban un taller de percusión tradicional africana. Ahí íbamos varios de nosotros. Luego de un año se armó el grupo "avanzado", que éramos siete u ocho, y de ahí empezamos a ensayar aparte y formamos el ensamble "Shalime", mítico conjunto de tamboreros que durante la segunda parte de 2003 y hasta Cromañon hizo las delicias de cuanta fiesta hubo en los tugurios que entonces proliferaban en Buenos Aires
Con el tiempo algunos de los Shalime se juntaron con bailarinas y comenzaron con Dununba, a mediados de 2004. Más tarde, el grupo fue ampliando el número de músicos y hace un par de años se estabilizó en los seis que somos ahora.
– ¿Cuál es el significado de la palabra?
– Dununba tiene varios significados. En primer lugar, cabe aclarar que dentro de la percusión africana del Oeste hay muchos ritmos con distintos nombres. Muchos de estos ritmos se agrupan en "familias" que
poseen patrones rítmicos similares. Dununba es una de ellas. Es "la danza de los hombres fuertes", pero la verdad que hay tantas versiones respecto del significado de cada ritmo que es todo lo que puedo decir sobre él.
Por otro lado, así se llama el tambor más grave del ensamble (es un cilindro de madera ahuecada, con dos cueros de vaca, se toca con un palo y se le ata una campana que a su vez se toca con un fierrito o tuerca). Se dice que es el tambor más viejo por tener la voz más profunda.
Un tercer significado es que, en Guinea, es el nombre que se le da a una juntada de tamboreros, tambores y bailarines en algún lugar. Allí se tocan y se bailan distintos ritmos.
– ¿Cómo esta compuesto el grupo? ¿Qué instrumentos se tocan?
– En el grupo somos cinco tamboreros y un cantante-guitarrista. Dentro de los instrumentos que tocamos están los djembé, que son tambores con forma de copa, hechos de una pieza de madera ahuecada y que se tocan con las manos, colgados de los hombros; los dun dun, que son tambores cilíndricos con cuero de vaca y que según su nota se dividen en Kenkeni (más agudo), sangban (intermedio) y el ya mencionado dununbá (más grave).
Por otro lado, hay un instrumento que es como un xilofón de madera llamado balafón, que usa calabazas huecas como resonadores. También tocamos algunos temas con guitarra y trompeta, además del shékere, que es un accesorio construido con una calabaza rodeada de semillas.
– ¿Cuál es el origen tanto geográfico como social y cultural de la percusión africana?
– El origen de la percusión del Oeste Africano es previo a la llegada del islamismo a la región (tengamos en cuenta que estamos hablando del Sudoeste africano, países negros como Mali, guinea, Burkina Faso y Senegal). Supuestamente pertenece a la etnia Malinké, o Mandeng, o Mandinga. Pero actualmente también lo adoptaron otras como los Susu o los Bambara, por ejemplo. A través del tiempo aquellos habrían dominado la región y volcado al djembé gran parte de los ritmos de las etnias "vencidas". La verdad es que al no haber documentación escrita no hay UNA versión de los hechos que permita afirmarlo.
Algo que me parece interesante agregar es que el rol de la música en África no tiene mucho que ver con lo que nosotros entendemos con el mismo nombre: allá no hay (en el uso tradicional) una situación de escena en que los músicos despliegan un show frente a un público pasivo. Más bien se genera una movida que incluye a todos los que están; el que no participa haciendo música, lo hace bailando. Por otro lado, muchos ritmos están vinculados con situaciones sociales como la cosecha, el rito del pasaje a la adultez (circunsición), la bienvenida a un forastero o un casamiento. El origen de esta música, como todo en la zona, tuvo lugar en las aldeas, que son aun el espacio social principal. De ese modo,
cada ocasión en que la música suena es un recreo para todos, niños, viejos y jóvenes por igual.
– ¿Cuándo y de que forma llega la percusión africana al país?
– Sin estar seguro, hay quienes claman haber estado tocando el djembe desde mediados de los noventa o incluso un poco antes. Cabe destacar que esta música no llega directamente de África, sino que llega primero a Europa y desde ahí vía Peter Gabriel y demás fenómenos de la moda llega a Argentina. No veo una relación directa con el proceso que se viviera en África (que de hecho me parece que no se televisa), sino con la aparición de la World Music y el New Age que con toda la grasada que trajo pegada lo mismo permitió que accediéramos a folklores ajenos para espiar un poco desde la cultura otras formas de vivir en este mundo. La moda estalló hacia 2005, y cada vez hay más gente interesada en esta música.
– ¿Creen ustedes que haya una traslación genuina del arraigo cultural de la percusión africana en lo que se hace en el país?
Esta pregunta se encadena directamente con la anterior, aparte de ser una pregunta incómoda. Solo puedo responder por nosotros, que somos todos argentinos y que hacemos percusión del oeste africano. No podemos hablar por nadie más. La verdad es que desde el momento en que se hace un "recital", con una banda que se enchufa y en un lugar en que, por ejemplo, hay butacas; sumado al hecho de que cantamos cosas que nadie entiende (y para muchas de las cuales no tenemos una traducción demasiado confiable o clara) no es posible decir que se produce dicha "traslación". Es decir, vivimos en ciudades, en las cuales no tenemos ni tuvimos contacto con la mayor parte de las situaciones comunitarias que motivan la música originalmente; sería muy difícil recrear eso y ni siquiera sé si es deseable. No sostengo la pretensión de "genuinidad", pienso que encarar con responsabilidad y amor la expresión que uno elige (en este caso la percusión africana) es todo lo genuino que uno puede ser. Sin embargo, cabria preguntar esto a otros músicos, procedentes de Senegal o Guinea, que están viviendo acá. Sería interesante ver cómo ellos conciben esta movida, o si ya ese origen es algo que se disputa y se desdibuja constantemente, como tantos otros
mojones históricos. Quizá la mutua influencia entre tradición y globalización, el mismo proceso que haya permitido el acceso a ese universo maravilloso, sea el mismo que impida rescatar aquella pureza.
Sin embargo, lo que yo rescato (y es el verdadero motivo por el que tocamos) es que "se armó" una fiesta allí donde tocamos. No ocurre siempre, pero cuando ocurre tengo la sensación de que se produce algo que excede por completo cualquier pretensión de show, se derrite la frontera entre público y músicos y se accede a otra sintonía en la que sí está presente ese "espíritu" esencialmente comunitario que para mí tiene esta música.
– En un marco de opresión histórica que vive el pueblo africano, ¿Ven en su música un elemento expresión de resistencia, de liberación? Incluso hasta de resistencia o liberación individual.
– La música que hacemos nosotros específicamente no es música de pueblos esclavos, es música de pueblos libres, no representa una resistencia sino una afirmación de las prácticas culturales y sociales propias. Es distinto el caso del candombe, por ejemplo, o de ciertas tradiciones cubanas o brasileras, por nombrar algunas, que sí se relacionan más con el proceso de re-unión de africanos traídos a este continente. Algo más que me interesa marcar es que realmente no se sabe demasiado de África ahora, y me asombra ver la inmensa movida que hay hoy en Buenos Aires. Espero que sea una chance para establecer una conexión real entre pueblos (es decir, empezar a considerarlo el destino para un viaje, por ejemplo) que tanto falta. Siento que la relación entre ambos continentes está altamente mediatizada por EEUU y Europa, y esto es una traba para que algo real pueda florecer.
Los interesados en contactarse con “Danunba pueden escribir a pablotacchini@hotmail.com, o ingresar en www.myspace.com/dununba .
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter