Jared Kushner y Jason Greenblatt, colaboradores del presidente estadounidense Donald Trump, iniciaron una gira por el Medio Oriente, donde visitarán Israel, Jordania, Egipto, Arabia Saudita y Qatar. No tienen previsto visitar los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania, ni Siria.
Tanto Jared Kushner, yerno del presidente Trump, como Jason Greenblatt son judíos ortodoxos. No tienen experiencia diplomática pero el presidente estadounidense les confió la elaboración de un plan de paz de Estados Unidos para el Medio Oriente y no rinden cuentas al Departamento de Estado sino directamente al propio Trump.
Kushner y Greenblatt viajan al Medio Oriente en momentos en que el embajador de Estados Unidos en Israel, David Friedman (en el centro de la foto), se halla en Washington para consultas de rutina. El embajador Friedman, también es judío ortodoxo y sus posiciones extremistas son de notoriedad pública.
El plan estadounidense debería basarse en la «solución de los dos Estados» y el Estado palestino sería probablemente resultado de una fusión entre Jordania y Cisjordania con un barrio de Jerusalén como capital (Abou Dis y quizás Jabel Mukaber, Issawiya y Shuafat).
El objetivo de ese plan es mejorar la situación de los palestinos, pero sin satisfacer todas sus aspiraciones. El actual jefe de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ya está en campaña contra ese plan de paz, no así la mayoría de las facciones palestinas –incluyendo un ala de al-Fatah y el Hamas, que apoyan la propuesta estadounidense.
En Occidente, Francia, Suecia y el Reino Unido también tratan de torpedear el plan de la administración Trump, que al parecer se hará público a finales de julio.
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