El fracaso de Europa en ganar la confianza de la nación iraní y la actitud dudosa del viejo continente referente a las cuestiones internacionales, en especial sobre el caso nuclear iraní, llevó a los países orientales a revisar sus vínculos con la Unión Europea. A partir del 11 de septiembre, les Estados Unidos tratan todos los asuntos internacionales bajo el prisma de la seguridad y ello aumenta las tensiones. Es de lamentar que la «vieja Europa», para retomar la expresión de Donald Rumsfeld, haya resultado incapaz de proponer una alternativa.
Europa sigue de forma ciega las políticas de Washington y la Unión Europea no es más que un instrumento de los Estados Unidos, perdiendo así toda capacidad para resolver los problemas del Medio Oriente. Otrora poderosa en la región, Europa abandonó su influencia regional a los Estados Unidos. La proposición de Jacques Chirac de llevar el asunto iraní al Consejo de Seguridad de la ONU ilustra la presión que el presidente francés ha sufrido del lobby sionista francés e internacional. El presidente francés decidió entonces sacrificar las buenas relaciones de Francia e Irán para calmar a los Estados Unidos y al régimen sionista.
Si Francia, el Reino Unido y Alemania hubieran intentado sinceramente resolver la crisis, hubieran podido recuperar su perdida influencia en la región. Pero los tres grandes europeos politizaron la cuestión en lugar de dialogar con Irán de buena voluntad. Los países musulmanes no perdonarán a Europa por ello e Irán va a encontrar nuevos aliados para enfrentarse a los Estados Unidos.

Fuente
Tehran Times (Irán)

«Old Europe fading from the stage», por Hassan Hanizadeh, Tehran Times, 2 de septiembre de 2005.