En mi opinión, el objetivo de la última resolución del MAGATE es llevar una vez más al gobierno iraní a dirigirse hacia la comunidad internacional. Considero que en Rusia existe unanimidad en cuanto a que Irán no infringe ninguna regla al reiniciar el trabajo en el Centro de Transformación de Uranio en Ispahan. Pienso que los respectivos gobiernos deberían preparar las negociaciones en vez de hacer declaraciones intempestivas. Se trata de encontrar una fórmula de avenencia. La suspensión momentánea de la transformación del uranio es una decisión unilateral de Irán y no el resultado de una acción jurídica. Ese punto se incorporó a los Acuerdos de París.
Muchos dicen en Irán que las negociaciones se eternizan precisamente para prologar la suspensión de la transformación del uranio, pero no se debe olvidar que la troika europea representa a todos los países de la Unión Europea y que el proceso de decisión puede llevar más tiempo que el que desearíamos. _ Es indispensable que esos tres países principales minimicen la influencia y el papel de los Estados Unidos en ese proceso. Baste señalar que la posición europea se ha endurecido a raíz de la visita de Condoleezza Rice en la primavera.
La sociedad Siemens trató de comprar las empresas rusas que participan en el programa nuclear iraní, pero el proceso se congeló. Algunos expertos ven en ello un medio para sacar a Rusia del mercado iraní, pero los alemanes también están interesados en la India y en los países de Europa Oriental, allí donde tradicionalmente están presentes las instalaciones rusas.
La posición de Rusia es muy clara, pero es indispensable resolver esta cuestión en la mesa de negociaciones. De acuerdo con el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, Irán tiene todo el derecho a controlar el ciclo del sector nuclear civil.
«важно минимизировать давление США» por Anton Khlopkov, Iran.ru, 28 de agosto de 2005. Texto adaptado a partir de una entrevista.
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