Es evidente que a las autoridades administrativas y académicas de la Unadm sólo les interesan los cambios de imagen y no de contenido y fondo. En enero de 2012 se beneficiaron de un decreto oficial para pasar del proyecto educativo denominado Educación Superior a Distancia a ser oficialmente una universidad, sin que hasta ahora se pueda decir que esa institución merezca ser llamada de tal manera. Su más reciente cambio ha sido solamente de sede, pues ahora gran parte de las oficinas administrativas y académicas ocupan el piso 3 de la otrora Torre Banobras (Torre Insignia) en Avenida Insurgentes Norte, 423, Nonoalco Tlatelolco, en la delegación Cuauhtémoc. Pero eso no ha significado ningún beneficio para los facilitadores y ni para los alumnos. Al contrario, el panorama de éstos se vuelve cada vez más pernicioso.

Finalmente, y después de 11 meses de iniciado el cuatrimestre 2012-02 (abril-agosto) y a 7 meses de terminado el mismo, se ha procedido con el pago a muchos de los facilitadores que no lo habían recibido, aun cuando la Unadm establece que el pago por los servicios académicos prestados por el facilitador deberá ser remunerado dentro de los siguientes 90 días de culminado el periodo educativo, lo que significa 3 meses después de este hecho, con lo que todos los facilitadores que laboraron el mencionado cuatrimestre debieron de haber recibido su pago a más tardar en noviembre del año pasado. Ese margen de 3 meses ya es de por sí una situación grave, que además las autoridades administrativas, y principalmente Héctor Luna Reyes (del Enlace Administrativo y Responsable de Pagos), violan constantemente. No conformes con esos 3 meses de margen, retuvieron el pago hasta marzo de este año.

Ante tal retraso, se solicitó información a la maestra Mónica Ángeles Cervantes, del Área Administrativa de la Unadm (vía telefónica y por correo electrónico), quien desde diciembre del año pasado señalaba que el recurso económico ya había sido asignado a las diversas sedes de pago (universidades e institutos tecnológicos) y que ya todo dependía de éstos. Para poner un ejemplo del proceder de dichos centros educativos en cuanto a los pagos, menciono el caso de la Universidad Tecnológica de Nezahualcóyotl (UTN), donde cobra una gran cantidad de facilitadores del Valle de México. Desde diciembre se solicitó información (vía telefónica) al respecto a la licenciada Ana Karen García, del Departamento de Contabilidad, quien es señalada por las autoridades administrativas de la Unadm como una de las responsables de los pagos en la UTN. La licenciada García confirmó que el recurso para el pago de facilitadores ya había sido recibido por dicha Universidad, pero que los pagos no se podían realizar debido al cambio de rector de la institución, ya que los contratos de los facilitadores tenían el nombre del rector saliente (Israel Jerónimo López) y que debían generar nuevos contratos para que los firmara el rector entrante (Noé Molina Rusiles, quien recibió su nombramiento como rector desde el 1 de julio de 2012). Parece increíble que para hacer nuevos contratos se tardaran 3 meses y, peor aún, que no hayan previsto esa situación desde julio. Durante ese tiempo se solicitó información al Departamento de Contabilidad, pero nunca más se tuvo comunicación con la licenciada García, a quien, evidentemente, la secretaria del área, Lilia Hernández, negaba. Misma que reiteradamente mencionó que el retraso en los pagos no era responsabilidad de la UTN y que todo dependía de la Unadm. Así, durante 3 meses, varios “servidores públicos” de ambas instituciones achacaban la responsabilidad a su contraparte. Ante la falta de información se le solicitó a Lilia Hernández hablar con Jorge Arturo Castaño (profesional técnico en administración), director de Administración y Finanzas de la UTN. Las respuestas fueron siempre las mismas: “se encuentra de viaje en Toluca” o “su agenda es muy apretada”. Se solicitó una cita con el licenciado Castaño, la cual nunca fue otorgada, y Lilia Hernández me indicó que sin ésta no se permite el acceso al campus.

Una vez que se realizó el pago, los facilitadores se encontraron con la desagradable sorpresa de que en esta ocasión no se les pagaba un cuatrimestre sino un trimestre, es decir, se les recortó su salario en 1 mes, lo que no quiere decir que no hayan trabajado los 4 meses, pues el cuatrimestre en cuestión inició el 23 de abril, de acuerdo con un comunicado emitido vía correo electrónico por la entonces responsable del Área Académica, la maestra Soila del Carmen López Cuevas, y aunque en éste se señalaba que finalizaría el 13 de julio, en realidad culminó con la entrega de actas entre el 17 y el 27 de agosto, mismas que, de acuerdo con instrucciones de supervisores y coordinadores de la Unadm, debían ser impresas después del 14 de agosto (se tiene copia de los documentos, además de evidencias que demuestran que los facilitadores estuvieron en activo del 13 de julio y hasta el 27 de agosto en actividades de revisión, evaluación, atención de alumnos y elaboración de las actas finales de calificaciones). Lo anterior certifica que los facilitadores trabajaron del 23 de abril al 27 de agosto, en suma, 4 meses y no 3. Cabe señalar que dichas actas tienen la leyenda de cuatrimestre y no de trimestre. Así, sin mediar explicación, el cuatrimestre se convirtió en trimestre en lo que debe ser considerado como un atraco a los facilitadores. Entre los trabajadores de la Unadm (omito nombres para evitar represalias) se habla de que los cuatrimestres se han vuelto trimestres por una decisión de las áreas Administrativa y Académica sin sustento y sólo para efectos de pago, pues ellos siguen trabajando 4 meses.

Aunque no se ha emitido un aviso oficial para la reducción del periodo escolar, eso ya es una práctica común. Cabe señalar que con esta decisión la Unadm viola su normatividad, pues en el oficio circular DGAIR/ 031/2010 y con fundamento en lo dispuesto por los Artículos 3 y 5 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 1, 2, 7, 9, 10, 11, 12, 14, 33 (fracciones I y II y último párrafo), 37, 46, 47, 49, 50, 60 al 64 de la Ley General de Educación; el artículo 41, fracciones I y II, del Reglamento Interior de la SEP, la Unadm suscribió las Normas de Control Escolar, aplicables a los servicios educativos del tipo superior que imparte la Subsecretaría de Educación Superior, en la modalidad no escolarizada (abierta y a distancia), que específicamente en su Norma 1.6 Estructura General del Plan de Estudios establece que “el modelo educativo cuenta con las siguientes características: los programas del nivel técnico superior universitario se cursarán de forma ordinaria en 2 años, en tanto que los de licenciatura tendrán una duración de 4 años. La estructura académica de los planes y programas de estudio será cuatrimestral” (www.controlesco lar.sep.gob.mx/images/pdf/Normas/superior/educabiertad.pdf). Documento aún vigente en la página de la SEP: no se tiene ningún otro al respecto de la educación a distancia. Aparte del despojo económico a los facilitadores, se debe de pensar cómo se solventará el tiempo de la educación de los alumnos si ahora se le recorta 1 mes a su educación.

Ante el constante y prolongado retraso en los pagos y si el presupuesto de la Unadm es asignado para su gasto económico corriente del año en turno (como ya se mencionó en el número 317 de Contralínea), desde las áreas Académica y Administrativa se retenían las procedencias de pago sin razón alguna y ahora el recurso económico es también retenido en los centros de pago, como en el caso de la UTN, entonces cabe hacernos una pregunta: ¿qué pasa con los intereses generados por el dinero cuando está en las cuentas bancarias de la Unadm y de los centros de pago? Parecería trivial hablar de esto, pero si se considera que la Unadm cuenta con 2 mil 940 facilitadores, como aparece en el Anuncio Programático Presupuestal 2013, de la Dirección General de Presupuesto y Recursos Financieros de la SEP, K00 Universidad Abierta y a Distancia de México E0 45 Universidad Virtual, en su página 5 (http://sippac2013.sep.gob.mx/anunciopp2013SEP/OrganosDesconcentrados/URs/K00/matrizIndicadores.PDF) y que sus pagos por cuatrimestre eran de alrededor de 28 mil pesos, estamos hablando de poco más de 82 millones de pesos, por lo que los intereses generados por esa cantidad ascienden a una suma significativa, y más cuando los retrasos son de varios meses ¿Qué nos pueden decir al respecto las áreas de Administración de la Unadm y la UTN?

Algunos facilitadores han revelado (omito nombres para evitar represalias) que además de lo anterior, las autoridades académicas y administrativas tomaron otra sorprendente y desatinada decisión que se ha llevado a cabo desde el cuatrimestre 2012-03, y ésta fue solamente asignar un grupo a cada facilitador a pesar de que desde el inicio del proyecto y hasta el cuatrimestre (perdón, trimestre) 2012-02, los facilitadores eran responsables de dos grupos, cada uno de entre 25 y 30 alumnos. Y aunque ese hecho no está consignado en la página electrónica de la Unadm, en el mismo Anuncio Programático se establece que la matrícula asignada a cada facilitador debe ser de aproximadamente 60 alumnos. Con lo que se podría pensar que esa decisión ha sido acorde con la de recortar el cuatrimestre a trimestre, al disminuir al mismo tiempo el número de alumnos y en consecuencia el salario de los facilitadores. Pero no, aunque parezca increíble, ahora los facilitadores deben atender un grupo que en el mejor de los casos es de 75 alumnos y en otros llega hasta los 90, lo que en realidad implica atender tres grupos de los originales en un lapso de 3 meses y no de 4, lo que invariablemente disminuirá la ya de por sí deficiente preparación de los estudiantes. A este respecto cabe una reflexión, si los alumnos inscritos al primer cuatrimestre de 2013 son 49 mil, así se consigna en el Anuncio Programático (página 2), y los profesores son 2 mil 940, y los estudiantes toman máximo 4 materias por trimestre (www.unadmexico.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=268&Itemid=232), entonces cada facilitador debe atender un promedio de 66 alumnos, lo que está completamente de acuerdo con lo señalado en el Anuncio Programático. ¿Entonces por qué ahora a cada facilitador se le están asignando de 75 a 90 alumnos? Existen dos posibles respuestas: 1. Hay facilitadores que tienen más alumnos que otros, lo cual no sería equitativo; y 2. La cifra de 2 mil 940 facilitadores no es correcta. Para no especular al respecto, el rector de la Unadm, el maestro Manuel Quintero Quintero, debe aclarar tal situación.

El sentir de varios facilitadores consultados es que cada vez se les trata peor, que sus esfuerzos y preparación no son valorados. Consideran que con el aumento de alumnos y la disminución salarial y del tiempo de cada periodo escolar se desvinculan más de la Unadm. No es de genios saber que un profesor que se siente menospreciado por la institución con la que colabora disminuirá su interés en la enseñanza y pasará de la excelencia a la mediocridad educativa. Es así que se llega a situaciones ya por todos conocidas en la relación laboral e institucional de la SEP y muchos de sus maestros: “Tú haces como que me pagas y yo hago como que enseño”. Ante la evidente discapacidad de las áreas Académica y Administrativa de la Unadm es conveniente preguntarle al maestro Manuel Quintero el porqué de tantas aberraciones administrativas y académicas en detrimento de la educación.

Fuente
Contralínea (México)