7-08-13
Hace una semana el diario neoyorquino “The Wall Street Journal” opinó sobre el “caso Snowden” destacando que ha sido "el mayor fracaso de la contrainteligencia estadounidense en los últimos 60 años” (1).
En su parecer el “fracaso” se produjo al “no impedir” que el ex agente de la NSA Edward Snowden difundiera mundialmente “información de seguridad nacional de los EE.UU.”.
Empero evitó señalar que la llamada “información de seguridad nacional” eran crímenes contra la humanidad cometidos por el gobierno de Barack Obama, ahora develado como gobierno totalitario.
Tampoco auscultó en las medidas de “la democracia de EE.UU.” para evitar que su gobernante se transforme en déspota, trasgreda el derecho internacional y convierta a EE.UU. en “Estado forajido” (2) –por espionaje mundial, intervenir la privacidad de la humanidad y acosar ilegalmente a presidentes, naciones y ciudadanos-.
Insólitamente, centra la gravedad del caso únicamente en que “la información fuere difundida”, y no en su aspecto medular, los delitos denunciados y la jerarquía política del responsable.
Y esa clase de criterios son los que “formadores” de opinión pública en los EE.UU. vienen difundiendo abiertamente, revelando extraña miopía.
Pero el análisis efectuado por la opinión pública internacional ha sido decisivo.
Este determinó verdades tan concluyentes, que ahora hacen imposible al gobierno estadounidense intentar justificaciones siquiera atendibles. Y estas son las siguientes:
– El gobierno de los EE.UU. ha quedado descubierto como el de un tiránico imperio que pretende imponer al planeta un “gobierno mundial”, manipulando para ello “terrorismo” y “antiterrorismo” a su interés.
– El nuevo dictador presume contar con “atribuciones” para fijar un “nuevo derecho internacional” que se sobreponga a aquél que regula las relaciones exteriores de las 198 naciones de la ONU, y a las constituciones de éstas -en lo que a la fecha sigue empeñado-.
– Los errores de Obama han acelerado el curso de la historia, iniciando el hundimiento del portaviones imperial de EE.UU. que únicamente flotaba sobre manipular la opinión pública mundial –por donde ahora zozobra- y operar una divisa sin valor –su momentáneo flotador salvavidas-.
– Existe un “Eje del Mal” (3) para cometer estos delitos, integrado por el gobierno despótico de Washington y dictaduras cómplices de la UE, que hace de Europa “el verdadero patio trasero de los EE.UU.” –según el presidente Evo Morales-.
– Se derrumbó el mito que mostraba a los EE.UU. con la falsa máscara de “nación paradigma de la libertad, democracia y derechos humanos”, que sirvió a sus gobiernos para “fiscalizar” a otras naciones por más de cuatro décadas.
– Actualmente EE.UU es el país con mayor necesidad de libertad, democracia y vigilancia de derechos humanos, al estar su población sometida al abominable espionaje, control social y supresión de derechos políticos y civiles de la “Ley Patriota”.
– La ONU debe dejar de considerar patrimonio de la humanidad a la “Estatua de la Libertad” de EE.UU., en vista que en ese país la defensa de la humanidad es objeto de persecución, pena de muerte o cárcel perpetua.
– Y finalmente que Latinoamérica –junto con Rusia- es la única región soberana y democrática del mundo que se ha opuesto frontalmente a las arbitrariedades del régimen de Obama, con planteamientos políticos y diplomáticos.
Estas realidades crean algunas interrogantes como: ¿no es acaso contradictorio que la “Estatua de la Libertad” tenga que convivir en EE.UU. con el mayor gobierno totalitario del planeta?; ¿o es que ella, debe ser reubicada en Latinoamérica en uno de los países que ofrecieron asilo definitivo a Assange y Snowden?
(1) http://actualidad.rt.com/actualidad/view/102161-caso-snowden-peor-fracaso-eeuu
(2) http://www.eldia.es/2010-10-10/criterios/criterios9prn.htm
(3) http://es.wikipedia.org/wiki/Eje_del_mal
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