El neoliberalismo penetra todas las áreas de la vida social y, por ello, plantea también una visión mercatilizada de la salud, como si se tratara de un servicio solo al alcance de pocos. Medicinas a costos excesivos, fruto de patentes injustas; desconocimiento de los saberes populares en salud; una visión parcializada que oculta la relación entre salud y calidad de vida, son otras expresiones de cómo, desde el poder, se maneja el tema.
Como una alternativa organizativa y movilizadora que toma la lucha por el derecho a la salud como prioridad, nace en nuestro país el Frente Nacional por la Salud de los Pueblos del Ecuador (FNSPE). Su trabajo, ya estructurado en varias provincias, se realiza a través de la coordinación interinstitucional y la participación comunitaria, y busca constituirse en un referente democrático y participativo que, con un criterio propositivo, cuestione las políticas en salud del FMI y los gobiernos de turno. La primera acción de carácter nacional ha sido el Encuentro por la Salud de los Pueblos del Ecuador, realizado en Cuenca entre el 17 y 18 de julio, que congregó a más de trescientos delegados procedentes de 10 provincias. El doctor Arturo Quizhpe, presidente Nacional del FNSPE, reafirma que no se trata de un evento aislado sino de un proceso que avanza paulatinamente y que tiene metas próximas, como la ampliación del número y presencia de frentes provinciales, así como el desarrollo de la II Asamblea por la Salud de los Pueblos, que se realizará en julio de 2005 en Ecuador, por iniciativa del Movimiento Global por la Salud de los Pueblos.
La temática tratada en paneles y talleres planteó una serie de conclusiones, referidas a aspectos como la lucha por la universalización de la salud, la precariedad laboral y la salud de los trabajadores, derechos y salud de las mujeres, globalización y TLC como amenazas a la salud pública, salud y sabiduría popular, jóvenes y salud. En todos ellos, el conocimiento sobre la temática se profundizó y significa pasos en la construcción de un pensamiento alternativo en salud, que rompe lo impuesto por los neoliberales y que suma comunidades e intereses de los pueblos del Ecuador.
En el contexto del encuentro, se realizó también el V Congreso Campesino Agroecológico «Sembrando Resistencia», organizado por la Red Cántaro y la Fundación Rikcharina.
El evento dio un aporte a la valorización de la agrodiversidad nativa y transmisión de los saberes relacionados, construyendo una red de «Guardianes de las Semillas» que promuevan la recuperación de las variedades que están desapareciendo pese a sus elevados valores nutritivos.
De igual manera, se posibilitó que las parteras comunitarias den su propia perspectiva cultural al nacimiento y conservación cultural. En búsqueda de la salud integral se expresaron también los niños y niñas. Más de cuatro mil escolares cuencanos se movilizaron y mediante carteles, zanqueros, música, alegorías y otros medios plantearon la búsqueda de una salud apoyada en las «A» de la esperanza y la alegría: Alimentación, Aire, Agua, Abrigo-Albergue, Amor y Arte, todos como elementos integrales y buscados de la salud de niños y adultos.
Los alcances de este Encuentro abren perspectivas a una nueva vía para las alianzas de los de abajo, para enfrentar al neoliberalismo desde otro ámbito y para posicionar a la salud como un derecho fundamental que debe ser promovido y debe retornar a manos de las comunidades. La convocatoria a los sectores ligados a la prestación de servicios de salud, a los centros de formación en el área de la salud o a los usuarios en barrios y comunidades, se reafirmó, para debatir la Declaración de Principios y Propuestas y ampliar la construcción del Frente por la Salud de los Pueblos.
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