En violación absoluta respecto al espíritu de la resolución 1973 de la ONU, pero bajo pretexto de proteger a las poblaciones civiles conforme a la dicha resolución, la OTAN se prepara para atacar terrestremente a las fuerzas libias. Un amplio dispositivo acaba de ser desplegado.
Varios helicópteros de combate bajo las órdenes de la OTAN fueron utilizados por primara vez en las operaciones militares contra Libia el 4 de junio de 2011, según anuncia el cuartel general de la coalición en Nápoles. Se trata de helicópteros franceses Tigre y Gazelle y de helicópteros Apache británicos dotados del más moderno armamento.
Dicho armamento incluye el misil estadounidense Hellfire, dirigido por rayo láser, que los helicópteros Tigre y Apache pueden lanzar a 8 kilómetros del blanco, cuando ni siquiera están todavía a la vista. Ya utilizado anteriormente contra Libia por los aviones teledirigidos de Estados Unidos Predator/Reaper, el misil Hellfire tiene una cabeza de fragmentación o termobárica cuya explosión crea un vacío que provoca la muerte por asfixia de toda persona que se encuentre en su radio de acción, incluso dentro de edificios o refugios.
En la guerra contra Libia se está utilizando también el Hellfire Romeo, otro misil que Lockheed Martin ha hecho aún más destructivo.
Con el uso de los helicópteros de ataque, la OTAN no sólo intensifica la ofensiva aérea sino que está preparando el terreno para el desembarco de tropas. Los helicópteros que están atacando Libia pertenecen a los navíos de asalto anfibio Tonnerre, de la marina de guerra francesa, y HMS Ocean, de la Royal Navy británica. Ambos navíos se encuentran ante la costa libia listos para comenzar, en el momento oportuno, el desembarco de varios miles de soldados y de armamento pesado a bordo de aerodeslizadores.
El Tonnerre y el HMS Ocean ya realizaron varios ensayos de interoperabilidad con navíos estadounidenses de asalto y, por lo tanto, pueden utilizar los vehículos aéreos y de desembarco del grupo de ataque anfibio lidereado por el USS Bataan, que también se encuentra en el Mediterráneo. Como ya el Congreso estadounidense confirmó que Washington se niega a enviar tropas a Libia, para no empantanarse en otra fatigosa guerra de larga duración, el escenario que se perfila es el de un desembarco –bajo el mando de Estados Unidos y con apoyo estadounidense– de tropas francesas, británicas, italianas y de otras nacionalidades, posiblemente identificadas como «Eufor Libya» (Fuerzas de la Unión Europea en Libia) para «prestar ayuda humanitaria a los civiles libios».
La intensificación de la ofensiva aérea forma parte de esa estrategia. Las Enhanced Paveway III, bombas dirigidas por láser y dotadas de cabezas penetrantes de uranio empobrecido y de tungsteno capaces de destruir edificaciones reforzadas, ya se encuentran en la base de Gioia del Colle [en el sur de Italia]. Por el momento, las están utilizando los cazabombarderos británicos Eurofighter y Tornado, que despegan de la base de Apulia [también en el sur de Italia]. Esas bombas, según explica el ministro británico de Defensa Liam Fox, «nos permiten proteger a los civiles y realizar los objetivos de las Naciones Unidas».
También se ha reforzado el bloqueo naval contra Libia y ha comenzado además en el Mediterráneo Phoenix Express 2011, maniobra naval que comanda Estados Unidos y en la que participan fuerzas navales y terrestres de Estados Unidos, Italia, España, Grecia, Malta, Croacia, Albania, Turquía, Egipto, Argelia, Túnez, Marruecos y Mauritania. Esta operación también está siendo dirigida desde Nápoles, con el apoyo de las bases de Italia, país que –según dice el presidente italiano Giorgio Napolitano– dio la espalda a las sucias maniobras del belicismo fascista e interpreta hoy un papel de firme guardián de la paz.
Fuente: Il Manifesto (Italia)
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