En materia de economía, la política exterior también se concentró en la relación México-Estados Unidos. De 2007 a junio de 2012 las exportaciones ascendieron a 1 billón 626 mil 119 millones de dólares; las importaciones, a 1 billón 576 mil 988 millones. En conjunto, el comercio exterior fue de 3 billones 203 mil 107 millones de dólares, en el sexenio de Felipe Calderón.

Las exportaciones a Estados Unidos representan un 80 por ciento del total: durante el mismo periodo sumaron 1 billón 298 mil 571 millones dólares. Las importaciones con aquel país fueron por 816 mil 19 millones dólares, un 51 por ciento del total. En ese sentido, el total del comercio exterior con ese país registró 2 billones 114 mil 590 millones de dólares, lo cual deja ver que el 66 por ciento del comercio exterior de México es con esa nación.

El producto que más exporta México a su vecino del Norte son los aceites crudos de petróleo: en 5 años y medio –de 2007 al primer semestre de 2012–, el valor de dicha exportación alcanzó los 163 mil 106 millones 973 mil dólares.

No obstante, la gasolina es el producto que más importa México de Estados Unidos. En el mismo periodo, las importaciones en ese sector fueron de 43 mil 102 millones 950 mil dólares.

Con los países que integran la Asociación Latinoamericana de Integración (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela), las exportaciones y las importaciones sólo alcanzaron 74 mil 28 millones y 54 mil 646 millones de dólares, respectivamente, desde 2007 hasta marzo de 2012.

Con la Unión Europea, el comercio fue mayor toda vez que en materia exportadora se registraron 80 mil 636 millones dólares y en importaciones la cifra fue de 179 mil 470 millones de dólares, en el mismo periodo.

Más allá de las cifras, el senador perredista Fidel Demédicis Hidalgo, en entrevista con Contralínea, señala que se ha abandonado al campo mexicano en materia internacional. Menciona que la situación de los campesinos del país es grave, debido a que el precio de los productos está a la baja y no pueden competir con los campesinos estadunidenses debido a que ellos están subsidiados.

“Cuando hay un arancel se protege la agricultura interna. Calderón quitó los aranceles en materia agropecuaria y eso va a perjudicar de manera significativa la situación de nuestros campesinos. Es una tontería lo que hizo el expresidente. “Calderón entregó el país a manos extranjeras. Esperamos que con la nueva administración se corrijan todos los errores del sexenio pasado”, comenta.

Para el senador es importante revisar el Tratado de Libre Comercio con América del Norte en asuntos prioritarios. Explica que, de ser necesario, se tienen que aplicar aranceles al maíz, al frijol y al arroz. “Estados Unidos insiste en mandar papas crudas a México, tenemos que detener esa situación o –en una situación de iguales– tendríamos que mandar papa a ese país, pero hace 30 años que no entra una papa a territorio estadunidense”.

De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Latinoamérica es la región más desigual del mundo, y México, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, es de los países con mayores niveles de desigualdad; en la misma tónica, Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, señaló que el país es de los más desiguales a nivel internacional, con 52 millones de pobres.

Humberto Hernández Haddad, experto en política exterior, explica que México se rezagó en los últimos años. “Brasil desplazó a Inglaterra del lugar sexto en economía mundial, mientras que nosotros seguimos en el catorceavo.

“México necesita recuperar su capacidad e iniciativa para participar en los procesos de reforma y actualización que requieren los organismos internacionales. Somos 115 millones de mexicanos que esperamos que la política exterior recupere esa capacidad –perdida en los últimos años–, cuando la voz de México se escuchaba en los principales foros mundiales y sus iniciativas contribuían a crear un orden internacional de respeto a los países en desarrollo”.

—¿Cómo se puede lograr?

—En primera necesitamos una política exterior transparente y que rinda cuentas a la ciudadanía. Debemos tomar como base el Artículo 89 constitucional, fracción décima, que señala los lineamientos de esa política.

El excónsul de México en San Antonio, Texas, Estados Unidos, también considera necesaria una mayor cooperación con Brasil en materia de petróleo, construcción de presas para la generación de hidroelectricidad, industria aeronáutica, telecomunicaciones satelitales, petroquímica, bancos de crédito industrial y comercio internacional.

Sobre las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico, del cual México forma parte junto a países como Australia, Nueva Zelanda, Vietnam, Singapur y Corea del Sur, señala que es una oportunidad para el país, en particular en las materias de desarrollo agropecuario y exportador.

“Es importante que nuestro país defina bien sus objetivos en la negociación: ya la economía mundial dejó de ser trasatlántica. Hoy el mayor número de transacciones económicas, comerciales, industriales, mineras, de tráfico aéreo, marítimas, de carga y de pasaje se hacen en el Pacífico. Estamos en una era transpacífica”.

Nuevo canciller

En este contexto, el presidente Peña Nieto nombró como secretario de Relaciones Exteriores a José Antonio Meade Kuribreña. El nuevo secretario es egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México y de la Universidad de Yale, donde cursó estudios en economía; además es licenciado en derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México.

A inicios de 2011 fue nombrado secretario de Energía, y en septiembre de ese año ocupó el mismo cargo en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

Hernández Haddad considera que Meade Kuribreña puede aportar mucho en materia económica, en virtud de que uno de los mayores problemas que México puede enfrentar en un futuro es el cruce de crisis: la crisis fiscal y de la deuda con Estados Unidos y la crisis de la Unión Europea.

“Tomando en cuenta su pasado en la administración pública, el actual canciller debe tener muy clara la carta de navegación que México debe sortear en el plano internacional para no perder el tiempo con una simulación de prosperidad, y recuperar la razón y establecer objetivos concretos que permitan hacer frente a las crisis que pueden afectar al país”, finaliza.

Infografía:

Fuente
Contralínea (México)

Parte I: Calderón dejó una política exterior sometida a Estados Unidos

Parte II: Gobierno de Calderón, reprobado en migración

Parte III: México: un fracaso en comercio internacional