Pareciera otro país, éste, al finalizar el 2004, cuando la gente se lanzó a festejar -por fin- una Navidad en paz. Los desaforados políticos opositores abandonaron sus peroratas mediáticas y hasta uno puede escuchar noticias en la televisión.

Ahora, son reemplazados por los “expertos” que con otro tono -más acorde la Ley Resorte, quizá- tratan de explicar la realidad que les es adversa. Pero quizá el que tiene clara la situación sea el Presidente: la nueva batalla profunda está comenzando, el enemigo está intacto, ocupando sus posiciones, más allá de las gobernaciones, más allá de las alcaldías, más allá de lo visible, más allá de lo nacional, definió. Quizá agazapado, quizá mimetizándose camaleónicamente. “Tenemos que demoler al viejo régimen a nivel ideológico”, agregó.

Al lanzar la estrategia “Salto Adelante”, el presidente Hugo Chávez definió los diez objetivos principales de la misma: a) Avanzar en la conformación de la nueva estructura social, b) articular y optimizar la nueva estrategia comunicacional, c) avanzar aceleradamente en la construcción del nuevo modelo democrático de participación popular, d) acelerar la creación de la nueva institucionalidad del aparato del Estado, e) activar una nueva estrategia integral y eficaz contra la corrupción, f) desarrollar la nueva estrategia electoral, g) acelerar la construcción del nuevo modelo productivo, rumbo a la creación del nuevo sistema económico, h) continuar instalando la nueva estructura territorial, i) profundizar y acelerar la conformación de la nueva estrategia militar nacional, j) seguir impulsando el nuevo sistema multipolar internacional. Casi nada.

A distintos sectores del llamado campo popular ha llamado la atención que muchos de los responsables de las irregularidades o desviaciones y mala gestión gubernamental han participado en la elaboración de este documento y peor aun, parecieran ser quienes lo pondrán en práctica. “Hay algo que nos hace mucho daño a nosotros: la indisciplina. Cada quien empieza a buscar excusas para no ir, para no llegar, para no cumplir o para tapar las fallas de los demás o de él mismo en una actitud que es verdaderamente criminal para el proyecto revolucionario, ¡criminal!”, admitió el mismo Presidente.

“Cuando me dan información falsa yo pierdo confianza. Uno pierde confianza en los equipos, porque si se me presentan reportes inexactos, datos falsos, si se me ocultan cosas, si se me notifican medias verdades, ¡y eso ha ocurrido!, ¿cuántas otras cosas no serán falsas?”, se preguntó. Nos preguntamos.

Muchos consideran que solo la apropiación colectiva de las grandes líneas esbozadas por Chávez podrá garantizar que esta estrategia tenga éxito, para que realmente se profundice -y tenga continuidad- este proceso de cambios que se da en llamar Revolución Bolivariana.

Muchos tratarán de acallar las quejas de las bases y estigmatizar a aquellos que siguen luchando e tratando de hacer una sola Venezuela. Como dijera, Chávez, “el sectarismo es una de las amenazas que llevamos nosotros por dentro”.

Cuidado con el relajamiento moral, cuidado con desviacionismo, arengaba Chávez, mientras debía soportar decenas de “mensajes navideños” (de organismos) oficiales por televisión... ¿gastos superfluos, innecesarios?
Pero no hay que olvidar, me decía un viejo amigo de La Vega, que este 2005 será, también, un año de zancadillas, porque nuevamente será electoral: elección de concejales y de diputados a la Asamblea Nacional. Mientras los antiguos funcionarios miquelenistas vuelven a aparecer públicamente, los bolivarianos se preguntan quién elegirá a los candidatos.

Esperamos que al menos las dos terceras partes de ellos sean producto de consultas con las bases, aun cuando estamos conscientes que para adelantar los cambios necesarios en la estructura del poder, para poder dar el gran salto, es necesario contar con gente preparada y eficiente en la Asamblea Nacional. ¿Los mejores cuadros a la AN? Y, entonces, ¿quién en el gobierno? La falta de cuadros en el país -políticos, gerenciales, técnicos- no es nueva, pero sí es preocupante, sobre todo en función de planes de futuro.

Seguridad

Chávez eligió el escenario castrense para reiterar que luchará contra la corrupción en todas partes, "vístase como se vista y donde se encuentre", y argumentó que hay que darle guerra a la ineficiencia y a la burocracia para que las cosas salgan bien hechas y rápidas. Una de cal y otra de arena en el mensaje a las guarniciones militares: también señaló que la FAN ha aportado líderes para fortalecer la estabilidad democrática y profundizar las transformaciones revolucionarias, como lo fue su apoyo en la recuperación de Pdvsa.

El mandatario anunció que se iniciará "una nueva etapa de mantenimiento y construcción" en las Fuerzas Armadas Nacionales (FAN) y se refirió a la construcción del vehículo multipropósito Tiuna, la reparación de armamentos, la compra de radares, aviones de entrenamiento y fragatas y la compra de 100 mil fusiles en Rusia. Dijo que los militares ya cuentan con los nuevos "patriotas", uniformes diseñados en Venezuela y elaborados con tela importada de China.

Pero lo cierto es que en cada cohetazo navideño repercutía el acto terrorista que segó la vida al fiscal Danilo Anderson y la falta de respuestas a numerosas interrogantes. ¿Será tan difícil saber quiénes son los autores intelectuales? Releyendo el historial de los Guevara, por ejemplo, la gente se pregunta por qué estaban libres y tan vinculados a las fuerzas de seguridad. Este, cabe recordar, no es el primer atentado terrorista: no hay que olvidar los cartas-bomba de Ramiro Helmeyer y compañía, las peripecias del inefable comisario Henry López Sisco y el abogado Ricardo Koesling, los “aguantadores” de Vladimiro Montesinos... ¿Quién los protege?

Y mientras los índices de criminalidad caen gracias a las nuevas directivas oficiales, las heridas del criminal atentado no terminan de cerrar, y mucha gente en la frontera está preocupada por la evidente connivencia de funcionarios de organismos de seguridad del Estado con reconocidos paramilitares.

Muchos -en el país y fuera de él- han quedado “sorprendidos al saber que las fuerzas de seguridad venezolanas han estado activamente involucradas con sus homólogas colombianas en la captura de Rodrigo Granda (alias Ricardo González), miembro del equipo de relaciones internacionales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. Según se ha logrado establecer, Granda fue detenido en Caracas el 13 de diciembre pasado, y llevado al cuartel de la Disip. Horas después fue llevado hasta Colombia en el baúl de un vehículo, donde “oficialmente” se le “capturó”. Ningún proceso jurídico ni administrativo fue tenido en cuenta, en clara violación a la leyes vigentes”, señala una carta abierta de intelectuales a Chávez.

“En cuanto al conflicto interno de Colombia, consideramos que es un conflicto de ellos, y eso también debe quedar claro aquí. Ninguno de nosotros está autorizado para abrir canal alguno de comunicación con la guerrilla colombiana, nadie debe hacerlo, nadie”, dejó en claro dos meses atrás Chávez, quien se había manifestado “neutral” en el conflicto del vecino.

Hoy muchos temen que, en el marco del Plan Colombia, se esté dando otra Operación Cóndor, de exterminio selectivo de dirigentes progresistas.

Multipolaridad

El nuevo momento estratégico en lo internacional, parece signado por un incremento en la agresividad estadounidense, con nuevos intentos por debilitar al país y minar la consolidación de la naciente Unión Sudamericana de Naciones, a la que Brasil y Venezuela lograron sumar Guyana y Surinam, en un subcontinente donde aún subsisten vestigios coloniales como la Guayana Francesa y las islas Malvinas.

Tras algunos escarceos, parece consolidarse el eje Orinoco-Amazonas-Río de la Plata con la elección de Tabaré Vázquez en Uruguay y una inminente Asamblea Constituyente en Bolivia, y es clara su diferencia con el eje pro-Washington (Bogotá-Quito-Lima-Santiago). La estrategia debe ser quebrar ese eje y lograr la Unión Sudamericana.

Venezuela tiene, para esta estrategia, una serie de objetivos específicos, como Petroamérica, Petrocaribe, la Televisora del Sur, la Universidad del Sur,
Y el 2005 será otro año de viajes, para consolidar esas relaciones multipolares: después de signar convenios múltiples con Rusia y hasta un acuerdo aeroespacial con China, le tocará el turno de visitas presidenciales a India y a varios socios de la OPEP, como Nigeria y Qatar.

Las líneas son claras: “Si hay compatibilidad ideológica mucho mejor; pero si no la hay, eso no puede impedir considerar los intereses geoestratégicos y geoeconómicos de Venezuela”.