La aviación israelí bombardeó un centro de investigación militar sirio en Jamraya, cerca de Damasco, la capital siria, el 6 de febrero de 2018 [1].
Israel justificó la operación afirmando que su objetivo era eliminar un centro de investigaciones sobre armas químicas.
Pero el secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, refutó la justificación israelí al declarar a un periodista de Newsweek que no existe prueba alguna de que Siria haya utilizado armas químicas en algún momento [2].
La realidad es que en el centro de Jamraya estaban trabajando técnicos iraníes encargados de la adaptación de sistemas de guías de precisión para misiles de largo alcance.
Los militares israelíes temen que Irán ayude a Siria a recuperar el Golán que Israel ocupa ilegalmente a la luz del derecho internacional. Al menos eso parece indicar el hecho que el ejército israelí publicó, en la noche del 11 de febrero, un mapa, rápidamente retirado de la circulación, donde el Golán no aparece identificado como parte de Israel sino como «territorio en disputa»
Según la versión israelí de lo ocurrido el 6 de febrero, un drone (avión no tripulado) proveniente de una base iraní en Palmira (Siria) sobrevoló el Golán ocupado y fue derribado por Israel, que inició entonces un ataque aéreo para destruir 7 objetivos iraníes en suelo sirio. Un F-16 israelí fue derribado por la defensa antiaérea siria cuando esta respondió al ataque aéreo israelí.
[1] «Cruce de señales entre Irán e Israel sobre el Golán ocupado», Red Voltaire, 8 de febrero de 2018.
[2] “Mattis Admits There Was No Evidence Assad Used Poison Gas on His People”, Ian Wilkie, Newsweek, 8 de febrero de 2018.
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