Es pública mi actuación última: en 4 radios (RBC, de Lima; RPP, de Trujillo; Santa Mónica, de Chota y La Voz de la Calle, de Trujillo) y el periódico Diario UNO, de Lima), contra el inconstitucional, ilegal, antirreglamentario y delictivo derecho de gracia concedido al aún procesado, por delitos de lesa humanidad, ALBERTO FUJIMORI FUJIMORI.
Tal calificación jurídica: “lesa humanidad” fue hecha por la Corte Suprema de Chile, en febrero del 2017, al extraditar en forma ampliada al personaje mencionado. Así consta en el expediente N° 649-2011, que gira ante la Sala Penal Nacional, Colegiado B, a cuya audiencia de control de acusación fiscal y aplicación o no del derecho de gracia en mención, del viernes 26 de enero último, asistí y fui singularmente fotografiado (¿seguimiento?), tal como aparece en la foto adjunta.
Como reacción descontrolada, que constituye terrorismo blanco, alimentado sin duda por el estado de libertad que hoy goza y que ha sido concedido al citado procesado, sufro un asedio telefónico descomunal, seguramente con fines inconfesables, nefandos o vitandos, al que nos tenía habituados el gobierno del mismo Fujimori, los años 90. El 2-10-1997, por ejemplo, asaltaron mi oficina y se llevaron solo el disco duro de mi computadora, pues los cacos “comunes” solo buscan ese “botín”.
El día de ayer, comenzó el asedio alevoso a las 11.58 de la mañana, desde cuatro (4) teléfonos diferentes, aparentemente fijos y parecidos: 8705022, 8705069, 80705072 y 7154100.
La primera llamada provino del 870-5022, 11.58 AM; la segunda, del mismo 870-5022, 12.00 del día; la tercera, del 870-5069, 12.01 PM; la cuarta, del 870-5072, 12.03 PM; la quinta, del mismo 870-5072, 12.04 PM; y la última, del 715-4100, 4.11 PM.
Como se advierte, me hicieron una llamada tras otra, cambiando de un número a otro y marcando mi teléfono fijo y uno de mis celulares.
Por el tipo de números telefónicos, es fácil colegir que se trata de una organización criminal que renta, controla o administra una serie casi seguida de registros: 5022, 5069 y 5072, alquilados uno tras casi en forma inmediata del otro, en pequeño espacio de tiempo, de la misma serie 870.
Esto demuestra que las empresas telefónicas (MOVISTAR, CLARO y ENTEL) tienen perfecto conocimiento de los usuarios, si es que no son ellas mismas las infiltradas o actuantes en concierto de voluntades o quizá complicidad primaria. A mi juicio, una mafia que usa teléfonos.
Desde una ciudad diferente a Lima, hice llamar a tales números, pero jamás hubo una respuesta de ninguno de ellos. Luego que escuchan las timbradas, descuelgan el auricular, no dicen ni una palabra y se quedan mudos, en silencio, hasta que se les corta.
Pido a quienes leen esta nota, y me conocen en persona, que hagan llegar hoy mismo, con premura, esta DENUNCIA PÚBLICA, al fiscal provincial penal de turno. ¡Quizá pasado mañana sea demasiado tarde!
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