El voto del pueblo francés del 29 de mayo reveló una aguda crisis de confianza en el proyecto europeo. Es necesario dar un nuevo impulso a Europa. Al decir no al Tratado, los franceses no le dan la espalda a 50 años de construcción europea, sino expresan su descontento y sus dudas frente a una Europa que no logra calmar sus inquietudes. Hay que reafirmar la necesidad de una Europa poderosa, factor de crecimiento y de empleos, respetando la identidad europea.
El modelo de Europa es la economía social de mercado. Renunciar a ese ideal sería traicionar la herencia europea. Por esa razón, Francia nunca aceptará ver a Europa reducida a una simple zona de libre comercio. Nuestros países se enfrentan a grandes desafíos económicos y sociales: la disminución del crecimiento, el incremento de la competencia internacional, el reto demográfico, el cambio climático y la carestía del petróleo, el auge de las presiones migratorias. Europa debe dar una respuesta a todo esto. Debe fortalecerse y para ello debe reforzar la esfera de la investigación. Alemania y Francia iniciaron grandes programas en esferas del futuro como la biotecnología, las tecnologías de la información, la nanotecnología. Propongo que extendamos esta acción a toda Europa. Sería necesario contar con los medios que pueda aportar el Banco Europeo de Inversiones.
De igual manera, Europa debe dar una respuesta a los problemas sociales de la globalización. Seremos más fuertes frente a las multinacionales que se implantan fuera del país para obtener ganancias a corto plazo, si estamos juntos. Esa política común, también debemos prepararla para el mundo del post-petróleo, para el calentamiento climático. Francia presentará a sus socios un memorando sobre esos temas a inicios del próximo año. Asimismo, la Unión Europea debe defender los intereses europeos en la OMC. Frente a las presiones migratorias, la respuesta debe también ser europea y debe ir acompañada, como lo pide Francia, de un aumento de la asistencia para el desarrollo.
Durante el Consejo Europeo de diciembre habrá que restablecer la confianza en el buen funcionamiento de Europa logrando un acuerdo sobre el presupuesto europeo 2007-2013. Francia ya participó ampliamente en la elaboración del acuerdo final, que deberá respetar los compromisos existentes. También debemos reflexionar sobre el asunto de las instituciones. El Tratado de Niza no se adapta a ello. Hay que trabajar en la reforma y crear grupos pioneros para los Estados que deseen avanzar más rápido.
«Force et solidarité : répondre aux attentes des Européens», por Jacques Chirac, services de presse de l’Élysée, 26 de octubre de 2005. Esta tribuna del presidente de la República Francesa se publicó simultáneamente en los veinticinco países de la Unión Europea, sobre todo en los diarios alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, belga Le Soir, español El País, francés Le Monde, italiano Corriere della Sera, polaco Rzeczpospolita y británico Financial Times.
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