Rusia negoció un acuerdo entre las YPG kurdas y la República Árabe Siria. Representantes de las YPG (Unidades de Defensa del Pueblo, milicia armada kurda) se reunieron con ese fin este domingo 13 de octubre en la base aérea rusa de Hmeimim, en Siria.
Durante el encuentro, las YPG kurdas aceptaron la autoridad de la República Árabe Siria y renunciaron a la obsesión francesa de crear un Estado kurdo, llamado «Rojava», en suelo sirio, lo cual implicaba el desplazamiento forzoso de los pobladores asirios y árabes de esos territorios.
Después de tomar nota de esta voluntad de reconciliación, la República Árabe Siria se comprometió a garantizar la protección de sus ciudadanos kurdos y ordenó el despliegue de tropas sirias en el noreste del país. No se descarta la posibilidad de enfrentamientos entre tropas turcas y sirias.
En Washington, ante la posibilidad de que las tropas turcas extiendan sus operaciones militares más allá de la franja de territorio de 32 kilómetros de profundidad en suelo sirio, a partir de la frontera turco-siria, el secretario de Defensa, Mark Esper, ordenó el repliegue hacia Irak de las fuerzas estadounidenses ilegalmente desplegadas en Siria –estimadas en un millar de militares.
En las ciudades sirias de Manbij y Hasaka, ambas fuera de la franja de territorio donde Turquía espera crear su «zona de seguridad», la población salió a las calles para festejar el despliegue ya iniciado de las tropas sirias en el noreste del país.
Celebraciones similares se registraron en Qamishli, ciudad siria de mayoría asiria, que el gobierno turco se comprometió a no ocupar, aunque se halla a menos de 30 kilómetros de la frontera turco-siria.
Mientras se desarrollaba la reunión entre los representantes de las milicias kurdas y de la República Árabe Siria en la base aérea de Hmeimim, aviones rusos provenientes de esa base bombardeaban posiciones de al-Qaeda en la región de Idlib.
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