La Secretaría de Marina (Semar) tiene 316 mandos superiores asignados a la Armada. De éstos, 30 son almirantes (el grado más alto en las fuerzas navales); 90 son vicealmirantes (el grado inferior), y 196 son contralmirantes. El costo de sus sueldos supera los 612 millones de pesos anuales.

El número total de las fuerzas navales mexicanas es de 58 mil 523 efectivos, según el Presupuesto de Egresos de la Federación 2012. Es decir, los mandos superiores en la Armada representan el 0.53 por ciento de las fuerzas totales. En la Secretaría de la Defensa Nacional, los tres grados equivalentes –general de división, de brigada y brigadier– representan el 0.25 del número total de tropas en el Ejército y la Fuerza Aérea.

Además de los almirantes, vicealmirantes y contralmirantes, la Armada cuenta con 475 capitanes de navío; 791, de corbeta, y 1 mil 106, de fragata; es decir, un total de 2 mil 372 capitanes.

A través de su Unidad de Comunicación Social, la Semar asegura que en los últimos seis años la institución ha mantenido una lucha constante contra la delincuencia organizada y que estos resultados demuestran que cumple cabalmente sus funciones.

Agrega que coopera en el mantenimiento del orden constitucional del Estado: realiza acciones para salvaguardar la soberanía y defensa de la integridad del territorio nacional, auxilia a la población en caso de desastres y coadyuva con las autoridades competentes en acciones contra el tráfico de personas, armas y droga, entre otras cosas.

Más grande que la Armada de EU

Considerada la fuerza naval más numerosa del mundo, la Armada de Estados Unidos cuenta actualmente con 321 mil 53 tropas activas, según datos del 6 de agosto de 2012 publicados en su página oficial en internet. De éstas, 52 mil 694 son oficiales, 263 mil 892 son personal enlistado y 4 mil 467 son guardias marinos. En total, esta fuerza naval cuenta con 335 mandos superiores: ocho almirantes, 44 vicealmirantes y 283 contralmirantes.

Estados Unidos supera a México por sólo 19 mandos superiores; no obstante, su Armada es cinco veces mayor. En aquel país sus mandos representan apenas el 0.1 por ciento del total de sus tropas.

El investigador Jorge Luis Sierra, experto en Fuerzas Armadas, comenta que la macrocefalia en la Armada –demasiados mandos superiores con relación a las fuerzas totales– es más aguda que en el Ejército Mexicano.

“Durante el sexenio de Felipe Calderón se promovieron muchos capitanes para ser almirantes; es cuando empieza la desproporción en la Armada. Se aceleró el ritmo de crecimiento en los mandos superiores de la institución.”
Sierra señala que debido a ese crecimiento se burocratizó la institución y se creó un problema de disponibilidad de las fuerzas. “En las condiciones que participa la Armada, movilizaciones continuas y operaciones de alto impacto, se requieren más tropas y oficiales que mandos”.

—¿La burocratización en la Armada podría entorpecer sus acciones en la “lucha” contra el narcotráfico?

—Es muy posible que sí. El impacto que pueda tener una burocratización de esa magnitud se refleja en el presupuesto de la institución: se reduce el dinero para operaciones y equipo, mientras que aumenta el gasto en salarios y operaciones. La desproporción en el gasto es lo que hace que la fuerza armada pierda efectividad.

Consultada al respecto, la Secretaría de Marina –que encabeza el almirante Mariano Saynez Mendoza– indica que se requiere de personal de todas las escalas jerárquicas, desde marineros hasta almirantes, en quienes recae la responsabilidad mayor, así como de altos funcionarios de la Semar, a saber: secretario, subsecretario, oficial mayor, inspector y contralor general de marina; directores generales y adjuntos; jefes de unidad, comandantes de región, fuerza, zona, sector naval, comandante de base y escuadrón aeronaval; comandante de batallón; jefe de Estado Mayor en los diferentes mandos navales; inspectores de los mandos navales; director de astillero, hospital, y director de plantel naval, entre otros.

La Armada está integrada por dos fuerzas navales: la del Golfo y la del Pacífico. Además, cuenta con siete regiones, 13 zonas, 14 sectores navales y un cuartel general, organizados jurisdiccionalmente –explica la dependencia– para el ejercicio de las funciones del Estado en la mar.

“La responsabilidad de estas áreas operativas recae en los almirantes, por lo tanto, carece de fundamento considerar que la Armada de México padeciera macrocefalia al contar con demasiados almirantes, y que esto la convierta en un ente burocrático e inoperante en el terreno”, señala la dependencia.

Argumenta que los retos en el ámbito nacional e internacional han sido atendidos por la Semar gracias al profesionalismo y desempeño de todo su personal. “Los almirantes han sido pieza clave, pues ellos son los responsables de transformar a la institución a la velocidad que lo exigen las circunstancias”, sobre todo en materia de seguridad nacional y delincuencia organizada tanto nacional como trasnacional.

“Los almirantes, a quienes corresponde el mando de organizar, planear y dirigir la operación y despliegue de fuerzas en cumplimiento de la misión, son los guías del personal en quienes conjuntamente la nación ha encomendado el desempeño de las atribuciones que la normatividad le ha asignado a la Semar.”

Finalmente, la respuesta escrita señala que “lejos de calificarse como un ente burocrático e inoperante, [la Armada] ha de conceptualizarse como una institución sólida que a pesar de las adversidades se esfuerza por mantenerse a la altura de las circunstancias que las necesidades le demandan”.

Sin embargo, para Jorge Luis Sierra tener un número elevado de mandos superiores no representa tener más efectividad en el terreno. “El uso de la fuerza naval para cumplir funciones en la jurisdicción terrestre ha acrecentado el problema de macrocefalia, porque se expanden las tareas de esta fuerza”.

El investigador considera que las amenazas a la seguridad nacional y la “lucha” contra el narcotráfico no necesariamente implican el incremento en el número de almirantes: “posiblemente se requieran más capitanes de corbeta o, incluso, de navío, debido a las operaciones cada vez más constantes de la Armada en tierra”.

Otro especialista en análisis de las Fuerzas Armadas e investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, José Luis Piñeyro, comenta que uno de los problemas es que ni el Poder Ejecutivo ni el Legislativo han definido una política de promoción para ocupar altos cargos en la Secretaría de Marina.

Agrega que ahora “la Semar no sólo actúa donde hay mar. Ésta ha sido más protagónica en el combate a la delincuencia que en otros sexenios: hoy actúa en estados como Morelos, donde se realizó el operativo contra [Arturo] Beltrán Leyva”.

Sueldos, el gasto principal

El experto en Fuerzas Armadas Jorge Luis Sierra observa que existe una rivalidad entre la Semar y la Secretaría de la Defensa Nacional para la asignación de recursos públicos. Además, entre éstas no se ha logrado integrar una sola política que ayude a dirigir un crecimiento en la modernización acorde a las necesidades del país.

“Se tienen equipos obsoletos. La Armada ha dejado pendientes las labores de modernización; tienen naves de la Segunda Guerra Mundial que ya no pueden internarse en mar abierto”, explica el maestro Sierra, egresado del Centro Hemisférico de Estudios de la Defensa, de la Universidad de la Defensa Nacional, en Washington, Estados Unidos.

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2012, a la Secretaría de Marina se le asignaron 19 mil 679 millones 681 mil 622 pesos en total, de los cuales, 14 mil 936 millones 871 mil 718 son destinados a servicios personales y sólo 2 mil 111 millones 291 mil 423 a materiales y suministros, y 1 mil 800 millones 397 mil 401 pesos a la adquisición, reparación y mantenimiento de unidades operativas y establecimientos navales.

José Luis Piñeyro, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, indica que desde hace algún tiempo, de acuerdo a “usos y costumbres de la relación del poder civil y el militar”, hay cierta autonomía militar en el uso del presupuesto asignado: hay más discrecionalidad en términos de salarios y prestaciones, promociones, comisiones, y agregados militares y navales.

“Esta autonomía se da también respecto de problemas internos: impartición de justicia militar, indisciplina, y en la división de armamento individual y pesado. Son acuerdos que tienen más de 50 años entre el poder civil y militar.”

El sueldo del almirante Saynez Mendoza, al igual que el de otros seis almirantes, es de 233 mil 848 pesos mensuales. Cifra que incluye prestaciones como seguridad social, medidas de protección al salario, fondo de ahorro para el retiro, condiciones de trabajo y contratos colectivos.

Así, el secretario de Marina percibe 97 mil 800 pesos más al año que el general de división Guillermo Galván, secretario de la Defensa Nacional, cuyo sueldo es de 225 mil 698 pesos mensuales. Este monto incluye las mismas prestaciones que se le otorgan a Saynez Mendoza.

En contraste, el sueldo de un marino nivel AM0804 es de 13 mil 133 pesos mensuales. Pero hay percepciones todavía más bajas:?en la zona económica dos existen 12 plazas para técnicos especializados, cada uno percibe apenas 12 mil 61 pesos mensuales.

El sueldo más alto de un vicealmirante en México es de 188 mil 16 pesos al mes. En la Armada de Estados Unidos, el sueldo de un vicealmirante es de 222 mil 223 pesos mensuales –tomando como base el tipo de cambio de 13 pesos por dólar– para aquellos con más de 40 años de servicio, según datos de Military Ranks, portal especializado en salarios de las fuerzas armadas estadunidenses.

Los 196 contralmirantes mexicanos ganan al mes 145 mil 3 pesos cada uno. Así, en conjunto, el sueldo de los almirantes, vicealmirantes y contralmirantes es de 612 millones 60 mil 688 pesos anuales.

Respecto de los sueldos y prestaciones, Piñeyro indica que éstos contrastan con “las pensiones que reciben los jubilados de la Armada cuando pasan a retiro son irrisorias; por eso muchos permanecen en activo, debido a problemas de remuneración salarial y prestaciones”.

Semar, la fuerza más numerosa

México tiene la fuerza naval más numerosa de Latinoamérica, indican cifras de la Red de Seguridad y Defensa de América Latina (Resdal), publicadas en el Atlas comparativo de la defensa de América Latina y el Caribe en 2010.

Según la Resdal, el país tenía 12 mil 807 oficiales hasta 2010, cifra que incluía no sólo a los almirantes y capitanes, sino también a los tenientes de navío, fragata, corbeta y a los guardiamarina. Los suboficiales alcanzaban los 26 mil 233 miembros y la tropa se componía de 13 mil 386 elementos.

A la Armada mexicana le sigue la brasileña, con 46 mil 956 efectivos; de éstos, 7 mil 821 eran hasta 2010 oficiales y 3 mil 476 suboficiales. La Armada colombiana se ubicaba en el tercer sitio, con 31 mil 335 tropas; en sus filas se tenían 2 mil 159 oficiales y 7 mil 888 suboficiales.

No obstante, el conjunto de las fuerzas armadas brasileñas y colombianas eran más numerosas que las mexicanas. Brasil tenía la más grande, con 333 mil 582 integrantes divididos entre el Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada. Y Colombia figuraba con 268 mil 242 miembros en activo, y México con 258 mil 439, según los datos de Resdal.

Gasto millonario en seguridad nacional

En 2012, se destinaron 66 mil 193 millones de pesos al capítulos de la seguridad nacional mexicana; de éstos, el 24.5 por ciento (16 mil 820 millones) se asignó a la Secretaría de Marina (Contralínea 281).

Del total asignado a la dependencia para 2012, se destinaron 833 millones 390 mil pesos para actividades de inteligencia.

Fuente
Contralínea (México)