La troika europea ha deslizado presiones contra la República Islámica en el proyecto de resolución de la Junta de Gobernadores del Organismo de Energía Atómica (OIEA). Una vez más, los tres grandes de la UE solicitaron que se informe al Consejo de Seguridad de la ONU si Irán no renuncia a su programa de enriquecimiento de uranio. Irán no piensa ceder a ese chantaje. Las declaraciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) en la voz de su presidente Mohammed El Baradei demuestran que Teherán nunca ha realizado actividades nucleares clandestinas. En cinco informes sucesivos, el OIEA presentó el programa nuclear iraní como un programa nuclear pacífico.
Occidente está dividido; la posición pro iraní de Austria, España, Portugal e Italia es prueba de ello. Estados Unidos y el grupo de presión sionista intentan politizar el debate mientras que Ahmadineyad trata de construir un consorcio de empresas multinacionales para desarrollar el programa nuclear civil iraní. El Tercer Mundo se da cuenta de que el tema nuclear iraní es un diferendo técnico transformado, artificialmente, en un asunto político. Aún cuando el caso fuera presentado al Consejo de Seguridad de la ONU, los países occidentales tendrían las de perder. Hoy día, mil doscientos millones de musulmanes siguen el tema con atención.
«EU troika’s new threat against Iran thwarted», por Hassan Hanizadeh, Tehran Times, 23 de septiembre de 2005.
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