«Los movimientos extremistas judíos clandestinos no son un mito»

Aunque la amplitud de sus acciones no sea nada en comparación con las de Hamas o las de la «Yihad Islámica», la existencia de organizaciones extremistas en Israel no es un mito y no debe subestimarse este peligro, tanto más cuanto que ya se han registrado casos de disparos no motivados contra palestinos por parte de radicales judíos. El Monte del Templo es la manzana de la discordia entre judíos y musulmanes. Nuestra agencia se ha infiltrado en todos los grupos extremistas conocidos y un atentado en dicho lugar está casi excluido. Hace poco, Amnon Danker, redactor jefe del diario israelí Maariv, afirmó: «Hay ex comandos y expertos en explosivos en los grupúsculos judíos clandestinos». A los profesionales los conocemos por sus nombres, uno por uno. Lo más difíciles es con los diletantes exaltados, por ejemplo con el grupo «Naarei ha-givot» (Juventud de las Colinas). Se trata de unos mil habitantes de la Judea Samaritana, de Gaza, muy agresivos. Jóvenes miembros de sociedades ultrarreligiosas, que han huido de sus familias debido a la droga, constituyen la vanguardia en las zonas que serán transferidas a los palestinos. Hablan de sus vecinos árabes como invasores, consideran a nuestros militares como extranjeros y para ellos los miembros del SAVAK son peores que los palestinos. Pueden muy bien decidirse a asesinar a Sharon. La ira va dirigida contra él, pues los demás ministros no deciden la política del gobierno, de modo que la salida de éstos no cambiará nada. El objetivo de los extremistas es envenenar la situación política lo más posible. Es el único medio que tienen para impedir la reconciliación israelo-palestina. La mayor parte de los colonos aceptan la partida, pues tendrán fuertes compensaciones. El ejército y las fuerzas especiales están preparados para una situación de fuerza mayor. Elementos fuera de control ya han tratado de actuar. Sabemos que algunos están acumulando armas y explosivos. Muchos se encuentran en prisión y tomaremos medidas profilácticas como prisión domiciliaria.