El próximo miércoles 25 de enero se celebrarán las elecciones del Consejo Legislativo palestino, que, como es natural, tendrán determinada influencia en la orientación de la Autoridad Palestina. La participación de Hamas en estas elecciones crea una situación inédita. Si una coalición laica llegara al poder, esta podría invitar a Israel a entablar negociaciones políticas. En cambio, un Hamas fuerte podría rechazar todas las negociaciones y daría nuevas fuerzas a aquellos que en Israel prefieren iniciativas parciales y unilaterales. Cualquiera que sea el resultado, las elecciones palestinas tendrán un fuerte impacto en las elecciones israelíes que se celebrarán dentro de dos meses.
El Likud de Benjamin Netanyahu se opone a toda nueva retirada, Kadima prefiere las retiradas unilaterales, la izquierda clama por el retorno a la mesa de negociaciones, pero los laboristas se han opuesto a una división de Jerusalén y no han apoyado la iniciativa de Ginebra. En este punto, la victoria de Amir Peretz a la cabeza del Partido Laborista constituyó una bocanada de aire fresco, pero ello llevó a una parte de los laboristas a unirse a Kadima.
Este partido quiere representar al centro, algo que nunca ha funcionado bien en Israel, pero goza de apoyo debido a la hospitalización de Ariel Sharon. Independientemente del resultado, Kadima no podrá gobernar solo. Tendrá que buscar alianzas, ya sea con la derecha o con los laboristas. Y la orientación de la coalición dependerá del resultado de las elecciones palestinas.

Fuente
La Vanguardia (España)

«Dos campañas electorales», por Yossi Beilin, La Vanguardia, 22 de enero de 2006.