En un nuevo hacia la ruptura con Rusia, el ministerio de Exteriores de Estonia confirmó la expulsión del embajador ruso. En reciprocidad, el ministerio de Exteriores de la Federación Rusa ordenó al embajador de Estonia salir del país a más tardar el 7 de febrero.
Se trata de un nuevo capítulo del enfrentamiento iniciado con la expulsión de diplomáticos rusos, justificada por el gobierno estonio como un acto tendiente a alcanzar la “paridad” entre las representaciones diplomáticas de los dos países reduciendo la misión rusa en Estonia a 8 diplomáticos y 15 trabajadores, aunque en realidad se trató de una represalia estonia por el inicio de la operación militar rusa en Ucrania.
Posteriormente, Rusia expulsó a los diplomáticos estonios de los consulados en San Petersburgo y Pskov, igualmente en reciprocidad por las anteriores expulsiones de diplomáticos rusos.
En diciembre de 2022, el Banco Central de Estonia inició la distribución pública de una moneda conmemorativa de 2 euros. Acuñada en julio, con la aprobación del Banco Central Europeo, esa moneda estonia de 2 euros rinde homenaje a la Ucrania “independiente” e incluye un eslogan nazi [1] recordando que el 30 de junio de 1941 el nacionalista integrista ucraniano Stepan Bandera había proclamado la “independencia” de Ucrania... con apoyo del III Reich [2].
El 23 de enero, el gobierno de Estonia anuncio la entrega de una ayuda militar estonia ascendente a 113 millones de euros a las fuerzas armadas ucranianas. Esa ayuda incluyó “todos los obuses FH-70 de 155 milímetros” que poseía Estonia así como obuses D-30 de 122 milímetros, municiones de artillería y lanzagranadas antitanques Carl Gustaf M2.
Además, desde el 9 de enero, Estonia se plantea la posibilidad de extender su “zona marítima exclusiva” mediante la creación de una “zona marítima contigua” en cuyas aguas los guardacostas estonios podrían abordar cualquier barco. De esa manera, debido a lo estrecho del Mar Báltico, Estonia bloquearía –en violación del derecho internacional– las entradas y salidas del puerto de San Petersburgo, la segunda ciudad de la Federación Rusa.
Es importante recordar que, en 1939, ante la posibilidad de una invasión nazi, la Unión Soviética trató de negociar con Finlandia la manera de garantizar la protección de Leningrado (la actual San Petersburgo) desde las islas del Golfo de Finlandia. El gobierno finlandés ignoró la preocupación soviética y la URSS invadió parte de la costa de Finlandia, lo cual Occidente utilizó como pretexto para expulsarla de la Sociedad de Naciones –predecesora de la actual Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Siguiendo los pasos de Estonia, Lituania anunció la expulsión del embajador ruso.
[1] Voltaire, Actualidad Internacional, n°18, 2022.
[2] «¿Quiénes son los nacionalistas integristas ucranianos?», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 17 de noviembre de 2022.
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter