Durante los trabajos del XLVIII Congreso Eucarístico Internacional que se llevó a cabo en Guadalajara, Jalisco, México, del 8 al 17 de octubre, el Arzobispo de Tegucigalpa, Honduras, Cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, informó de los sorprendentes resultados que tuvo la iniciativa de la Iglesia Católica para pedir a los países industrializados la condonación de la deuda externa de las naciones menos favorecidas.
Aunque en varios países fueron algunos grupos vinculados a la teología de la liberación los que su pusieron al frente de la movilización, es también cierto que los millones de firmas recabadas reflejan el clamor de la población contra los efectos de la usura rampante que corroe las economías de la región.
El prelado afirmó que la Iglesia Católica de América Latina estableció un frente común ante los países ricos, especialmente con Estados Unidos, buscando que se condone la deuda externa de todas las naciones de la región. Rodríguez Maradiaga, quien fue presidente de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (CELAM) dijo que hasta ahora el G 7 se ha negado a negociar.
«En el año 2000 entregamos al canciller alemán Gerhard Schroeder, 17 millones de firmas de todo el Continente pidiendo la condonación de la deuda externa». Al criticar tanto al Banco Mundial como al Fondo Monetario Internacional, explicó que estos organismos se crearon para promover el desarrollo global y la reconstrucción, sin embargo, ahora pareciera que sólo están cobrando intereses sobre deudas.
En el Congreso Eucarístico, que movilizó literalmente a millones de personas de más de 87 naciones del mundo, el Arzobispo de Tegucigalpa fue contundente frente a las injusticias del orden mundial, advirtiendo que las naciones desarrolladas «deben entender que si no apoyan a las naciones más pobres, otros problemas como la emigración y el narcotráfico continuarán en aumento». Si nuestra voz no es escuchada, prosiguió, «el problema es que nunca van a ser suficientes los muros y las barreras para detener la migración».
También explicó que es fundamental la unión latinoamericana para lograr estos fines, que bien pudiera darse a través de la iglesia, «pues los políticos no han mostrado un interés para ello porque dan preferencia a cuestiones económicas y no al bien común».
Reseña Estratégica es elaborada por un equipo de analistas del Movimiento de Solidaridad Iberoamericana (MSIa). ocomplo@terra.com.br
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