La prensa internacional recibe con embarazo y confusión las declaraciones del director de la Misión de Observación de la Liga Árabe, Mohamed al-Dabi, quien califica la situación en Homs como «tranquilizadora ».
Ante esas declaraciones, los diarios se dividen entre los que se expresan con prudencia, temiendo –sin decirlo– haberse dejado manipular y haber deformado o exagerado los hechos, y los que acusan a los observadores de «falsos testimonios», poniendo directamente en tela de juicio la honestidad del señor al-Dabi y de sus colegas.
En sus esfuerzos por justificar su propio cambio de actitud, los medios de prensa que hasta hace poco exigían la presencia de los observadores, afirman ahora que el general al-Dabi fue impuesto a la Liga Árabe por el régimen sirio. Pero, al dar esa explicación olvidan que la Liga Árabe suspendió la membresía de Siria, que no pudo por lo tanto ejercer la menor influencia sobre la designación del jefe de los observadores.
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