De ordinario, “expertos” internacionalistas, políticos, empresarios, curas e incluso psiquiatras se dan a la tarea de atribuir estas denuncias a maniobras distraccionistas, imaginación febril o desequilibrio psicológico del líder y sus seguidores. Invocan la presentación de pruebas materiales, contantes y sonantes por más que por los efectos es más que suficiente reconocer la veracidad de la denuncia. Estos cínicos confirmarán la denuncia del magnicidio sólo sobre el cadáver de Chávez o cuando la CIA desclasifique los documentos dentro de 30 años. Más grave aún es que dentro de los sectores “revolucionarios” no falten los infestados por esta campaña de banalización.

Los abogados hablan de la prueba máxima cuando el culpable confiesa la culpa. A confesión de partes, relevo de pruebas, creo que dicen. Hurgando en las entrañas del monstruo me topé con una organización que presta sus servicios al Senado de los EEUU, su nombre: Center for Security Police, y su dirección en la WEB: www.centerforsecuritypolicy.org, allí está un informe titulado “QUE HACER EN TORNO A VENEZUELA” en el cual se recoge todo el plan desestabilizador que los EEUU, Mrs. Condolencia Arroz y la CIA están aplicando contra Venezuela. Solo haré referencia a algunos puntos destacados dentro del plan de acción para no hacer muy largo este trabajo, después de todo pueden acceder a él en la dirección consignada. Estoy persuadido de que con sólo algunas referencias será suficiente para que propios y extraños no frivolicen más sobre el tema.

En el informe se da buena cuenta de cómo, desde el comienzo del gobierno de Chávez, ciertos sectores identificados claramente clamaron por ayuda a Mr. Bush para derrocar a Chávez. “Por dos años Estado Unidos (1999-2001) hizo caso omiso a las súplicas por ayuda provenientes de Venezuela. Por dos años, ciudadanos venezolanos, empresarios, líderes políticos, militares, miembros del clero y otros imploraron a la administración Bush que les diera ayuda y reconocimiento.” Ahí están bien unidos e identificados los sectores que, previa ayuda activa del gobierno de Mr. Bush, se dieron a la tarea de desencadenar los sangrientos acontecimientos del golpe de estado de abril de 2002.

Previa una larga retahíla de falsedades acerca de las conexiones con el terrorismo del gobierno bolivariano, el informe se lanza a lo que llama la “ESTRATEGIA PARA CAMBIAR EL REGIMEN”. Al grano que es el que engorda pues. Como “oportunidades y ventajas que se deben aprovechar” el plan señala la existencia de sectores propicios dentro de amplios sectores de la sociedad venezolana: “La oposición interna a la dictadura venezolana es amplia y profunda. La oposición se extiende por todo el sector petrolero, la burocracia y las fuerzas armadas”. En otras palabras, cuentan con gente dentro de la actual PDVSA, la Fuerza Armada y la burocracia que están secundando sus planes, al menos eso dicen ellos y sus razones tendrán. ¿Será que todavía alguien se llama a engaño respecto del sabotaje dentro de PDVSA o el boicot a las misiones que realizan connotados burócratas con poder, o la renovada proliferación de “contactos” en los cuarteles?

En el plan de acción aparece con claridad el papel que le corresponde jugar, por ejemplo, al “hermano” Uribe, éste debe ir concretando su expediente para el enfrentamiento con Venezuela, véase esta joya: “Colombia tiene casus belli contra Venezuela por el apoyo que el régimen le da a las FARC”. Un escenario de fácil navegación para todo el instrumental desestabilizador de los EEUU, contando, como lo hacen con que obtendrían rápido apoyo para acciones intervencionistas contra Venezuela: “Gran parte de la tradicional oposición a Washington es retórica y emocional, particularmente cuando Estados Unidos ofrece poca razón por poner en riesgo una carrera política a cambio de hacerse amigo o aliado”.

El Plan señala caminos mucho más concretos, admiten que no tendrán la necesidad de esperar por una legitimación de la invasión por parte de Naciones Unidas, les bastará con unos cuantos gobiernitos dóciles y cipayos en la región, así lo confirman: “Es posible la acción multilateral sin la ONU. No hay necesidad de que las Naciones Unidas se involucren. La Organización de Estados Americanos (OEA) es el mejor foro para el debate y la acción multilateral…”.

En la aplicación de acciones tácticas el juego de los medios para restar credibilidad al gobierno bolivariano entre el pueblo está descubierto, admitido y aclarado, lo llaman “Bonanza para la guerra informática” y con desparpajo descubre lo que hacen cada día periódicos como El Nacional o El Universal, plantas televisoras como Globovisión o RCTV, emisoras de radio como Unión Radio, por sólo mencionar algunos de entre este numeroso grupo de conspiradores: “Bonanza para la guerra informática. En el frente informático, Venezuela es un tamiz informático, un raudal de datos que, al ser recopilados con eficacia y presentados al público, alarmarían a todos menos los escépticos más intransigentes, le arrancarían al régimen el apoyo interno y externo, y clamarían por la acción inmediata. Fácilmente se podrá destruir la unidad interna de apoyo al régimen infiltrando los grupos revolucionarios y generando desconcierto y choques entre ellos. Destruir la fe en el caudillo es tarea de estos grupos que deberán ser apoyados financieramente.”

Quejumbrosos por la ineficacia mostrada hasta el momento por estos medios lacayos añaden que, ha faltado capacidad para ordenar estos “datos”, pero expresando que “no es difícil hacerlo”. No obstante, imagino que para no desanimar a estos becados apátridas, promete más y nuevos fondos para la prosecución del plan. ¡Tranquilos, Ravell y Miguel Enrique, Granier y Mata, o los llamados “grupos internos” que no les faltarán los billetes!

Plantean profundizar el plan destinado a presentar a Chávez como mentalmente inestable: “El dictador venezolano es mentalmente inestable y lleva años bajo supervisión psiquiátrica. Sobre-reacciona ante las críticas, llora en frente de los demás y sueña fantasías mesiánicas que hacen que sea no sólo vulnerable sino también peligroso”. Pero…no se detienen ahí, planifican el modo de impedir que Chávez, como respuesta a la invasión haga destruir la infraestructura nacional, especialmente la petrolera, este segmento del documento no deja lugar a dudas: “Mientras tanto, sin embargo, EEUU necesita estar preparado para actuar inmediatamente para impedir que el dictador venezolano destruya su país como parte de su desesperado intento de perpetuar su régimen. De especial preocupación es que, en un momento de crisis, el dictador venezolano pudiera caer en la tentación de destruir la infraestructura del país—sobre todo donde tal destrucción (por ejemplo, instalaciones petroleras), perjudicaría a los Estados Unidos, a otros países y a los venezolanos que se oponen a él”.

Bien, compatriotas de Venezuela, Latinoamérica y el mundo, no creo que nadie pueda seguir frivolizando con la amenaza cierta que se cierne sobre esta patria y este pueblo. No es cuestión de alarmismo o de mentes febriles. Está en sus planes, lo publican abiertamente…”a confesión de partes relevo de pruebas” y mosca porque cigarrón atora. Que nadie se llame a engaños, cada vez que se vea un “periodista” de Globovisión, un titular del Nazional, un “experto petrolero” o un “disgustado frenético”, se está viendo u oyendo a un agente del imperialismo estadounidense trabajando y cobrando para ello.