En Estados Unidos, el gobierno federal es responsable de la defensa nacional y de la política exterior, así como de la represión de los crímenes federales y de juzgar a los autores de esos crímenes. El nuevo presupuesto estadounidense prevé el cierre de las grandes agencias cuyo papel tendría que ser asumido, según la Constitución, por las autoridades de cada Estado. Sin embargo, aunque se prevé el regreso de las tropas estadounidenses desplegadas en el Medio Oriente y en África, no habrá reducción de las sumas asignadas a los gastos militares de Estados Unidos. En realidad, es lo contrario, Washington incrementará sus arsenales.
El Presupuesto para el futuro de América, que el gobierno de Estados Unidos acaba de presentar muestra cuáles son las prioridades de la administración Trump para el año fiscal 2021 (que comienza el 1º de octubre de este año 2020).
Primero que todo, reducción de los gastos sociales. Por ejemplo, el nuevo presupuesto federal reduce en un 10% la asignación solicitada por el Departamento de Salud y Servicios Sociales. Eso sucede precisamente cuando las cifras de las autoridades sanitarias estadounidenses muestran que entre octubre y febrero se registraron en Estados Unidos 10 000 fallecimientos causados por… la gripe, en una población de 330 millones de personas.
Esa información no aparece en los grandes medios de prensa que, en cambio, desencadenan una gran alerta mundial por los 1 770 fallecimientos provocados por el coronavirus en China, país que cuenta 1 400 millones de habitantes y que ha sido capaz de adoptar muy rápidamente medidas excepcionales para limitar los daños que la epidemia pudiera provocar.
Resultan particularmente sospechosos los objetivos reales de la campaña mediática que trata de sembrar el terror sobre todo lo que viene de China cuando, entre las razones que supuestamente justifican el nuevo presupuesto de Estados Unidos, leemos que «América tiene ante sí el desafío que representan Estados nacionales rivales que resurgen, como China y Rusia».
Se acusa a China de «desarrollar una guerra económica con cíber armas contra Estados Unidos y sus aliados» y de «querer amoldar a su propia imagen la región indo-pacífica, crítica para la seguridad y los intereses económicos de Estados Unidos». Así que, para que «la región sea libre de la maléfica influencia china», el gobierno de Estados Unidos financia con 30 millones de dólares el «Centro de Compromiso Mundial para contrarrestar la propaganda y la desinformación de China». En el marco de «una competencia estratégica creciente», el gobierno de Estados Unidos estipula que «el Presupuesto da la prioridad al financiamiento de programas que incrementan nuestra ventaja militar contra China, Rusia y todos los demás adversarios».
Con ese fin, el presidente Trump anuncia que «para garantizar la seguridad interna y promover los intereses de Estados Unidos en el exterior, mi presupuesto requiere 740,5 millardos de dólares para la defensa nacional» –pero sólo solicita 94,5 para el Departamento de Salud y Servicios Humanitarios.
La asignación al sector militar incluye 69 millardos de dólares para las operaciones de guerra en el exterior, más 19 millardos para 10 navíos de guerra y otros 15 millardos para 115 aviones de combate F-35 y otras aeronaves militares, así como 11 millardos para la modernización del armamento terrestre.
Para los programas científicos y tecnológicos del Pentágono se solicitan además 14 millardos de dólares, que serían destinados al desarrollo de armas hipersónicas y de energía directa, sistemas espaciales y redes 5G.
Estos son sólo algunos rubros en una larga lista de gastos militares –en dinero público–, lista que incluye todos los sistemas de armamento más sofisticados, con ganancias colosales para la empresa Lockheed Martin y las demás industrias militares estadounidenses.
A las cifras del presupuesto del Pentágono hay que agregar varios gastos de carácter militar que se inscriben en los presupuestos de otros departamentos del gobierno federal. Para el año fiscal 2021, el Departamento de la Energía recibirá 27 millardos de dólares destinados al mantenimiento y la modernización del arsenal nuclear estadounidense. El Departamento de Seguridad de la Patria (Homeland Security) recibirá 52 millardos para su propio servicio secreto. El Departamento de Veteranos recibirá 243 millardos (un incremento de 10% en comparación con el año 2020) para los jubilados de las fuerzas armadas.
Teniendo en cuenta todas esas asignaciones y otras más, el presupuesto militar de Estados Unidos para el año 2021 sobrepasará los 1 000 millardos de dólares [1]. Los gastos militares de Estados Unidos ejercen un efecto de motor sobre los de otros países, que sin embargo se mantienen a niveles mucho menos elevados. Aun si sólo tuviésemos en cuenta el presupuesto del Pentágono, este sería 3 o 4 veces superior al de China y más de 10 veces superior al de Rusia.
Y la Casa Blanca declara que «el Presupuesto garantiza el predominio militar de Estados Unidos en todos los campos de la guerra: aéreo, terrestre, marítimo, espacial y ciberespacial», anunciando que Estados Unidos estará próximamente en condiciones de fabricar –en 2 instalaciones separadas– 80 ojivas nucleares al año.
«El futuro de América» puede significar el fin del mundo.
Traducido al español por Red Voltaire a partir de la versión al francés de Marie-Ange Patrizio
[1] 1 millardo = 1 millones
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