Utilizando su posición de Representante Especial del presidente de Estados Unidos para el Medio Oriente, Amos Hochstein –quien ostenta también la ciudadanía de Israel, donde incluso es el oficial del ejército– sugirió al presidente de Francia, Emmanuel Macron, proponer una iniciativa de paz para Líbano.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y homólogo francés Emmanuel Macron publicaron inmediatamente un comunicado donde afirman: «Es hora de llegar a un arreglo en la frontera israelo-libanesa que garantice la seguridad y permita a los civiles regresar a sus hogares.
Los intercambios de fuego que han tenido lugar desde el 7 de octubre, y en particular durante las dos últimas semanas, amenazan con extender el conflicto y afectar a los civiles.
Es por eso que hemos trabajado juntos en los últimos días en un llamado conjunto a un alto al fuego temporal para dar a la diplomacia una posibilidad de tener éxito y de evitar nuevas escaladas a ambos lados de la frontera.»
En sólo una hora, esa declaración recibió la aprobación de Australia, Canadá, la Unión Europea, Alemania, Italia, Japón, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Qatar [1].
Washington y París esperan negociar un alto al fuego o una tregua de 3 semanas, durante las cuales Amos Hochstein viajaría constantemente entre Líbano e Israel, hasta llegar a un acuerdo global, como el adoptado en 2022, cuando se alcanzó un arreglo sobre la delimitación de la frontera marítima entre los dos países.
Israel rechazó esta proposición, como ya había rechazado antes todas las proposiciones de paz sobre Gaza. Por consiguiente, la “propuesta franco-estadounidense” es sólo una maniobra que permite a los padrinos de Israel “lavarse las manos” mientras que el ejército de Israel continúa su agresión.
☞ El acuerdo entre Israel y Líbano sobre la frontera marítima preveía una repartición de las zonas de explotación de los recursos en hidrocarburos. Pero luego se descubrió que los datos disponibles en aquel momento eran falsos y que la parte que quedó en manos de Líbano no es tan rica como se creía.
El israelo-estadounidense Amos Hochstein es un experto mundialmente reconocido en la explotación de recursos petrolíferos.
☞ Es importante recordar que durante las 5 semanas posteriores a la operación Diluvio de Al-Aqsa (el 7 de octubre de 2023), el ejército de Israel cañoneó preventivamente el extremo sur del Líbano para evitar toda incursión del Hezbollah.
Esa organización de la resistencia libanesa respondió sólo cuando unos 100 000 libaneses ya habían tenido que abandonar sus hogares en el sur del Líbano y después de la muerte de un fotógrafo de Reuters alcanzado por el fuego israelí en suelo libanés, en un incidente cuyo saldo se completó con otros 6 periodistas heridos en suelo libanés por las tropas israelíes.
A partir de ese momento, la prensa internacional se negó a seguir “cubriendo” ese frente, por considerarlo demasiado peligroso, el Hezbollah decidió responder a la agresión israelí y su respuesta provocó el desplazamiento de unos 100 000 israelíes.
Es por consiguiente una realidad incuestionable que Israel es el único responsable del enfrentamiento actual.
☞ El 17 y el 18 de septiembre, el Mosad israelí realizó una operación durante la cual hizo estallar los bípers (pagers o buscapersonas) y walkie-talkies del servicio de seguridad civil del Hezbollah. Esos dispositivos de comunicación no estaban siendo utilizados por los combatientes del Hezbollah sino por su servicio de mantenimiento del orden, con funciones similares a las de los policías municipales, en las comunas donde el Hezbollah ganó las elecciones.
Esa operación israelí constituye una violación del artículo 7 del Protocolo sobre la Prohibición o la Limitación del uso de minas, trampas y otros dispositivos explosivos (se trata del documento comúnmente conocido como la Convención de Ginebra del 10 de octubre de 1989). La operación fue condenada de forma unánime por todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas e Israel no se ha atrevido a reconocer su autoría.
☞ Inmediatamente después de las explosiones en serie de bípers y walkie-talkies en Líbano, el ejército de Israel inició bombardeos aéreos contra numerosas ciudades libanesas y una serie de asesinatos selectivos contra responsables del Hezbollah, provocando así nuevas respuestas de la resistencia libanesa.
☞ Estas operaciones israelíes corresponden a una declaración en la que el gobierno del primer ministro Benyamin Netanyahu reconoció, el 23 de septiembre, ante el Alto Tribunal de Israel, que ha perdido frente al Hamas en la franja de Gaza.
Este artículo es el editorial del número 101 de nuestro boletín Voltaire, Actualidad Internacional.
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[1] “Joint statement by President Biden and President Macron”, White House, 25 de septiembre de 2024.
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