Como era de esperarse, los grandes medios de comunicación nacionales y, obviamente, los transnacionales, trataron de mostrar las divergencias mucho más que la importancia de la consolidación del MERCOSUR, un hito histórico en el proceso de integración, reafirmando el carácter del bloque como instrumento para promover el desarrollo integral de nuestros pueblos.
Y, realmente, estamos frente a un nuevo MERCOSUR, y no sólo por la renovación que significa el ingreso de Venezuela, sino porque junto con la Cumbre de los Presidentes se desarrolló una Cumbre de los Pueblos, con representación de movimientos sociales, de defensa ecología y de los derechos humanos; indígenas, campesinos, trabajadores, desocupados, pequeños y medianos empresarios, estudiantes, artistas y trabajadores de la cultura. en fin, del pueblo.
Porque las herméticas instalaciones destinadas a recibir sólo a mandatarios y sus delegaciones, dio cabida a la sociedad civil, poniendo en el centro de los debates las necesidades de los ciudadanos, generando debates sobre la identidad del bloque regional, y proponiendo debates sobre la agenda, el ritmo de la misma y la dirección y orientación del proceso de integración. Porque la construcción del MERCOSUR debe ser tarea -y así parece comprenderse ahora- compartida entre gobiernos y ciudadanía. "Somos Mercosur" es el camino hacia la democratización, el camino para darle rostro humano a un proceso que debe llegar a la ciudadanía.
La XXX Cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur) fue clausurada con la firma de varios acuerdos, entre ellos el impulso al Gran Gasoducto del Sur, con el compromiso de las naciones a construir una integración basada en la solidaridad, y con el insistente llamado a tener "paciencia" para superar obstáculos que siguen poniendo sectores conservadores para aabar con el proceso de integración.
Decía que el plato fuerte de la Cumbre era el ingreso definitivo de Venezuela al MERCOSUR. Y por ello estaban todos contentos, sonrientes. "Cuando (Hugo) Chávez entra definitivamente al Mercosur, y alguien intenta criticar, yo digo que el Mercosur ganó. Ganó un extraordinario aliado por el país que representa Venezuela sobre todo por la actitud de lealtad que tiene el compañero Chávez en las relaciones con nosotros", dijo el presidente brasileño Luis Inácio Lula da Silva mirando al bolivariano a los ojos, quien retribuyó con un aplauso.
"Muchas veces nosotros nos olvidamos de lo que éramos hace poco tiempo atrás. No hace mucho, nuestros países recuperaron la libertad y la democracia", añadió. Y quizá esto nunca debiéramos olvidarlo, sobre todo cuando muchos quieren imitar un modelo de integración europeo basado en la conciencia de la muerte de 50 millones de personas durante la segunda guerra mundial. "Más serio aún, la cabeza de nuestros dirigentes colonizada, donde Sudamérica no existía, África no existía, todas nuestras prioridades eran para la Unión Europea, para Estados Unidos, y tal vez un poquito para Japón", agregó para contextualizar la situación.
Lula, presidente pro témpore de MERCOSUR, recordó que los ricos aún continúan ricos, pero hoy difícilmente puedan hacer una reunión para discutir comercio sin tener en cuenta al Mercosur, sin considerar a China, sin tener en cuenta a la India, a Sudáfrica y otras naciones. "Tenemos que pensar que en cada país hay sectores organizados apoyando para que el Mercosur no dé resultado. Para que no consigamos hacer nuestro complejo energético, y para que otros países no vengan al Mercosur, pensando que nosotros siempre tenemos que ceder como siempre cedimos a la voluntad de los países ricos", alertó.
Y marcó que "lo que muchos aún no entendieron es que nosotros cambiamos el perfil político de nuestra América. Nosotros estamos cambiando el perfil social de nuestra América. Nosotros hoy negociamos con todo el mundo sin tener vergüenza de decir quiénes somos, lo que queremos, y al mismo tiempo, tenemos orgullo de hacernos respetar como naciones. Por esto, cuando me entra el desánimo, recuerdo lo que construimos en este escaso tiempo, pienso que hicimos una pequeña revolución en el cambio de nuestro continente", dijo el mandatario brasileño.
Por su parte, Hugo Chávez - se encargó de ponerle color al encuentro formal-, destacó el resurgimiento de la solidaridad entre las naciones, la decisión venezolana de que el petróleo y el gas sirvan como motor del desarrollo no solo de su país sino de la región, y señaló que el relanzamiento del bloque regional coloca a Latinoamérica como una "potencia mundial" y que por ello Venezuela se incorporó como socio pleno, para estar "en el mismo camino".
Quizás extrañó su corto discurso (dejó el protagonismo a Fidel Castro), en el que resaltó las problemas que ha tenido el MERCOSUR para avanzar y la decisión de todos los mandatarios de recorrer juntos el camino al desarrollo con equidad y justicia, sin exclusiones. "En América Latina hay un renacimiento. América Latina tiene todo lo necesario para ser una potencia mundial. Hagámosla. Estamos recomenzándola, más allá de nuestros problemas - Creo que estamos retomando la verdadera conciencia de la patria grande, sin ella no habría voluntad posible", aseguró.
Asimismo, el presidente boliviano Evo Morales expresó en su discurso que aspira a una mayor integración de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), de la que Bolivia es miembro, y también del Mercosur. Hay que "apostar por la integración de CAN y Mercosur para unir Sudamérica", dijo Morales y agregó que los bloques políticos y económicos deben ser una solución para las "víctimas de un modelo económico de los de arriba que saquea los recursos naturales y que nunca ha resuelto nuestros problemas económicos, los de nuestras familias y nuestros pueblos".
Y, como dirigente surgido de movimientos sociales, señaló que "es un momento histórico para la región, con la presencia de Fidel Castro, donde los presidentes se suman a la lucha de los pueblos por cambios", concluyó.
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