Entre los 779 archivos de los detenidos en la prisión [bajo control estadounidense] de Guantánamo que llegaron a la redacción del diario británico Guadian y a Wikileaks, el caso del argelino Adil Hadi al-Jaz’iri bin Hamlili (ref.: PK9AG-001452DP) llama mucho la atención.

Se trata de un niño soldado que fue enrolado por su padre en el jihad [guerra religiosa de los fanáticos musulmanes] en Afganistán para luchar en esa época contra los soviéticos. Cuando ya estuvo mayor, este joven hombre se enrola en diversas organizaciones, una de las cuales era el GIA (Grupo Armado Islámico) de Argelia.

Los especialistas gubernamentales [estadounidenses] que lo han interrogado sabían que este joven hombre era un informador de los servicios secretos de Canadá y de Gran Bretaña, pero lo torturaron de todas maneras para estar seguros y verificar que no tenía consigo otras informaciones que le serían útiles y que los canadienses o británicos hubiesen olvidado de transmitirles.
Está claro que las informaciones obtenidas bajo la tortura no tienen ningún valor [o credibilidad]. La importancia de este archivo [de este caso] lo debemos buscar o enfocar de otra manera: desvelar las verdaderas intenciones de los torturadores.

Ahora, los interrogadores estadounidenses sospechan a este joven hombre de haber participado al atentado de Karachi (en Paquistán) el 8 de mayo de 2002 y que costó la vida a 14 personas, de las cuales 11 eran ingenieros franceses de la Dirección de Construcciones Navales (DCNS) de Francia.
Para decirlo de manera más clara, los Estados Unidos han torturado un agente argelino del DID canadiense y del MI6 británico para cubrir las verdaderas causas [y móviles criminales] del atentado de Karachi.

Una instrucción judicial ha sido abierta en París respecto a este atentado, mientras que una misión de información de la Asamblea Nacional francesa [parlamento francés] ha explorado dos posibles pistas: aquella de una posible rivalidad entre India y Paquistán, y aquella de un asunto político financiero [francés, de corrupción y soborno en la venta de armas de Francia a Paquistán].

En esta hipótesis, la DCNS que vendió submarinos tipo Agosta 90B al Paquistán habría montado un sistema de retro-comisiones [sobornos-coimas] a favor de generales paquistaníes y del Primer Ministro francés [en esa época] Edouard Balladur. Sin embargo, el pago de estas retro-comisiones habría sido interrumpido después del fracaso del señor Balladur de ganar la presidencia de la república (elecciones presidenciales en Francia). Los ingenieros franceses habrían sido asesinados en represalias y bajo órdenes de generales paquistaníes «ultrajados» de no recibir su “coima”.

Esto puede explicar más claro porque el Pentágono no desea conocer la verdad de este asunto, porque, si la hipótesis de las retro-comisiones [sobornos franceses a los generales paquistaníes] es exacta, esto implica y salpica al actual presidente francés Nicolás Sarkozy quien era en esa época el tesorero de la campaña presidencial del candidato Edouard Balladur, y abre la puerta a posibles chantajes. Queda que el Canadá y la Gran Bretaña —para quien trabajaba Adil Hadi al-Jaz’iri bin Hamlili— están en posesión de estas informaciones.

De paso, si observamos bien, el archivo está firmado por el contralmirante David M. Thomas, Jr. quien dirigía en esa época el centro de tortura de Guantánamo y dirige como comandante actualmente varios buques de guerra enviados por la OTAN para «defender y proteger los derechos humanos en Libia».

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Ver documento / archivos:

Document: Detainee Assesment Brief ICO Guantanamo Detainee, ISN PK9 AG-001 452DP (S) (12p. 1,8 Mo).