La semana pasada el presidente de la República salió en defensa de su inexperto secretario de Desarrollo Social (Sedesol), Luis Miranda, un hombre de línea dura conocido por sus confrontaciones desde que trabajaba en el gobierno del Estado de México con Enrique Peña Nieto, y entre otras cosas afirmó que es un hombre que guarda una enorme lealtad al presidente y que su aportación en el gabinete es de disciplina y dedicación. Seguramente es cierto todo lo que dice el jefe del Ejecutivo de uno de sus hombres de mayor confianza desde hace muchos años, pero el punto no es que no le sea leal al presidente, el problema es que debe serle leal al país, a la población, al Congreso, a quienes debe respetar y aceptar sus críticas, las quejas y todas las observaciones que la sociedad tiene sobre su trabajo y comportamiento, porque se trata de un servidor público que le debe lealtad a todos los mexicanos y no sólo a su jefe Peña Nieto.
Por eso sorprende la respuesta vulgar de Miranda a la diputada federal Araceli Damián, quien con conocimiento de causa rectificó al secretario sobre el número de millones de mexicanos en pobreza alimentaria, pues con escaso conocimiento –porque apenas lleva unos meses al frente de la Sedesol, y por supuesto que desconoce la metodología de medición de la pobreza, los factores que influyen y, lo más grave, el número de pobres–, de tal manera que en lugar de aceptar la justa crítica de la legisladora, que por su trabajo académico es una experta en la materia, el funcionario la insultó y ofendió, con lo cual demuestra que su supuesta “lealtad” es sólo para su jefe el presidente, quien lo nombró y desde hace mucho tiempo le paga su salario con dinero público, por eso no tiene ningún respeto a la población ni al Congreso, que es otro Poder de la Unión más importante que el mismo Ejecutivo.
Ante el rechazo de varios diputados en contra de Luis Miranda, éste se vio forzado a ofrecer una disculpa a la legisladora Araceli Damián, pero ésta queda anulada cuando su jefe Peña Nieto sale a defenderlo en lugar de reprenderlo enérgicamente; y aún más nos dice el presidente de la República que se trata de un hombre leal a él, cuando su lealtad debe ser a la nación y a todos los mexicanos, más cuando se trata de una dama que desde la máxima tribuna del país hizo una pertinente corrección.
Este grotesco comportamiento de Miranda provocó que un grupo de legisladores de los partidos Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) tomaran la tribuna de San Lázaro para demandar la renuncia del improvisado secretario de Desarrollo Social.
También la diputada ofendida por las groserías de Miranda señaló que el comportamiento del funcionario del gabinete de Peña Nieto confirma su incapacidad para desempeñar ese cargo, pues evidenció su arrogancia y falta de preparación que lo han caracterizado en los cargos públicos.
Como si el gobierno de Peña no tuviera suficientes problemas con todo lo que ocurre en el país, ahora uno de sus hombres más “leales”, como él lo califica, lo ha metido en otro problema que caracteriza a su gobierno de soberbia, ignorancia y falta de compromiso con la sociedad.
Romero Deschamps “es inocente”
A nadie sorprende que la mal llamada Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI desechara la solicitud de expulsión contra el dirigente petrolero Carlos Romero Deschamps, interpuesta por trabajadores de Petróleos Mexicanos que según representa el líder.
Lo absurdo del argumento de defensa de dicha Comisión respecto de uno de los máximos representantes de los “valores morales” del partido, es que los trabajadores que presentaron la queja “no son militantes” del PRI, y en consecuencia ni siquiera entró al análisis la acusación. Pero ésta no es la única: Romero Deschamps acumula muchas por corrupción, abuso de confianza y desvío de recursos públicos; además de los señalamientos que se hicieron en la solicitud de renuncia, como son lavado de dinero y enriquecimiento ilícito.
Mientras estos encubrimientos e impunidades ocurren en el PRI, como siempre ha sido, su líder nacional Enrique Ochoa Reza declara –ante cualquier micrófono que le ponen enfrente– que de ahora en adelante se combatirá la corrupción y los abusos cometidos por miembros del partido, lo cual no sólo causa risa entre la población, sino que ya es ofensivo el nivel de corrupción e impunidad de los políticos y de los burócratas que se roban el presupuesto.
Puntos suspensivos… La periodista con más reconocimientos públicos en México y en el extranjero ha sido una vez más víctima de agresiones. El pasado 23 de noviembre dos sujetos allanaron las oficinas de Carmen Aristegui para sustraer del área de redacción, materiales periodísticos, no sin antes simular que se trataba de un robo común. Desde que la periodista hizo público el reportaje de la llamada casa blanca, una lujosa residencia propiedad de la esposa del presidente, que motivó su despido de la cadena de noticias MVS, se han acumulado denuncias, amenazas y agresiones en su contra, mientras que en todo el mundo Aristegui es reconocida por su labor de informar a la sociedad… Y ya que hablamos de agresiones contra periodistas y medios de comunicación críticos del poder, comento que dos sujetos asaltaron un automóvil de la revista Contralínea frente a las oficinas de este medio de comunicación, ubicadas en la colonia Del Carmen, Coyoacán. Las cámaras de seguridad de esta empresa periodística captaron cómo dos individuos sustrajeron del vehículo documentos personales y una mochila pertenecientes al coordinador de información Zósimo Camacho. Una más.
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