El bellísimo estado de Veracruz ha
caído en manos de los barones de la
droga, sobre todo a partir del saliente gobierno de Miguel Alemán Velasco.
Pero la historia no queda allí. En la edición más reciente de la revista Bajo Palabra, se advierte que a 150 kilómetros del Puerto de Veracruz, en las márgenes del Golfo de México se encuentra el municipio de
Nautla. El sitio sólo es vigilado desde las
playas durante el día. Ahí no hay más
empleo que la pesca, por cierto muy escasa.
Por eso algunos habitantes de ese paradisíaco lugar, alejado por su ubicación de la vigilancia de los gobiernos
estatal y federal, colaboran con las grandes ligas del tráfico de estupefacientes.
En Nautla el escaso progreso alcanzado viene de muy lejos, de los cientos de jóvenes que desde Estados Unidos envían
dólares. Pero, a veces, al ingreso del billete verde y a las noticias los acompañan el miedo y las amenazas.
Son cosa usual el tráfico de lanchas que trasladan cocaína, amenazas y muerte. En Nautla dominan por lo menos tres
importantes operadores de células del narcotráfico. Y tienen nombre y apellido.
El trabajo para algunos pobladores es aparentemente sencillo. Consiste en recibir los paquetes que durante la noche son arrojados de avionetas. Pero lo más
importante, y riesgoso, es conocer de quién es el cargamento porque una equivocación respecto del destinatario puede ser mortal.
Todos los narcotraficantes cuentan con gente de su confianza en las playas. Tanto los vinculados con los cárteles de Cali o Barranquilla, como los aliados de los
capos de Los Ángeles y San Diego. La ruta va de las playas de Maracaibo a El Raudal y Boquitas, en la zona costera de Nautla.Aquí es un secreto a voces que Galo Montoya Acosta es el principal operador de los grupos que controlan la zona de Los Ángeles y San Diego, los cuales recogen la droga en este litoral.
Montoya Acosta nació en Nautla. Es el cuarto de cinco hijos del fallecido Galo Montoya Patiño, alcalde del poblado en el trienio 1955-1958. Como otros miles de jóvenes emigró a Los Ángeles hace más de 15 años, en donde se relacionó con delincuentes locales. Ha sido detenido y procesado en cárceles de California. Reside, desde hace tres años, en San Diego.Aunque aquí todos saben quién es, nadie acepta haberlo conocido. Entre los pobladores prevalece el temor, nadie quiere hablar y, menos aún, que lo fotografíen o lo graben. Pero si hablan "quedito" y ofrecen datos, señalan la casa de Eréndira, hermana de Galo, ubicada en Caupopoca, la calle principal de la cabecera municipal.
Según información del Departamento de Seguridad Pública adscrito al Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la Universidad Veracruzana, Galo Montoya es
el principal operador de una red de narcotráfico que comienza en Nautla y llega hasta California.
Es una extensión del Cártel del Golfo, con operadores que por las noches recorren Playa Maracaibo, puerto de Venezuela, pasan por la comunidad de Raudal, vecina de Nautla, y avanzan por carretera hasta la frontera con Texas para continuar hacia California.También se menciona a Miguel Vergel Vásquez, Georgina Díaz Cortés, Rudy Carreón y René Palacios como personas sospechosas de complicidad con el narco.
Desde hace tres años, Costa Esmeralda se ha vestido de blanco y rojo. De cocaína y ajuste de cuentas. Catorce ajusticiamientos en menos de seis meses, entre ellos el perpetrado contra Alfonso Elegretti Mejía.Ricardo Clemente Vega García, secretario de la Defensa Nacional conoce Veracruz. Conoce la VI Zona Militar. Conoce la comandancia en donde despachó el general Luis Montiel López, coleccionista de balas, balitas y balotas.
Conoce Costa Esmeralda. Por tanto, con seguridad escuchó hablar de Galo.Vega García es amigo de Fidel Herrera Beltrán, actual gobernador veracruzano, desde hace más de una década. Hablaron durante horas en los primeros
días del gobierno de Fidel, a quien apodan El Negro.
Rafael Macedo de la Concha, fiscal de la República, también conoce Veracruz y a su nuevo gobernador. Comparte la idea de que al secretario estatal de Seguridad Publica se le dé todo el poder y el respaldo de la milicia para que, en caso de ser necesario, la Fiscalía pueda atraer asuntos de Veracruz. Rigoberto Rivera Hernández, originario de Papantla, el nuevo secretario de Seguridad
Pública de la entidad cumple con esos requisitos. Es general de división diplomado del Estado Mayor Presidencial.
Su hombre de confianza es el general Juan
Manuel Orozco Méndez, a quien nombró subsecretario de la dependencia.
La mano de Macedo de la Concha se ve en Veracruz. Ordenó que se enviaran hombres, recursos y se impusieran
medidas extremas para combatir a los señores de la droga en las costas Azul y Esmeralda, en Coatepec, Xico, Papantla, San Rafael, Nautla y Orizaba. También colocó a varios de sus allegados en el Palacio de Gobierno y en el Poder Legislativo.
La ley de la ráfaga
Noviembre 13 de 2004. Parecía una simple volcadura de un tráiler cargado de frituras en el tramo Ciudad Mendoza-Nogales de la autopista México-Veracruz. Pero no. El
camión volcó como consecuencia de una cruenta balacera entre sicarios, presumiblemente Los Z, y elementos de Seguridad Pública del estado.La pesada unidad trasladaba un millón de dólares destinados a comprar droga en
Veracruz. Un matón fue detenido, pero, pese a estar confeso del delito fue liberado mediante módica fianza en tan sólo 48 horas.
Ocho días después del enfrentamiento, un grupo de sicarios se presentó en la colonia El Bosque. Haciéndose pasar por agentes de la AFI preguntaban a los vecinos si no sabían quién había recogido un paquete con un millón de dólares. Finalmente localizaron a la familia Osorio Rodríguez, a la que amenazaron para que devolviera el dinero.
Ésta alertó a la policía, por lo que los sicarios emprendieron la retirada, pero sólo por unos días.
El 2 de diciembre regresaron. Se trataba de Los Z. Secuestraron a los jóvenes María Isabel y Lorenzo Osorio Rodríguez. Los trasladaron a la ciudad dePuebla para exigirles el millón de dólares. Como no encontraron respuesta y los liberaron. Su abuelo informó a Seguridad Pública de Veracruz del suceso, pues temía por la vida de los muchachos porque los sicarios
amenazaron con regresar por ellos.
Por consiguiente, autoridades policiacas montaron un operativo en el tramo
carretero Maltrata-Nogales. El 3 de diciembre, elementos de Seguridad Pública del estado, al intentar detener a la camioneta Nissan Xtrail modelo 2004 fueron tiroteados. El desenlace: Un muerto y un detenido. Cinco matones lograron huir en otro automóvil.
El fallecido se llamaba Abraham Espinosa, originario de Guadalajara.Tras perseguirlo, la policía consiguió aprehender a Rodolfo Arzaga Rodríguez, de 47 años de edad, originario de Chihuahua, quien confesó haber sido contratado para recuperar el millón de
dólares, trabajito por el cual recibiría 50 mil pesos.
el detenido rindió su declaración ante el Ministerio Público del Fuero Común de Ciudad Mendoza. Fue acusado de secuestro. También ante el Ministerio Publico Federal
por portación ilegal de arma de fuego. A cambió del pago de 8 mil pesos de fianza, quedó en libertad por el último delito.
El 7 de diciembre de 2004, la secretaria del
juzgado, Indira Cristina Cabrera Lara, habilitada como juez porque la titular se encontraba de vacaciones, le aplicó una fianza de 9 mil 500 pesos y 500 pesos más por sanción a Rodolfo Arzaga. Argumentó que el delito de secuestro no se consumó, pues los jóvenes fueron liberados en 24 horas. Y como el Código Penal de Veracruz establece que deben transcurrir 48 horas para que el ilícito exista, lo dejó en libertad.
La decisión provocó un escándalo en la entidad. Pues un hampón que confesó haber sido contratado por narcotraficantes para rescatar a sangre y fuego un millón de dólares producto del trasiego de estupefacientes fue liberado en menos de 72 horas.
Así están las cosas en Veracruz.
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