La Red Voltaire continua la publicación de las investigaciones premiadas en los EEUU y que forman parte del Proyecto Censurado, es decir las principales noticias que la prensa comercial en los EEUU y en el mundo censuró a la opinión pública. Mantener alejada a la opinión pública de cosas que no deben saber ni enterarse por diversas razones de orden político-económico y múltiples otros intereses ligados al poder, es una de las bases para poder manipular a las sociedades.
Introducción
Para comprender mejor cómo nació y se fue desarrollando el Proyecto Censurado en los Estados Unidos de Norteamérica, es necesario que nos remontemos un poco al pasado, más exactamente al momento en que ocurrió el hoy famoso caso «Watergate», que culminó con la destitución del presidente Richard Nixon en1974. Durante el controvertido episodio, muchos ciudadanos de esa nación sospecharon que se les estaba ocultando la verdadera información. El incrédulo profesor Carl Jensen, de la Universidad Sonoma State de California, fue uno de los más desconfiados. Aplicó sus conocimientos de sociología para investigar por su cuenta qué acontecía realmente con lo que ya se había convertido en «el escándalo Watergate». Todo apuntaba a un caso de espionaje político del gobierno republicano sobre la sede del Partido Demócrata en el Hotel Watergate, en Washington DC.
Del mismo modo que recientemente el presidente de Guatemala descubrió que su casa y sus oficinas eran vigiladas por micrófonos y cámaras ocultas, los Demócratas de Washington en aquella época se dieron cuenta de que los cinco «plomeros» de apariencia inocente eran en realidad espías de la Casa Blanca trabajando por orden de Nixon - y pusieron solamente micrófonos porque las cámaras de video en miniatura aún no se habían inventado.
El 30 de abril de 1973, el presidente Nixon aceptó parcialmente la responsabilidad del gobierno y destituyó a los funcionarios más comprometidos, pero al año siguiente, el 9 de agosto de 1974, tuvo que abandonar la presidencia. Sin embargo, a pesar del gran escándalo y de los best-seller que se publicaron entonces, los grandes medios siguieron ocultando gran cantidad de información que tenían en su poder.
Muchas personas en EEUU sospechaban que la gran prensa corporativa y comercial no reflejaba ni decía toda la verdad. En esos tiempos, el académico Carl Jensen se puso a trabajar con un reducido grupo de estudiantes y profesores de la Facultad de Sociología de su universidad —la Sonoma State, de California— para investigar qué noticias relevantes ocultaba a la ciudadanía la «gran prensa» [1].
Carl Jensen, [izquierda] profesor emérito de sociología de los medios de comunicación en la Universidad estatal de Sonoma State de California, hoy en día jubilado, fundador del«Proyecto Censurado» (Project Censored en inglés) y Peter Phillips, [derecha] profesor de sociología de los medios de comunicación en la misma universidad y actual director del «Proyecto Censurado».
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Fue así como nació el Proyecto Censurado, que dio a conocer su primer informe público en 1976, hace exactamente 32 años. Hasta hoy día, continúa realizando esta titánica, importante y maravillosa tarea con un equipo de estudiantes, académicos e investigadores, convencidos de que la sociedad civil debe estar informada de aquello que la gran prensa comercial no quiere informar debido a múltiples intereses. Recientemente, el Proyecto Censurado ha decidido incorporar a su labor a los ciudadanos comunes y corrientes, quienes participan cada año en el trabajo de seleccionar, entre varios cientos de «grandes noticias censuradas», las 25 historias periodísticas de primera magnitud. Jensen ya se jubiló, aunque sigue colaborando como jurado del Proyecto, que en la actualidad es dirigido por el sociólogo Peter Phillips.
El volumen de grandes temas que se ocultan ha crecido tanto que este año se añadieron al estudio de las 25 historias otras 14 «menciones honoríficas» con igual número de noticias, que tampoco merecieron los honores de la tinta y el papel, la radio, y la pequeña pantalla. En total, se seleccionaron 39 grandes noticias censuradas.
También censuran al Proyecto Censurado
El Proyecto Censurado pública todos los años un libro de alrededor de 500 páginas que saca a la luz los más relevantes temas de importancia mundial, que los poderes imperiales desean mantenerle ocultos al inmenso público consumidor de información. Si una noticia no aparece en los grandes medios de EEUU tampoco ingresa al sistema informativo mundial controlado por las transnacionales de la noticia que responden a los intereses de Washington y sus aliados. Grandes diarios como The New York Times y The Washington Post, cadenas de radio como Clear Channel Communications, y de televisión como CNN y Noticias Fox, así como las principales agencias de noticias, conforman una telaraña mediática universal que tiene el poder de decidir qué banalidades debe conocer y qué hechos importantes debe ignorar la población de todo el planeta.
Todas las noticias que ocultan los grandes grupos mediáticos de EEUU a fin de cuentas también se les esconden a los ciudadanos de todo el mundo, simplemente por la omisión en que incurren los grandes conglomerados de prensa y televisión que ejercen el control informativo en todo el orbe. Lo que no apareció en CNN, o en otras grandes cadenas noticiosas, no se reproduce en los canales de televisión de los demás países —incluidos los de nuestro Tercer Mundo— y, por lo tanto, la censura y la desinformación pueden llegar a afectar, por motivos diferentes, a países como Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y muchos otros que desearían acceder a tales noticias, pero que no tienen cómo conocerlas ni recibirlas si no son suministradas por los sistemas informativos mundiales.
A modo de ejemplo, las historias periodísticas del informe Censurado 2009 —que se leerán a continuación— revelan que en cinco años de ocupación en Irak, EEUU ha ocasionado la muerte
de 1’200.000 civiles, según una investigación en el terreno difundida por la publicación médica británica The Lancet.
Esta noticia desconocida sobre un hecho gravísimo encabeza el ranking 2007/2008 de las 25 noticias más destacadas de Censurado 2009 y compara las matanzas en Irak con los peores genocidios del siglo XX, como en Ruanda y Camboya. En definitiva, este libro-informe entrega cada año una radiografía del lado más tenebroso de EEUU. Revela los designios ocultos del imperio a través de grandes noticias que jamás fueron difundidas por los grandes diarios, emisoras de radio o cadenas de TV que ejercen el control corporativo mundial de la información.
El sociólogo Peter Phillips piensa que «en EEUU tenemos la propiedad de los medios concentrada en tan pocas manos que no se divulgan las noticias que afectan a los poderosos». El equipo que dirige obtiene anualmente varios cientos de «noticias censuradas» por los grandes medios, pero que aparecieron en medios independientes, pequeñas publicaciones, sitios Web, emisoras del interior, periódicos sindicales, publicaciones extranjeras, etc.
En un proceso de selección y comprobación que dura todo el año académico, sucesivos jurados llegan a elegir las 25 historias periodísticas que, una vez listas para ser publicadas en el libro-informe anual, traen añadida una actualización escrita por sus autores originales. Además, se adiciona una síntesis de las «menciones honoríficas».
Sin embargo, cada vez hay menos alusiones periodísticas a este trabajo de investigación que también es ignorado por la gran prensa. El otrora famoso periodista estadounidense de televisión Walter Cronkite llegó a decir en 2003 que «el Proyecto Censurado es una de las organizaciones que debemos escuchar, porque vigila que nuestros periódicos y grandes medios de difusión estén practicando un periodismo ético y cuidadoso». Según Phillips, The New York Times jamás se ha referido al Proyecto Censurado. «Una vez aparecimos en el [diario] Chicago Tribune, porque hace dos años, antes de que falleciera la conocida periodista Molly Ivins, ella escribió sobre nuestro trabajo en la columna que tuvo allí.
El periódico local de nuestra región californiana, que también es propiedad del New York Times, puso recientemente, de mala gana, la lista de nuestras noticias en la sección de obituarios. La única vez que salimos en la primera plana de ese periódico regional fue cuando publicamos un trabajo sobre un físico que demostró que el Edificio Nº 7, anexo a las Torres Gemelas durante los atentados del 11 de septiembre 2001 en Nueva York, no pudo haber colapsado por un incendio. Y, desde luego, el artículo fue muy negativo sobre esta afirmación», añadió [2].
Para Phillips, «los medios corporativos de EEUU son mera propaganda de arriba abajo y se niegan a investigar incluso las mayores hipocresías que tienen lugar en nuestro país, como los fraudes electorales de 2000 y 2004, los 1,2 millones de iraquíes que han encontrado la muerte después de la ocupación, los incrementos del 300% de las ganancias obtenidos en la ocupación de Irak por empresas como Lockheed Martin Corporation, entre otras, y las jugosas utilidades que logran corporaciones como Halliburton –por solo mencionar una- del negocio que EEUU hace de la guerra ».
Benjamin Frymer [izquierda] investigador en sociología de los medios de comunicación en la universidad de Sonoma State de California, miembro du «Proyecto Censurado» y Ernesto Carmona [derecha] periodista de investigación chileno, responsable del «Proyecto Censurado» para América Latina y miembro de la Red Voltaire.
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Censura o tergiversación
Además de ocultar noticias, los grandes medios tergiversan los acontecimientos de cada día. Su propósito es mantener al público en la ignorancia e inculcarle ideas equivocadas mediante noticias falsas. Por ejemplo, a Georgia la transformaron de país agresor en nación agredida, después que fracasó su intento de anexarse por la fuerza a Osetia del Sur y Abjasia el 8 de agosto de 2008, con el apoyo secreto de la OTAN y de EEUU, mientras todo el mundo tenía puesta su atención en las Olimpiadas de Beijing.
Las acciones de los gobiernos de Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y otros países son tergiversadas a diario. El cientista social estadounidense Justin Delacour concluyó que «al revisar las páginas de opinión de los 25 periódicos más importantes de EEUU durante los primeros seis meses de 2005, se encuentra que el 95% de los aproximadamente 100 artículos que tratan sobre política en Venezuela fueron claramente hostiles al presidente democráticamente electo del país, Hugo Chávez Frías».
Añadió que «las citadas páginas de opinión en EEUU reflejaron al presidente de Venezuela como demagogo y autócrata, distorsionando los resultados de la política interna y externa de su gobierno. Estos artículos omitieron el hecho de que el gobierno de Venezuela goza de fuerte apoyo popular, tal como lo evidencia la resonante victoria de Chávez en el referéndum presidencial de agosto de 2004 y otras encuestas recientes. Casi nunca publicaron comentarios de analistas que simpatizan con las políticas del gobierno de Chávez de masificación de la educación, salud, alimentos subsidiados y sobre los micro-créditos destinados a los sectores pobres del país» [3].
La prensa estadounidense también ignora y tergiversa la historia real de los cinco cubanos (conocidos internacionalmente como Los Cinco o The Five) que llevan más de una década en prisión en EEUU injustamente acusados de espionaje, sin que se hayan comprobado los cargos ni encontrado una sola prueba en su contra que afecte la seguridad del imperio. En realidad son prisioneros políticos y están encarcelados porque efectivamente habían monitoreado a la mafia terrorista del sur de Florida para conocer anticipadamente sus planes de agresión y sabotajes contra Cuba, principalmente los atentados con bombas en los hoteles que alojan a los turistas extranjeros. Es decir, Los Cinco son luchadores antiterroristas castigados en un país que se declara campeón mundial de la guerra contra el terrorismo y con ese pretexto legitima la tortura de sus prisioneros e invadió Afganistán e Irak. «Animadversión de los medios corporativos ante el caso de los cinco cubanos» se titula un trabajo de Jeffrey Huling que fue publicado como Capítulo 6 del libro Proyecto Censurado en la edición del año 2008 (edición en inglés porque para esa fecha no se traducia aún el libro al castellano).
Cuando Noan Chomsky y Edward S. Herman publicaron su libro «Fabricando el consenso» (título original: Manufacturing Consent: The Political Economy of the Mass Media), dijeron que la propiedad privada colocaba una suerte de filtro a los medios y que éstos esencialmente buscaban obtener ganancias, proteger al mercado capitalista, evitar cualquier ofensa a los poderosos y levantar una fuerte oposición a cualquier creencia alternativa, recordó Phillips. «Respecto a lo expuesto por estos autores hace 20 años, hoy tenemos un panorama diferente: los 20 grandes grupos dueños de los medios en ese tiempo hoy se han reducido a 10. Prácticamente, los directores de medios podrían caber en un pequeño salón, en total 180 individuos que interactúan con toda la gama de los medios de EEUU», añadió el sociólogo. [4]
Phillips dijo que «los directivos y los dueños de medios tienen su identidad compartida con los poderosos. Su concepto de lo que debe ser noticia está influenciado por su trasfondo cultural y, para ellos, existe una noción común respecto a lo que debe o no debe ser noticia. Los periodistas quieren que sus artículos se publiquen, salgan al aire, se vean por televisión, etc., pero si sus puntos de vista no están de acuerdo con esa idea común de los dueños, sus trabajos no se van a publicar y ellos mismos no van a poder trabajar en los medios, en los grandes medios de EEUU».
Noticias latinoamericanas
América Latina está presente en varias noticias censuradas. Proyecto Censurado investigó cómo el espacio económico del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, según sus siglas en inglés), que incluye a EEUU, México y Canadá, se está convirtiendo en un espacio militarizado a cargo del Comando Norte estadounidense. Otra nota explica cómo resurgió en El Salvador la tristemente célebre Escuela de las Américas, pero bajo otro nombre, y en el mismo país se criminalizó la protesta social con una ley antiterrorista copiada de la Ley Patriótica (Patriot Act) de EEUU, que castiga hasta con 60 años de privación de libertad la participación en manifestaciones públicas.
El Salvador es el único país latinoamericano que tiene tropas en Irak. Aliado fiel de EEUU, protagoniza el resurgimiento del viejo militarismo que otra vez amenaza a las democracias de la región con nuevos proyectos de guerra sucia.
El trabajo « ¿Resurgen las guerras sucias de EEUU en América Latina? » revela la actividad de la Academia Internacional para el Cumplimiento de la Ley (ILEA, según sus siglas en inglés), que posee una filial en Perú y enseña a torturar, matar y demás asignaturas de la Escuela de las Américas.
La investigación recuerda que hacia 2005 la ayuda militar de EEUU a América Latina aumentó 34 veces con respecto al año 2000 y que en 2008 reapareció la IV Flota para atemorizar no sólo a las naciones que abiertamente «disentían» de las políticas de EEUU o las desafiaban, como Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, sino también a los países que muestran un creciente «no compromiso» con el imperio y parecen más interesados en participar en los acuerdos de integración que propone Venezuela, como el ALBA y PetroCaribe, así como en otras iniciativas «hostiles» para EEUU que interesan a Argentina, Brasil, Guatemala, Honduras, Paraguay y otras naciones, incluso al gobierno derechista de El Salvador por su interés en acceder al petróleo venezolano.
Otra noticia desatendida por la gran prensa es el cambio del mapa político de América Latina que en el año 2009-2010 puede ampliarse más hacia las ideas progresistas con un gobierno de izquierda en El Salvador. Desde que los Acuerdos de Paz de 1992 pusieron término a los doce años de guerra civil que tuvieron lugar en ese país.
Según todas las encuestas de 2008, el FMLN ganará cómodamente la mayoría parlamentaria en enero y en marzo elegiría con holgura al periodista Mauricio Funes para ocupar la presidencia. Saldría del poder el partido derechista ARENA, que ha perpetuado las mismas políticas dañinas que condujeron a la guerra civil en 1980. (Este artículo fue escrito antes de las elecciones -NdlR).
También atañe a América Latina la nueva legislación migratoria para lo que EEUU llama «trabajador extranjero», que dispone una relación laboral descrita por el senador de Harlem Charles Rangel como «lo más semejante a la esclavitud». Sorprende otra investigación que hoy sitúa la esclavitud a su nivel más alto en toda la historia de la humanidad, con 27 millones de esclavos que no sólo se encuentran en el Tercer Mundo sino también en los países desarrollados.
Colombia sigue siendo el país con más sindicalistas asesinados en todo el planeta, según un informe sobre la situación de los derechos laborales urbi et orbi. Otro tema aborda la vacuidad de la Declaración Universal de Derechos Indígenas, proclamada en septiembre de 2007 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y explica cómo tres meses después de proclamada fue excluida en Bali una delegación aborigen invitada expresamente a participar en el Convenio Base sobre el Cambio Climático propiciado por la ONU.
Les presentamos entonces a continuación las 25 noticias del informe Proyecto Censurado 2009 (que contienen las noticias censuradas respecto al año 2008) que usted, querido lector, tiene ahora al alcance.
[1] Entendemos por gran prensa los conglomerados de periódicos, revistas, emisoras de radio y cadenas de TV que en esa época integraban el sistema informativo de EEUU, cuya propiedad estaba muchos menos concentrada que hoy, pero a fin de cuentas la manejaban las mismas compañías que han ido fusionándose durante los últimos 20 años para llegar a los 10 mega-conglomerados que hoy manejan las noticias como
«entretenimiento», junto con las revistas deportivas, las editoriales, la producción de películas, las salas de cine, etc., además de las grandes cadenas de diarios, radioemisoras y canales de televisión.
[2] Coloquio con Meter Phillips, Instituto Internacional de Periodismo «José Martí», 14 de mayo de 2008, Ciudad de La Habana, Cuba.
[3] Justin Delacour, ¿Existe un nexo entre el gobierno y la prensa de EEUU?, Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, marzo de 2008, Caracas, Venezuela.
[4] Conferencia de Peter Phillips, Instituto Internacional de Periodismo «José Martí», 12 de mayo de 2008, Ciudad de La Habana, Cuba.
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