La entrega al diario danés Berlingske de una serie de documentos robados a su antiguo propietario, el banco Danske (Danske Bank), y su posterior análisis por los especialistas del Organized Crime and Corruption Reporting Project (OCCRP) han sacado a la luz la creación por Azerbaiyán de un amplio sistema de relaciones públicas ilegales.
Los documentos demuestran que, entre 2012 y 2014, Azerbaiyán hizo transitar a través del Danske Bank al menos 2 900 millones de dólares en sobornos para periodistas y responsables políticos.
Entre los personajes que Azerbaiyán remuneró ilegalmente figuran:
– Eduard Lintner, ex parlamentario alemán. En el momento de los hechos era presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.
– Luca Volonté, diputado italiano proveniente del grupo católico Comunión y Liberación. En el momento de los hechos era presidente del grupo parlamentario del Partido Popular Europeo en el Consejo de Europa.
– Kalin Mitrev, recientemente nombrado director del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo. Esposo de la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.
– Zmago Jelincic Plemeniti, ex contacto de los servicios secretos británicos, líder de la extrema derecha eslovena.
Pero esas revelaciones son tan intencionales como el programa de sobornos destinado a esconder los crímenes del presidente Aliev ya que Washington financia indirectamente el OCCRP, cuyas investigaciones se concentran en todo lo que pueda perjudicar a Rusia y a los países y personalidades que respaldan su política. Esta investigación se publicó en una decena de grandes diarios de Europa occidental. El diario danés Berlingske pertenece ahora al magnate belga Christian Van Thillo.
En julio pasado, la Red Voltaire se hizo eco en este mismo sitio web de la investigación de la periodista búlgara Dilyana Gaytandzhieva, que revelaba la existencia de un gigantesco tráfico de armas a través de Azerbaiyán, en el que estaban implicados los gobiernos de al menos 17 países, al principio por cuenta de la CIA y luego del fondo de inversiones estadounidense KKR [1].
Pero, como eran acusatorias para Estados Unidos, el OCCRP no se interesó por esas revelaciones.
En cambio, los servicios secretos búlgaros detuvieron a la periodista Dilyana Gaytandzhieva. Esta se negó a revelar la identidad de su fuente en el seno del gobierno de Azerbaiyán y ahora acaba de ser despedida del diario donde trabajaba, Trud, a pesar de que ese mismo cotidiano se atrevió en su momento a publicar su investigación.
“The Azerbaijani Laundromat”, Organized Crime and Corruption Reporting Project, 5 de septiembre de 2017.
[1] «Armamento por miles de millones de dólares utilizado contra Siria», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 18 de julio de 2017.
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