En una entrevista concedida al canal de la televisión pública francesa France2 y que se transmitirá el 20 de abril de 2015 a las 20 horas, el presidente sirio Bachar al-Assad menciona las relaciones secretas que mantienen actualmente su país, la República Árabe Siria, y Francia.

Durante las últimas semanas, han podido verse señales contradictorias:

• Un emisario francés bajo control del presidente francés Francois Hollande viajó a Damasco, donde fue recibido por el jefe de los servicios secretos, el general Ali Mamelouk.

• El gobierno francés, dirigido por el primer ministro Manuel Valls, vendió a Siria mercancías por valor de varios millones de euros, a pesar del embargo decretado por París contra este país árabe.

• Al mismo tiempo, la presidencia de la República Francesa y su ministerio de Relaciones Exteriores siguen apoyando activamente
– a la organización de al-Qaeda en Siria (el Frente al-Nusra), a pesar de que fue Francia quien abogó por la inclusión de ese grupo en la lista de organizaciones terroristas de la ONU,
– y a la Hermandad Musulmana, sociedad secreta que trabaja para la CIA desde 1953 y que ya trató de derrocar la República Árabe Siria en 1982.

En 2010, Francia y el Reino Unido prepararon, por orden de Estados Unidos, los hechos que fueron presentados en los medios de difusión como una «revuelta popular» contra la República Árabe Siria y que justificarían ante la opinión pública de Occidente y de las monarquías de Golfo los 4 años de guerra a los que hemos asistido hasta ahora.

Francia y el Reino Unido son por lo tanto los primeros responsables de un conflicto internacional que ya ha dejado más de 80 000 muertos en las filas del Ejército Árabe Sirio (o sea más que las guerras de Israel) y más de 140 000 muertos entre la población civil.