«El salto trasatlántico hacia la Transcaucasia»

En la actualidad somos testigos de la estrategia estadounidense destinada a controlar las vías de comunicación y de tránsito del gas y del petróleo de la cuenca del Mar Negro y del Mar Caspio. Lo que antes servía para proteger los oleoductos y las instalaciones, se utiliza ahora para establecer un control militar y estratégico total de la región. Está en marcha un plan de militarización. Claro está que los amigos estadounidenses no han olvidado recordar que sus asociados recibirán sin falta ayuda política e internacional.
Uno de los objetivos es enfrentar las posibles ocurrencias iraníes en la esfera nuclear. Se ha previsto la creación de dos bases militares navales al lado de Bakú y en la ribera kazaja. Grandes construcciones militares controlarán la ruta que une los puertos del Sur con los del Norte del Caspio, pudiendo así bloquear los puertos iraníes.
Contrariamente a las declaraciones oficiales del presidente azeri, resulta obvio que su país no ha podido oponerse a las demandas y propuestas de Donald Rumsfeld.
El Estado Mayor de la operación Caspian guard forma soldados, dispone de nuevos radares y se han instalado nuevas plantas de telecomunicaciones cuyo radio abarca a Irán, a Armenia o a las costas rusas del Mar Caspio. Hay conflictos latentes en la región, como por ejemplo, en Georgia y en Azerbaiyán. Los efectivos y las bases podrán utilizarse sin la autorización de la ONU. Es la obra de los mismos estrategas que operan en Yugoslavia o en Irak.
No debemos olvidar que este año se celebrarán elecciones legislativas en Azerbaiyán, que serán decisivas para el gobierno actual y para el futuro del programa de los estrategas occidentales. Hombres de experiencia procedentes de Ucrania y de Georgia deben ayudar en ello. El argumento de los políticos occidentales para lograr un acercamiento entre Armenia y la OTAN es el papel de garante de esta organización con respecto a la Unión Europea. El centro analítico «Stratfor» (Strategic Forecasting) ha recomendado a los armenios que cambien radicalmente de política exterior y se unan a los Estados Unidos. En tal caso, los Estados Unidos prometen a Ereván utilizar a la OTAN como plataforma de discusión con Turquía.