Los tres hombres más ricos de México: Carlos Slim Helú, Alberto Baillères González y German Larrea Mota-Velasco han conformado parte de su riqueza de la extracción de minerales preciosos como el oro y la plata. Una industria que tiene más de 31 000 concesiones y que deja a su paso conflictividad social y despojo.
Por una parte, el sector minero ha dejado comunidades saqueadas y contaminadas. Por la otra, ha contribuido a la riqueza de trasnacionales y de empresarios mexicanos.
Entre los casos más destacados se encuentra el de Carlos Slim Helú, el hombre más rico del mundo por cuarto año consecutivo. Su fortuna amasada a través de las telecomunicaciones y demás negocios alcanza los 73 mil millones de dólares, indica la Lista de los millonarios del mundo, publicada por la revista estadunidense Forbes en marzo pasado.
Además de contar con sus brazos financiero –Grupo Financiero Inbursa– e industrial –Grupo Carso– es dueño de América Móvil. “Otras sociedades cotizadas se centran en la minería, los bienes raíces y la infraestructura”, indica la publicación.
Es a través de la Minera Frisco que el hombre más rico del mundo entra al sector extractivista.
Esta compañía de Slim Helú es una de las que sostienen conflictos mineros en Zacatecas y San Luis Potosí, según las investigaciones Rurik Hernández.
Alberto Baillères González es el segundo hombre más rico de México y el 32 a nivel mundial. A sus 81 años de edad, la fuente de riqueza de este empresario es la minería, indica Forbes.
Con una fortuna de 18.2 mil millones de dólares, Baillères González “es dueño de un imperio diversificado controlado por su empresa matriz, Grupo Bal. Preside la segunda empresa minera más grande de México, Industrias Peñoles, SAB de CV, también de las más grandes del mundo en la extracción de plata”.
Además, el empresario controla la cadena de tiendas de Grupo Palacio de Hierro, SAB de CV; la compañía de seguros Grupo Nacional Provincial, SAB; y de fondos de pensiones, Grupo Profuturo, SAB de CV. Además, posee una participación en FEMSA, embotelladora de Coca Cola.
El tercer hombre con más fortuna en México es Germán Larrea Mota-Velasco (y su familia), que “controla el 51 por ciento del Grupo México, la corporación minera más grande del país y uno de los principales productores mundiales de cobre. La compañía cuenta con 13 minas en operación, así como 10 en exploración en México, Chile y Perú. También es dueño de más de 5 mil kilómetros de vías férreas que se extienden a través del 71 por ciento del territorio mexicano. Es conocido como el Rey del Cobre, según la revista estadunidense.
Emporio minero, manchado de sangre
Grupo México, el emporio minero de Germán Larrea, ha estado enmarcado en eventos donde se han registrado pérdidas de vidas humanas. La más significativa fue la ocurrida el 19 de febrero de 2006, cuando 65 mineros quedaron atrapados en la mina 8 Unidad Pasta de Conchos de esta empresa minera.
Luego de 85 meses del siniestro, los restos de 63 de ellos siguen entre los escombros. El 15 de febrero pasado, la organización Familia Pasta de Conchos denunció que la minería de carbón sigue siendo una de las actividades económicas más riesgosas de la industria del país.
La organización integrada por los deudos de los mineros siniestrados asegura que van 94 mineros fallecidos en pocitos, tajos y minas subterráneas de carbón, plantas de beneficio y transporte de carbón posteriores a los de 2006. Ese mismo año fallecieron 77 mineros más; otros tres, en 2007; en 2008, uno; en 2009, ocho trabajadores; en 2010, 13; en 2011, 30; y 27 mineros más, en 2012, por lo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos ha emitido cuatro recomendaciones en los últimos 7 años.
El 20 de febrero pasado, Contralínea informó, a través de su portal de internet, que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social –encabezada en 2011 por el actual senador panista Javier Lozano Alarcón– incumplió con las disposiciones normativas relacionadas con la inspección y verificación en materia de seguridad en minas subterráneas de carbón, indica el Informe del resultado de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2011, presentado ese mismo día por el titular de la Auditoría Superior de la Federación.
El Informe revela que la dependencia “no contó con un programa anual para la inspección y verificación de las minas subterráneas de carbón”.
Además, “los inspectores no cuentan con la capacitación necesaria para certificar el cumplimiento de la NOM-032-STyPS-2008, por lo que la inspección y verificación que realizan no asegura el cumplimiento de las condiciones y requisitos en la materia, en las instalaciones y en el funcionamiento de las minas, situación que no garantiza la seguridad de los trabajadores que laboran en ellas”, dictaminó el equipo encabezado por Juan Manuel Portal Martínez en la Cuenta Pública 2011.
Infografía
Parte I: En 2 años, Calderón otorgó 5 000 nuevas concesiones mineras
Parte II: En México, 35 focos rojos por minería
⇒ Parte III: Empresarios mineros, los más ricos de México
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