La Ronda de Uruguay y la OMC, legitimaron enormes subsidios para productos agrarios en países desarrollados; se establecieron topes muy altos con reducciones moderadas que llevaron a un significativo aumento de subsidios en los 90’s. La UE tiene la mayor cantidad de subsidios a productos agrarios, pero EEUU que absorbe 25, es el mayor exportador de productos básicos -trigo, maíz, algodón, arroz y oleaginosas- al mundo. A pesar que la presión internacional aumenta para que se reduzcan o eliminen estos subsidios, es poco probable que se produzcan avances significativos sobre el particular en los próximos 10 años a pesar que, de eliminarse los subsidios en los países ricos, 144 millones de personas saldrían de la pobreza en los países en vía de desarrollo (Banco Mundial).
Lo justo sería que los países en vías de desarrollo que pueden producir en sus campos esos productos sensibles, protejan los mismos de manera conveniente -sea con franja de precios, aranceles o factores relacionados a esos subsidios—; y que a la vez implementen programas de desarrollo de productividad que los lleve a ser competitivos. Si se quiere una liberalización del comercio, pues entonces que esta sea gradual y en ambos sentidos; es decir, los países en desarrollados van retirando los subsidios a la vez que los países en desarrollo van retirando la protección. Pero eso parece una utopía, así que seamos concretos en lo que se refiere al Perú, su TLC con EEUU y los productos agrarios sensibles. Tomemos el algodón, el trigo y el maíz.
Vemos como la los negociadores peruanos (Ferrero/De la Flor) sostiene que no hay que hacer algodón en el Perú, porque ha caído la producción a menos de la mitad respecto de lo que se producía en 1990 y a menos de la cuarta parte de lo que se producía 40 años atrás; en vez de preguntarse que se debe hacer para volver a esos niveles de producción que daban trabajo a miles de peruanos, cuando el Perú ponía en el mercado internacional el mejor algodón del mundo. Y ¿qué hizo Romero con el algodón pima en Piura; a quien favorecieron los $70 millones que Fujimori / Montesinos regalaron a través del famoso Programa Pima creado por Don Absalón?; desde luego a los agricultores piuranos no!!!. Esto es un crimen!!!. Si simplemente se hubieran mantenido las 100 ó 120 mil hectáreas de 1990, otra realidad estaríamos comentando, pero no; sistemáticamente se han ido matando estas plantaciones y el objetivo era y es desaparecerlas; ¿quién ordeno u ordena esto?. En Chile esto no hubiera ocurrido y de llegarse a tal situación, ya estaría en marcha forzada un programa de recuperación. Pero aquí, los textileros -peruanos ellos???- quieren importar libremente su algodón y por tanto quieren que se les libere la importación del insumo a costa del trabajo de los agricultores; ¿por que no piensan lo mismo cuando se trata p.e. de que los textiles chinos entren también liberados?: ¿la ley del embudo?.
La dupla negociadora dice que para que producir trigo en el Perú, según el MINAG se requieren 1’000,000 de hectáreas para satisfacer la demanda (creo que se les escapo un cero, pero en fin); y que no hay medios económicos para hacerlo. Incompetencia completa; Chile hace rato los hubiera hecho.
Propongamos solo 100,000 has, Perú podría producir un trigo mas competitivo que EE.UU.. De repente hablar de un millón es una barbaridad; pero 100 mil ó 200 mil?. No hay capacidad en el Perú para financiar esta pequeña extensión (aunque les parezca enorme a diminutos mentales). Y si en efecto fuera el millón de hectáreas, que bueno, habría mas trabajo para peruanos y de manera competitiva, porque en el Perú se puede producir mejor trigo que en EEUU ¿O no ministro de Agricultura? Lo que pasa es que gobierno tras gobierno el “gran importador” siempre ha vendido la idea que en el Perú no se puede producir trigo por la roya amarilla ... Que tal conciencia... Con el trigo, fácilmente podemos inmediatamente producir lo que consumimos, empleando cultivares resistentes a las royas, de corto periodo vegetativo (100 días), sembrando en las mismas tierras en que hoy se cultiva arroz (cultivo que debe pasar a la selva por su alta demanda de agua y por el daño que hace a los suelos en la Costa) y con rendimientos de 7 a 8 tm/ha, como se logró en 1986 con el cultivar LM-82 en los valles del Majes y Camaná. En Cañete el mismo cultivar produjo 5.3 tm/ha en 100 días en 1984 y por supuesto puede llegar a las 8 tm/ha. Como referencia mencionamos que en California (EEUU). Se obtienen cosechas de 8 tm/ha. Perú no está lejos de ese nivel e incluso puede superarlo.
Ya del maíz amarillo duro casi no hablan los negociadores (al menos para este lado de la mesa) porque los tímidos intentos realizados ya demostraron que aquí en el Perú se puede hacer el mejor maíz amarillo del Mundo, con altísimos rendimiento y por tanto con costos y precios competitivos. ¿cómo sería si metemos 100 mil hectáreas y auto-satisfacemos la demanda interna?.
Con 100,000 hectáreas de cada uno de estos productos (algodón, trigo y maíz amarillo duro), se generarían 1’000,000 de puestos de trabajo directos entre 6 a 12 meses plazo, con una inversión muy manejable. Y no valen las comparaciones -que hacen los negociadores para convencer a los congresistas- sobre cuantos jornales genera la producción de espárragos, palta, mandarina, pimiento, etc versus p.e. el maíz, porque este ultimo, tendrá un mercado cautivo asegurado; los otros deben competir con otros productores en el mundo por las ventanas estacionales y difícilmente se requerirá de 100,000 hectáreas en ninguno de ellos, que si se requieren en el caso del maíz.
El arroz, debe irse a la Selva, con mejores vías de acceso; es decir, no se debe proteger por lo menos en la Costa. La protección patrimonial a las azucareras, debe terminar, pues sólo se está protegiendo a las mafias que las controlan y que manejan la comercialización y el contrabando. Que las azucareras se vuelvan eficientes y/o que se transformen a la producción de etanol (producto que debería estar en la mesa del TLC, pero a nadie se le ocurre por que en el MINAG los “expertos” creen que no es rentable a partir de la caña de azúcar; que barbaridad, los brasileños -líderes en el mundo de la producción de etanol a partir de caña, deben entonces estar totalmente locos con tan sólo 80 TM/ha-año versus las más de 200 TM/h-año que se puede obtener en la Costa norte peruana; pero eso, no lo saben en el MINAG. ¿Se imaginan la competitividad del Perú en este producto?).
El periodos largos de desgravación que anuncian los negociadores, pueden ser hasta excesivos, pero bien; ojalá lo logren pero para todos los productos susceptibles de producirse en el Perú. No se debe pues engañar a la gente; y debemos ser más competentes, mejores negociadores y más peruanos.
El TLC bien negociado será bueno, nadie puede estar en contra de ello; sí se está en contra por cierto, de sacrificar la posibilidad de generar empleo sostenible y de calidad en nuestro país de manera competitiva; de entregar nuestra biodiversidad y nuestra Amazonía a intereses foráneos; y de ceder en el tema de propiedad intelectual (en este tema ¿dónde está el libre mercado?; o es que aquí lo que se aplica es el “libertinaje de mercado”; la “ley del más fuerte”).
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