El presidente venezolano, Hugo Chávez, hoy lo dejó claro: la bronca es con Washington, no con el "pueblo hermano" de Estados Unidos.
Y lo comprobó con hechos: anunció que están por llegar 300 mil barriles de petróleo de su país a Luisiana como parte de la asistencia ofrecida a los damnificados del huracán Katrina, y adelantó que lanzará un programa de petróleo para los pobres en Estados Unidos, este invierno. Así, Chávez dejó a sus colegas internacionales en sus lujosos hoteles para dar un paseo por el Bronx.
Esta noche, en una iglesia de Manhattan, el gobernante venezolano encabezó un foro con el reverendo Jesse Jackson, el padre Roy Bourgeois -quien ha encabezado la lucha para clausurar la Escuela de las Américas- y el diputado federal del Bronx José Serrano, donde el tema fue Pobreza y justicia en nuestro mundo globalizado.
Ante unas 2 mil personas y con la presencia de líderes sindicales, religiosos -Lucius Walker, de Pastores por la Paz- y figuras como el ex procurador Ramsey Clarke, Ricardo Alarcón y otros funcionarios cubanos, tras abrazar a Jackson, Chávez declaró: "Amo al pueblo de Estados Unidos. Estoy enamorado del Bronx y de todo Nueva York. Por primera vez, hoy me he topado con el alma norteamericana. Me han bañado de amor y cariño y, como dijo José Martí, “amor con amor se paga”".
Se declaró en favor de la integración de los pueblos, particularmente entre pobres y trabajadores. Interrumpido por ovaciones de quienes también ondeaban banderas venezolanas, inició una larga plática con el público; señaló "que en la historia y la poesía hay muchas cosas vivas", y aseguró que estamos ante un "renacimiento mundial en que viejas ideas se hacen nuevas".
De ahí, comenzó un recuento de anécdotas históricas de personajes de Estados Unidos y Venezuela, y elogió a figuras como Walt Whitman, Mark Twain, Martin Luther King, quien, dijo, "sigue vivo entre nosotros". Casi al final, aseguró que ha llegado el momento de que "se rompa el silencio para que podamos vivir como iguales en un mundo de justicia y paz".
Bourgeois, de su lado, elogió a Chávez porque, cuando fueron a solicitárselo, fue el primero que canceló la participación de sus tropas en la Escuela de las Américas.
Desde que arribó a esta ciudad, el visitante no se detiene en su crítica al gobierno estadunidense y en su expresión de apoyo al pueblo de este país, en discursos ante Naciones Unidas y en múltiples diálogos con jefes de Estado, así como con líderes y representantes políticos, religiosos y comunitarios estadunidenses durante su incansable recorrido por Nueva York.
Después de provocar la única noticia por su posición disidente y su atrevimiento (junto con Cuba) de desafiar la posición de Washington en la Cumbre Mundial -evento que culminó con una declaración final débil y diluida bajo la sombra de la imposición estadunidense de un llamado "consenso" sobre la vasta mayoría de gobiernos aquí-, Chávez se convirtió en la figura más dinámica del elenco de 150 jefes de Estado reunidos aquí. Algunos comentaron que su actuación recordaba la presencia de Fidel Castro en Naciones Unidas, en 1960.
Y como Castro, salió a las calles de Nueva York. Hoy recorrió el Bronx, donde se reunió con José Serrano, diputado federal de esa zona, y visitó centros comunitarios y religiosos. Allí fue recibido por algunos que coreaban "Chávez sí, Bush no".
Anoche fue entrevistado por Ted Koppel en el programa nacional de televisión Nightline, de ABC News, donde reveló que tiene información de un plan de invasión estadunidense contra Venezuela denominado Balboa. Subrayó, no obstante, que su conflicto político es con el gobierno de George W. Bush, y no con el "pueblo hermano" de Estados Unidos.
"Hay profundas diferencias con este gobierno (de Bush)... hemos sido sujetos, Venezuela ha sido sujeta a una agresión permanente contra nosotros y contra mí", comentó Chávez a Koppel. "Este gobierno ha violado todos los protocolos de la democracia y el respeto por los pueblos. El golpe de Estado en Venezuela fue fabricado en Washington. Se ordenó mi muerte", afirmó.
Pero aseguró que "amamos al pueblo estadunidense, deseamos ser hermanos y hermanas del pueblo estadunidense, independientemente de su gobierno".
A la vez, recordó que tiene relaciones positivas con todo tipo de políticos y figuras como son Bill Clinton, varios legisladores, con el reverendo Jackson y el actor Danny Glover, con quien se encontró aquí.
Además, señaló que su gobierno esta ofreciendo millones de dólares en asistencia a los damnificados de Katrina, que su país invierte en este país, que la empresa venezolana de gasolina Citgo genera 2 mil empleos en Estados Unidos, entre otras cosas.
Sobre Balboa, aseguró que es un plan de invasión estadunidense de Venezuela, y que su gobierno cuenta con los documentos, incluyendo detalles de cuanto equipo militar sería desplegado y mapas.
Chávez se definió como soldado patriota y revolucionario. Al preguntarle Kopoel contra qué se está rebelando, respondió: "contra la ignominia, la injusticia, la desigualdad, la inmoralidad, la explotación a los seres humanos. Uno de los grandes rebeldes, a quien verdaderamente admiro: Cristo. Fue rebelde... Eso es de lo que se trata la rebelión, es amor por los seres humanos. En verdad, esa es la causa, la del amor".
En entrevista exclusiva con el periodista Juan González, del New York Daily News, Chávez informó que su gobierno está por lanzar un proyecto de enviar combustible para calefacción y diesel a precios subsidiados a comunidades pobres de Estados Unidos. "Empezaremos con un proyecto piloto en Chicago, el 14 de octubre en una comunidad mexicana-estadunidense. Después ampliaremos el programa a Nueva York y Boston en noviembre", dijo.
En Nueva York, el programa será iniciado en el sur del Bronx. Este proyecto de petróleo para los pobres, dijo, será realizado por la empresa venezolana Citgo, la cual tiene 14 mil gasolineras y ocho refinerías en este país. Su plan, como se lo contó a González, es apartar 10 por ciento de los 800 mil barriles producidos por Citgo y enviar ese combustible para su distribución directamente a escuelas y organizaciones religiosas y sociales sin fines de lucro en comunidades pobres.
El proyecto, según fuentes consultadas por La Jornada, cuenta con el apoyo de algunos líderes latinos y afroamericanos, al igual que algunos empresarios interesados. La idea es romper con hechos la imagen promovida por la propaganda estadunidense del régimen de Chávez en este país, pero también impulsar relaciones directas con sectores progresistas en Estados Unidos.
Justo en momentos cuando el precio de la gasolina y otros combustibles se están disparando aquí, tendencia ahora acelerada por Katrina, y ello provoca críticas contra el gobierno de Bush, los más afectados, como siempre, son los más necesitados. Si este programa funciona, para los pobres, Venezuela será percibida como un gobierno más solidario que el de Washington.
Los más de 150 jefes de Estado dejaron Naciones Unidas, este país y esta ciudad de la misma manera y en la misma condición (tal vez peor) en la que estaban al llegar. El presidente Hugo Chávez sigue aquí, gozando del hecho que por ahora ha cambiado los tres lugares que ha visitado, o por lo menos fue de los pocos que ofrecieron invitación al cambio.
La Jornada
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