En la estrategia del Ejecutivo Federal contra la delincuencia organizada, la acción de la Secretaría de Marina es mayor en labores de inteligencia y operaciones especiales, asegura el almirante del Estado Mayor, Jorge Arturo Maldonado Orozco, director del Centro de Estudios Superiores Navales. Explica cómo la Armada de México capacita a sus oficiales para acometer esa nueva misión, qué intercambios académicos sostiene con instituciones armadas del extranjero y cómo resguarda la información sensible
Frente a las nuevas amenazas contra la seguridad nacional del país y el combate a la delincuencia organizada trasnacional por aire, mar y tierra, la Armada de México capacita a su personal en inteligencia y operaciones especiales, tareas para las cuales “resultamos muy pocos”, dice el almirante veracruzano Arturo Maldonado Orozco al explicar la nueva misión que le confirió la actual administración a la Secretaría de Marina (Semar).
“Como militares, estamos convencidos, y queremos convencer a nuestros conciudadanos, de que el problema que vivimos, y que es de seguridad y defensa, es un compromiso de la sociedad, no sólo asunto del gobierno y de las Fuerzas Armadas. Tenemos que participar todos desde nuestra trinchera; tenemos que ver que lo que afecte a uno afecta a todos. En el argot marinero, se hunde el barco y todos nos ahogamos”.
Hasta 2006, al término de la administración de Vicente Fox, las prioridades de la Armada de México en seguridad nacional eran: proteger la Sonda de Campeche en el Golfo de México –la zona marítima de donde se extrae la mayor cantidad de crudo–, combatir el tráfico de drogas en alta mar y proteger a la población e infraestructura de los daños que producen los fenómenos meteorológicos. Cuatro años después, bajo la gestión de Felipe Calderón, esas prioridades cambiaron y ahora la atención se centra en el crimen organizado, en el narcotráfico y en el terrorismo.
Militarismo y golpe de Estado
El entrevistado sentencia: “Las Fuerzas Armadas mexicanas nunca hemos pensado en militarismos; al contrario, estamos codo a codo con nuestro pueblo”. Él deplora la experiencia de las dictaduras militares que rigieron a algunos países de América del Sur y afirma que “es un desgaste querer justificar” esos hechos. Sostiene que le parece “lamentable” la confrontación entre el poder político y el poder militar.
Reitera que, en México, las Fuerzas Armadas han sido leales a los gobiernos. “A veces se dice y se piensa que es solamente (una) pose de las Fuerzas Armadas cuando (éstas) piden que se les den fundamentos para actuar en este compromiso (contra el crimen); esto es porque hemos visto la experiencia suramericana”.
Sin embargo, subraya que, por las acciones que actualmente desarrollan la Armada de México y el Ejército, “no queremos que el día de mañana, por asuntos de carácter político, la situación se revierta y entremos en confrontación”.
Este marino, que ha sido comandante de diversos tipos de buques de la Armada, de los sectores navales de Tuxpan, Veracruz, y jefe del Estado Mayor en la doceava, vigésima y cuarta zonas navales, asegura que “nunca hemos pensado en buscar militarismos ni nada, al contrario, estamos al lado y codo a codo con nuestro pueblo”.
Advierte: “Nadie va a estarse imaginando cosas que no son”, en alusión a que se piensa que cualquier movimiento de las Fuerzas Armadas es la preparación de un golpe de Estado.
Explica que en el Centro de Estudios Superiores Navales (Cesnav) que él dirige se acoge a oficiales seleccionados para que tengan acceso a la educación. También, recibe a extranjeros: “En este momento, en el área de seguridad nacional, tenemos a un coronel del ejército guatemalteco”, así como funcionarios de la Administración Pública Federal.
“Ésa es una materia (la de seguridad nacional) que queremos implementar para que haya más gente que sepa. No es secreto, no debe ser secreto, esto debe ser un lenguaje que, en la medida en que nosotros establezcamos el conocimiento y la definición de los términos, nos vamos a entender”.
Desde su oficina del Cesnav, el almirante Maldonado Orozco comenta su visita al cuartel general del Comando Norte en Colorado Springs: “Con las Fuerzas Armadas de México, hay una buena relación. Ese viaje nos dio nuevas perspectivas para conocer mejor su visión geopolítica, porque Estados Unidos no tiene puestos los ojos únicamente en México, sino en el entorno internacional”.
El también maestro en administración militar para la seguridad y defensa nacional precisa que los intereses de Estados Unidos son mundiales y que por esa razón desarrollaron ése y otros comandos: el Sur, el de Europa, del Pacífico y el AfriCom, el último que acaban de activar y que ha generado mucha polémica.
La capacitación
A partir del 1 de agosto, el Cesnav inició el primer curso piloto de seguridad nacional a nivel de maestría para un grupo de 15 capitanes, y ya se conformó la mayor parte de los seis módulos. “Va a durar año y medio, pero queremos que nos retroalimenten”.
El oficial agrega: “Aquí se estudia el concepto estratégico nacional y cambia con las circunstancias. Analizamos los eventos, y con la exposición y el concurso de los expositores, los gobernadores y los líderes de partidos nos enriquecemos”.
El Cesnav está abierto para el personal civil, dice. Actualmente, reciben a seis invitados de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de la Secretaría de Gobernación, de Comunicaciones y Transportes, del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), de Petróleos Mexicanos. “Es gente que viene con nivel de licenciatura, lo necesario para cursar la maestría, y para nosotros es importante esa apertura”, subraya.
Enseñanza estratégica
Las Fuerzas Armadas de todos los países tienen centros de estudios superiores, estratégicos y políticos para desarrollar a sus altos mandos. La red académica de la Marina mexicana es amplia y diversa: el Cesnav, la Escuela de Aviación Naval, la Escuela Médico Naval, la Escuela de Ingenieros de la Armada, la Escuela de Intendencia Naval, la Escuela de Enfermería Naval, la Escuela de Mecánica de Aviación, la Escuela de Maquinaria Naval, la Escuela de Infantería de Marina, la Escuela de Electrónica Naval y el Centro de Capacitación de la Armada.
El Cesnav, la máxima casa de estudios de la Armada de México, llega a sus 40 años “de forma plena”, pues es el rector en materia de enseñanza estratégica y el vínculo con la vida externa de la Secretaría de Marina, señala Maldonado Orozco. Creado el 9 de marzo de 1970, este centro es el único que imparte a nivel nacional las maestrías en seguridad nacional y en seguridad en la información.
Además, se imparten seis especialidades: de mando naval, sistemas de armas, análisis de operaciones, electrónica naval, comunicaciones navales y de logística naval. La temática de las especialidades ha cambiado de acuerdo con el requerimiento de la institución. Desde enero de 2004, el Cesnav tiene una sede hermana en las instalaciones del Museo Histórico Naval de Veracruz. Ahí se imparte el curso mando naval.
El 1 de agosto de 1996 se creó la Escuela de Idiomas de la Armada de México, en la que se imparten inglés, ruso, coreano, chino, francés y alemán. Cuatro años después, en enero de 2000, se estableció el curso de náhuatl.
Maldonado Orozco explica que el Centro de Estudios Superiores Navales admite alumnos de las fuerzas armadas de países vecinos e invitados de las secretarías de Estado. Ahí han cursado estudios ciudadanos de Guatemala, Colombia y Nicaragua, entre otros.
Para Raúl Benítez Manaut, profesor del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y también académico invitado del Cesnav, esa iniciativa lo convierte en la institución de educación militar con mayor apertura hacia el exterior y con la sociedad civil, sobre todo con la academia nacional. Señala que el Centro “tiene una visión muy distinta a la clásica de los institutos militares que optan por permanecer completamente cerrados”.
—¿Cómo garantiza el Centro que el conocimiento estratégico que se imparte en el Cesnav no llegue a personas o instituciones inadecuadas?
—No estamos exentos de la contaminación, aunque lo vemos muy remoto, pues quienes estudian ahí poseen un fuerte respaldo en disciplina y formación. No son personas que ingresaron recientemente, sino tenientes de fragata que tienen mínimo de 20 a 25 años de pertenecer a la institución.
—¿Los egresados del Cesnav constituyen una elite?
—¡No! Somos una oportunidad para cualquier elemento en la Armada que quiera seguir desarrollándose. No se limita el acceso, sólo los rebasa la gran cantidad de solicitantes, pues ahora se atiende a 300 alumnos; sus grados oscilan entre tenientes de fragata y de navío. Esa demanda creciente los llevó a explorar la educación a distancia para atender al personal que no puede dejar su trabajo en otras entidades. Por ello, desde el 1 de agosto, comenzó el primer curso piloto de seguridad nacional para un grupo de 15 capitanes, con duración de un año y medio.
El Cesnav integra un directorio de profesionistas en distintas disciplinas dentro del personal de la Armada de México para que sean instructores. Sin embargo, el director del Centro admite que hay materias de carácter humanístico o muy especializadas que sólo pueden impartir académicos docentes e investigadores de la UNAM, de la Academia Mexicana de la Ciencia, del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa o del Centro de Investigación y Docencia Económicas.
Para modernizar sus programas de estudio, el Cesnav trabaja con el Centro de Estudios Hemisféricos de Defensa, con sede en Washington, DC. Esa institución se estableció en 1997 tras la Primera Reunión Ministerial de Defensa de las Américas, celebrada en Williamsburg, Virginia, de julio de 1995, cuando miembros de las fuerzas armadas de la región solicitaron la asistencia de Estados Unidos para mejorar la capacidad de los civiles en temas militares y defensa.
El Centro de Estudios se integró a la Universidad Nacional de la Defensa con la misión de desarrollar especialistas civiles en asuntos militares y de defensa. Con ellos hay una muy buena relación, así como con las instituciones de formación superior de otros países, puntualiza el oficial naval.
El vínculo con Europa se construye a través de España y Portugal. Con las instituciones académicas de las fuerzas armadas se definen los parámetros para mantener videoconferencias con especialistas. Señala el almirante: “No podemos quedarnos al margen del conocimiento y por ello recurrimos a la tecnología”.
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