Decenas de kilogramos de pescado –incluidos salmón, camarón, pulpo y calamar–, y de carne de res, cerdo y pollo son algunos de los insumos que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) tiene planeado adquirir con cargo a su presupuesto de 2019. Pero también como alimentos incluye compras de postres, botanas, refrescos y bocadillos.
Con la llegada de la “cuarta transformación” al poder, los mexicanos imaginamos que ya no se utilizaría el dinero público para comilonas, vestuario, viajes en primera clase y demás lujos para los servidores públicos, pero aún se goza de estos privilegios en ciertos organismos, como el CNI.
Ejemplo de ello es que en este 2019, el “nuevo” Cisen gastará 25 millones 656 mil 347 pesos en alimentación de su personal, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió este 30 de abril que en su gobierno los funcionarios ya no se dan la “gran vida” a costa del erario.
Para las banquetes de los agentes del CNI se incluyen compras como: 25 mil 180 kilos de carne en canal de ganado bovino, por 3 millones 942 mil 908 pesos; 30 mil 50 kilos de pollo fresco, por 2 millones 277 mil 51 pesos; 16 mil 885 kilos de carne en canal de ganado porcino, por 1 millón 626 mil 676 pesos; y 700 unidades de carne de bovino preparada y/o enlatada, por 128 mil 625 pesos.
En pleno año de austeridad republicana, ¿qué otra institución, incluida la Presidencia y las secretarías de Estado, mantiene este tipo de privilegios de dar de comer (incluidos los desayunos) a su personal? Es, sin duda, como dice el presidente, parte de las herencias del pasado que aún no ha podido erradicar pero en las que debería ponerse atención. Sobre todo viniendo de un órgano tan opaco y con tanto derroche como lo fue el Cisen.
Ahora convertido en CNI, sus gastos de comedor incluyen 4 mil 802 kilos de pescado sin especificar de qué especie, por 1 millón 749 mil 761 pesos; 1 mil 562 kilos de salmón, por 715 mil 880 pesos; 860 kilos de camarón, por 329 mil 973 pesos; 310 kilos de mojarra, por 39 mil 60 pesos; 35 kilos de pulpo, por 7 mil 718 pesos; 10 kilos de calamar, por 1 mil 470 pesos. Para complementar, 1 mil 637 kilos de atún preparado y/o enlatado, por 334 mil 366 pesos.
Otra compra importante es la de agua embotellada para beber. Y es que en este año el Centro planea gastar 300 mil 565 pesos, en 63 mil 100 botellas para sus 3 mil 600 empleados.
El CNI también adquirirá a lo largo de este año 8 mil kilos de huevo, con un costo para el erario de 352 mil 800 pesos; 115 mil 859 piezas de pan blanco y de dulce, por 811 mil 489 pesos; y 36 mil 300 piezas de yogurt, por 189 mil 767 pesos.
Como complementos para el desayuno, se comprarán 45 mil 300 jugos de frutas envasados o enlatados, por 378 mil 457 pesos; 1 mil 800 kilos de embutidos de pollo y puerco, por 424 mil 662 pesos; 2 mil 400 kilos de jamón, por 372 mil 120 pesos; 1 mil 340 kilos de salchicha, por 106 mil 932 pesos; y 750 kilos de tocino, por 66 mil 938 pesos.
Además de los jugos, los agentes también beben leche pasteurizada, condensada y evaporada; té, y café soluble, molido, en grano y tostado. Y comen platos de frutas que incluyen higos, fresas, plátanos, duraznos, granadas, melón, manzana y perón.
La canasta alimentaria de los agentes del CNI también incluye frituras, golosinas, postres, bocadillos y refrescos. Por ejemplo, en 10 mil 720 paquetes de botanas gastará 139 mil 745 pesos; en 2 mil 300 paquetes de frutas en conserva, 156 mil 849 pesos; en 2 mil 842 cajas de galletas, 242 mil 323 pesos; y en 8 mil 500 bocadillos, 136 mil 605 pesos.
Gastos similares son los de 73 mil 763 pesos en gelatinas; 56 mil 839 pesos en helados, y 20 mil 580 pesos en flanes. O los 279 mil 298 pesos que destinará a la compra de 26 mil 450 botellas de refresco, o las 51 mil 610 golosinas, por 407 mil 705 pesos.
Para este servicio de comedor también se adquieren verduras, legumbres, hortalizas, especias, quesos, todo con cargo al erario. Y se tienen gastos asociados sin especificar, como la adquisición de alimentos para personal en labores de campo y productos alimenticios para personal derivados de actividades externas, por un total de 180 mil 800 pesos. Así como la compra de vajillas, vasos, utensilios, cacerolas, canastas, tortilleros e incluso desechables, por un total de 468 mil 302 pesos.
El compromiso del presidente López Obrador ha sido muy claro: no se puede tener un gobierno rico con un pueblo pobre; entonces la pregunta es por qué el CNI no se pliega al plan de austeridad y deja de gastar en comida, viáticos al extranjero, vestuario y demás.
Con la llegada de la “cuarta transformación” al poder, los mexicanos imaginamos que ya no se utilizaría el dinero público para comilonas, vestuario, viajes en primera clase y demás lujos para los servidores públicos, pero aún se goza de estos privilegios en ciertos organismos, como el CNI.
Ejemplo de ello es que en este 2019, el “nuevo” Cisen gastará 25 millones 656 mil 347 pesos en alimentación de su personal, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador insistió este 30 de abril que en su gobierno los funcionarios ya no se dan la “gran vida” a costa del erario.
Para las banquetes de los agentes del CNI se incluyen compras como: 25 mil 180 kilos de carne en canal de ganado bovino, por 3 millones 942 mil 908 pesos; 30 mil 50 kilos de pollo fresco, por 2 millones 277 mil 51 pesos; 16 mil 885 kilos de carne en canal de ganado porcino, por 1 millón 626 mil 676 pesos; y 700 unidades de carne de bovino preparada y/o enlatada, por 128 mil 625 pesos.
En pleno año de austeridad republicana, ¿qué otra institución, incluida la Presidencia y las secretarías de Estado, mantiene este tipo de privilegios de dar de comer (incluidos los desayunos) a su personal? Es, sin duda, como dice el presidente, parte de las herencias del pasado que aún no ha podido erradicar pero en las que debería ponerse atención. Sobre todo viniendo de un órgano tan opaco y con tanto derroche como lo fue el Cisen.
Ahora convertido en CNI, sus gastos de comedor incluyen 4 mil 802 kilos de pescado sin especificar de qué especie, por 1 millón 749 mil 761 pesos; 1 mil 562 kilos de salmón, por 715 mil 880 pesos; 860 kilos de camarón, por 329 mil 973 pesos; 310 kilos de mojarra, por 39 mil 60 pesos; 35 kilos de pulpo, por 7 mil 718 pesos; 10 kilos de calamar, por 1 mil 470 pesos. Para complementar, 1 mil 637 kilos de atún preparado y/o enlatado, por 334 mil 366 pesos.
Otra compra importante es la de agua embotellada para beber. Y es que en este año el Centro planea gastar 300 mil 565 pesos, en 63 mil 100 botellas para sus 3 mil 600 empleados.
El CNI también adquirirá a lo largo de este año 8 mil kilos de huevo, con un costo para el erario de 352 mil 800 pesos; 115 mil 859 piezas de pan blanco y de dulce, por 811 mil 489 pesos; y 36 mil 300 piezas de yogurt, por 189 mil 767 pesos.
Como complementos para el desayuno, se comprarán 45 mil 300 jugos de frutas envasados o enlatados, por 378 mil 457 pesos; 1 mil 800 kilos de embutidos de pollo y puerco, por 424 mil 662 pesos; 2 mil 400 kilos de jamón, por 372 mil 120 pesos; 1 mil 340 kilos de salchicha, por 106 mil 932 pesos; y 750 kilos de tocino, por 66 mil 938 pesos.
Además de los jugos, los agentes también beben leche pasteurizada, condensada y evaporada; té, y café soluble, molido, en grano y tostado. Y comen platos de frutas que incluyen higos, fresas, plátanos, duraznos, granadas, melón, manzana y perón.
La canasta alimentaria de los agentes del CNI también incluye frituras, golosinas, postres, bocadillos y refrescos. Por ejemplo, en 10 mil 720 paquetes de botanas gastará 139 mil 745 pesos; en 2 mil 300 paquetes de frutas en conserva, 156 mil 849 pesos; en 2 mil 842 cajas de galletas, 242 mil 323 pesos; y en 8 mil 500 bocadillos, 136 mil 605 pesos.
Gastos similares son los de 73 mil 763 pesos en gelatinas; 56 mil 839 pesos en helados, y 20 mil 580 pesos en flanes. O los 279 mil 298 pesos que destinará a la compra de 26 mil 450 botellas de refresco, o las 51 mil 610 golosinas, por 407 mil 705 pesos.
Para este servicio de comedor también se adquieren verduras, legumbres, hortalizas, especias, quesos, todo con cargo al erario. Y se tienen gastos asociados sin especificar, como la adquisición de alimentos para personal en labores de campo y productos alimenticios para personal derivados de actividades externas, por un total de 180 mil 800 pesos. Así como la compra de vajillas, vasos, utensilios, cacerolas, canastas, tortilleros e incluso desechables, por un total de 468 mil 302 pesos.
El compromiso del presidente López Obrador ha sido muy claro: no se puede tener un gobierno rico con un pueblo pobre; entonces la pregunta es por qué el CNI no se pliega al plan de austeridad y deja de gastar en comida, viáticos al extranjero, vestuario y demás.
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