El trajín electoral ya se siente por todo el país. Los candidatos de todos los colores copan los medios de comunicación y gran parte de la vida de los barrios. Con el aumento del calor de la coyuntura, se empieza a tensionar el ambiente cotidiano: amenazas sobre los candidatos de oposición, presiones internas en los partidos entre sus liderazgos, maniobras de la embajada de los Estados Unidos, denuncias sobre participación electoral del paramilitarismo, etcétera.
Como siempre, las elecciones dibujan el país que tenemos: unos mandan – otros hacen: unos piensan – otros obedecen; unos creen ser mesías – otros anhelan que les mejoren sus vidas; unos ponen la plata y las condiciones – otros siguen obedeciendo.
Pero estas elecciones tienen un significado especial: con ellas se abren las puertas para la solución política a la guerra, o se mantienen abiertas para que el conflicto ascienda en sus extremos.
Lo que se esperaría de la izquierda en los comicios de marzo, es que tuviera la capacidad y la voluntad para develar el papel del parlamento, estimulando en los electores su dignidad y su disposición a construir un país colectivo. Actuar con respeto ante la población, sin crearle expectativas ni presentarle promesas que no puede cumplir. Y como esfuerzo fundamental, ligar estas elecciones con las presidenciales de mayo próximo, abonando el terreno para la solución política de la guerra. A continuación, distintas visiones sobre esta coyuntura.
Primer artículo
Harry Potter amenazado
¿Quién manda en Colombia? Cada que hay una coyuntura especial los gringos nos lo recuerdan. La que estamos viviendo no es la excepción. Y como siemrpe, los «dirigentes nacionales» responden ante el gringo sin vergüenza alguna. Como anhelan vivir en el Norte, la visa les pesa demasiado.
El embajador William Wood no ha roto la tradición, ordena de frente y al mismo tiempo envia mensajes subliminales. Los ‘criollos’ saben entender sus exigencias. La conversación entre el ‘cónsul’ y el senador Mario Uribe así lo permiten entrever. Nuestras fuentes más confiables tuvieron acceso a la grabación (los agentes de Estados Unidos siempre graban) de su más reciente conversación.
– W. W.: Senador, Buenos días, cómo está usted?
– Senador U: Bien, embajador.
– W.W.: Los jóvenes estudiantes, cómo están.
– Mis hijos? Bien embajador, allá estudiando en los Estados Unidos
– W.W .:El mayor es como bueno para el deporte y el menor como bueno para las actividades al aire libre
– Huy! Embajador como me tiene de chequeado, sabe más de mis hijos que yo
– W.W.: Pero si es normal, querido amigo, son visitantes a mi país y deben ser puestos bajo la mirada benévola de las autoridades, porque vienen de Medellín y uno nunca sabe.
– Embajador ¡ qué quiere usted decir?
– W.W.: Nada en especial mi querido amigo
– Pero bueno entremos en materia, Embajador.
– W.W.: He sabido que en Medellín Don Berna sigue teniendo mucho poder y a nosotros nos gustaría saber qué piensan ustedes de ésa situación.
– Embajador me sorprende... nosotros creímos que esa situación ya estaba aclarada
– W.W.: Quienes “somos nosotros” le pregunto.
– Harry Potter y todo el equipo de la escuela de magia
– W.W.: Si quiere que le sea sincero, vamos a iniciar acciones directamente contra Harry Potter.
– Embajador! Qué dice Usted!
– W.W.: Pues sí mi querido amigo. El Departamento de Estado, no puede tolerar tanta convivencia entre los narcoparamilitares y Harry Potter.
– Pero yo tenía entendido... en fin.. creo que... la camioneta...
– W.W.: Lo de la camioneta de Dieb o de Habib en Barranquilla es lo de menos
– Entonces?
– W.W.: Nosotros tuvimos a un mago entrenado por nosotros insistiendo en que renuncie al apoyo de todos esos sinvergüenzas y nada.
– El expresidente ¿Gaviria?
– W.W.: Sí señor. La revista Semana y César Gaviria trabajan para nosotros y Potter se ha hecho el pendejo, como dicen ustedes.
– Embajador, me asusta usted.
– W.W.: Y eso que no le he dicho lo que a Usted atañe.
– Qué será, señor Embajador?
– W.W.: Las dos brujas de Córdoba deben salir de su movimiento
– ¿Arias y Pineda?
– W.W.: Las mismas
– Pero embajador, sin ellas no habría habido proceso de paz
– W.W.: Y quién le ha dicho a Usted que ése fue un proceso de paz
– Pues así lo hemos defendido todos
– W.W.: Pues ahora la cosa va a cambiar. Estamos contra las pasadas de agache, como dicen ustedes
– Quiere decir ¿qué mi visa peligra?
– Sería una pena que no pudiera volver a visitar a sus dos hijos -hermosos parientes del presidente - y quienes han tenido problemas por que, en secreto, les gusta mucho el rejoneo, como al abuelo, pero ése deporte no se practica en mi país.
– Señor Embajador, respete nuestra soberanía, por lo menos en lo que respecta al rejoneo.
– Hay un cartel, hay un cartel. Mr. Joseph Contreras lo incluyó en su libro.
– ¿Un cartel de la droga?
– No, senador un cartel impreso a color de Ferias y Fiestas, como dicen acá y en ese cartel aparece el papá de Harry Potter, como rejoneador, en compañía de Fabio Ochoa, ¿me entiende?
– Sí, señor Embajador.
– Vaya por ahí a la cafetería Virrey, que es lo que yo soy, y hable con las brujas y no les permita que lloren: es una astucia de la escuela de mafia, perdón, de magia.
– ¿Entendido?
– Si señor embajador, entendido.
Segundo Artículo
Entrevista a Álvaro Leyva
"Colombia necesita un arca de Noe”
“El más agudo de los diplomáticos en la más extraña de las circunstancias” (Álvaro Gómez opinando sobre Álvaro Leyva al lograr que el M-19 lo liberara)
– Cree que atrae al 70% del partido conservador
La seguridad en las ideas que defiende se destaca en cada uno de sus gestos. Han pasado casi 20 años desde cuando se desempeñó a fondo para que el M-19 liberara a Álvaro Gómez; 15 años desde cuando confrontó al entonces presidente César Gaviria por ordenar el bombardeo a Casa Verde; 8 desde cuando propició el encuentro del expresidente Andrés Pastrana con Manuel Marulanda Vélez.
Más de veinte años vividos con intensidad, pensando un país que urge un acuerdo a fondo para derrotar el conflicto que lo desangra. Los últimos años los ha vivido en circunstancias difíciles, pero útiles para madurar las ideas que hoy le brindan la confianza para enfrentarse al presidente Uribe, al cual ve derrotable.
Su estrategia: un diseño de políticas que le den la vuelta a los problemas que viven los colombianos. Romper con los análisis tradicionales y las recetas de igual carácter.
De origen político conservador, no es candidato de ese partido, al cual considera acabado, ”…con actuaciones del siglo XIX”. Avalado por el Movimiento Nacional de Reconciliación, se apresta a liderar un movimiento de múltiples colores e ideas, que rompa el guerrerismo instalado en la Casa de Gobierno. Su fórmula: “Construir el arca de Noe para la reconciliación nacional”.
- Doctor Leyva, usted ha dicho que en Colombia sí hay conflicto, ¿cómo lo caracteriza?
– Es un conflicto producto de un Estado irresponsable, permisivo, que ha permitido que las autodefensas nazcan y se multipliquen, pero que además ha facilitado la concentración de la propiedad y todas las problemáticas y consecuencias que de ello se derivan.
Reconocer el conflicto interno tiene ventajas. Al proceder así, se acepta la participación del Estado, su connivencia y responsabilidad en las circunstancias de guerra que vivimos. Es decir, se actúa como Estado responsable, mostrando la disposición para conocer, afrontar y transformar las causas del conflicto, lo cual permitirá atacar la problemática que se vive sin ingerencia externa. El Estado responsable afronta sus problemas sin tener que extraditar a todos los miembros de su sociedad; y no los tiene que extraditar porque crea la seguridad jurídica para hacer justicia interna.
Si actuamos de esta manera, podremos superar la responsabilidad del individuo, que es uno de los problemas que sobrellevamos en nuestro país, donde se cree que extraditando a todos se va a terminar con el problema del narcotráfico. No, así estamos agudizando mucho más el problema, lo que hay que hacer es invertir la carga, que el Estado asuma su responsabilidad, la cual en el caso del narcotráfico también recae en un Estado irresponsable, como los Estados Unidos, que permite que el consumo de la coca y la heroína tome los niveles conocidos dentro de su población.
- ¿Cuáles son las características básicas de la sociedad que sobrelleva ese conflicto?
Una sociedad donde todos somos irresponsables. ¿Quién no ha recibido plata del narcotráfico? ¿Cómo se disparó la construcción en el país? ¿De dónde provino el dinero para el aumento del consumo?
Pero además una sociedad donde cada vez hay más concentración del poder, y por esa vía se cierra la democracia.
Transformar esas circunstancias históricas, nos demanda llegar a una nueva constituyente. Y no es otra constituyente, no, es colocarle dientes a la constitución, es hacer que efectivamente lo que dice se cumpla. Recuérdese el papel que estas jugaron a principios del siglo XX, cómo complementaron o desarrollaron la constitución de 1886.
¿Usted habla de seis mese para desactivar el conflicto?
Sí, seis meses para que cesen fuegos y se creen las condiciones para activar las conversaciones. Estas deben terminar con unos acuerdos básicos que son los que alimentarán la constituyente.
¿Las farc están de acuerdo?
Hablar con las farc no es problema. A Rafael Pardo le armaron un escándalo por una supuesta carta; pero para arreglar el conflicto es forzoso comunicarse con el adversario. Yo lo he hecho muchas veces sin que se produzcan tormentas.
Esto es lo que puedo decir por ahora. Usted entenderá, tampoco puedo abrir todas las cartas de una vez. En la medida que la campaña presidencial avance, precisaré nuevos aspectos de mi análisis y de mis propuestas.
Tercer artículo
Por: Fernando Vega
Uribe
¿“Caudillo” del siglo XXI?
¿Tiene Colombia un caudillo? Desde hace cuatro años, por todos los medios de comunicación confirman y repiten que sí. Lo mismo hacen las encuestas, que no reducen su popularidad del 65 o más por ciento. Según éstas, el caudillo es imbatible.
Con un discurso de orden y autoridad, prometiendo lo posible y lo imposible, el pequeño jefe llegó hace cuatro años a la casa de gobierno. Desde entonces no permite que se dude que es un magnífico comunicador. Es más, podríamos afirmar que gobierna para los medios de comunicación. Es decir, para que a punto de repeticiones, de aparecer hora a hora, no se dude que es quien ordena en Colombia.
Aceptando el juego impuesto por el mandamás, la televisión informa sin pausa, de su presencia en los más variados y distantes puntos del país. Como si estuviera en campaña electoral permanente, un día aparece vestido a la usanza campesina, otro día almuerza con los soldados y ordena a los generales qué hacer en las zonas de guerra (que sin embargo no deberían existir pues según él, “aquí no hay conflicto”), habla con diminutivos y lo más común, cada noche clausura algún congreso o evento de industriales, banqueros o comerciantes, sin evidenciar olvido de quienes son sus verdaderos soportes. Este personaje a creado la idea del caudillo.
Con rabo de paja
Desde 1991, sin vergüenza y siendo Senador, lideró la reforma a la salud, la misma que luego se tradujo en su privatización. Propició la creación de las cooperativas Convivir, las mismas que luego se evidenciaron como telón de los paramilitares para adelantar sus crímenes. Ya siendo Presidente, aceptó las demandas del Fondo Monetario Internacional, privatizando la banca pública, incrementando los costos de estudio en las instituciones educativas del Estado, incrementó los impuestos directos –al consumidor-, entre otros.
Pero además, amparado en un discurso patriotero, justifica el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, dejando sin soporte la soberanía nacional. La que ya estaba marchita con el avance del Plan Patriota y, en él, con las fumigaciones indiscriminadas en páramos y selvas.
Su mayor “logro”, sin duda, es el impulso y aprobación por parte del Congreso nacional de la Ley que conlleva la legalización de los paramilitares y el olvido de sus masacres, todo a cambio de su desarme y de sus servicios sociales en carreteras y como guarda bosques.
Pero no hay que olvidar uno de sus mayores incumplimientos de campaña: derrotar a la guerrilla y asegurar la paz en 18 meses. Ahora no sabe que hacer con el tema, a pesar del desastre en que se ahonda el país.
Como si fuera poco, el pasado 29 de enero violó la Ley de Garantías Electorales que, entre otras cosas precisa que sus Consejos de Comunitarios no pueden ser televisados.
Así, entre promesas incumplidas, servicios a los más ricos, impunidad y su gran actuación en el reality de la colombianidad, queda por saber qué piensan y opinan todos aquellos que sufren los efectos de su gobierno, tanto los que tienen menos ingresos y continúan desempleados, como quienes sufren con la “justicia y paz” el dolor de ver como “Don” a quienes están lejos de ese honor. Con toda seguridad, para todos ellos el “caudillo” se sostiene en pies de barro.
Contradicciones y razones
Entre promesas incumplidas, manejo de medios de comunicación y encuestas contradictorias, queda por verificarse si la mayoría nacional (¡el 25% que lo eligió!), se reafirma en aprobar su gestión. Por ahora los medios continúan diciendo que sí. Pero faltan meses para verificar el manejo mediático.
¿Cuál será la opinión de los millones que continúan desempleados aunque el Dane ya los clasifica como empleados?
¿Qué dirán los millones de subempleados, que cada día tienen que rebuscarse los cinco mil pesos para el diario?
¿Cómo será la opinión de los familiares de los soldados campesinos, reclutados a la fuerza, o los de aquellos que no han podido gozar un acuerdo humanitario?
¿Qué dirán los raspachines, desplazados y refugiados en las ciudades, muchos de ellos “levantados” en las detenciones masivas?
¿Cómo se expresarán los indígenas, perseguidos por su justa lucha por la tierra y por la soberanía alimentaria?
Claro, del otro lado, allí donde se sitúan los dueños del país, donde continúa el clientelismo y la lucha burocrática desaforada representada por «delfines» y numerosos «partidos» que dicen luchar por lo mismo (Cambio Radical, partido de la U, Convergencia Ciudadana, Alas, etcétera), el favor podrá continuar, eso sí, siempre y cuando no se asusten con el ascenso de matarifes al rango de líderes políticos. Las ganancias obtenidas no han sido pocas en este gobierno, entre ellas que sus hijos no sean obligados a prestar el servicio militar, a pesar de la norma que así lo ordena y de su felicidad porque el mandamás está liderando la guerra, como también pagar menos impuestos directos y reducir los salarios reales a sus trabajadores.
Al final, entre mediaciones y palabrerías populares que se le sienten falsas, entre contradicciones y luchas de quienes se resisten a vivir de falsas ilusiones y ser manejados como ovejas, podrá verse que el “caudillo” del siglo XXI tan sólo fue una ilusión insuflada por los medios de comunicación.
Juventud y conciencia
Como en los años sesentas del siglo anterior, bajo el espejo del ‘Che’Guevara, cuando los jóvenes eran los principales protagonistas de las luchas por la justicia y la libertad, de nuevo –a finales del siglo XX y principios del XXI- sus rostros, demandas y alegría invaden calles evidenciando su resistencia a la manipulación. En toda marcha se destaca su presencia, aunque en muchos casos las ideas no sean muy fuertes o claras.
Pero esa resistencia no es total ni mayoritaria. No es extraño encontrar jóvenes apoyando al “caudillo“, como también no pocos aspirando a enrolarse en la policía, el ejército o cualquier otra fuerza del estado, donde creen encontrarán un mejor futuro económico para ellos y sus familias.
Al actuar así, no se dan cuenta que el “jefe” ya tuvo una oportunidad de cuatro años, suficientes para hacer algo por ellos, por ejemplo, crear instituciones educativas públicas en municipios y barrios populares a las cuales acceder sin necesidad de pagar derechos educativos. Por el contrario, las medidas oficiales son cada vez más lesivas para sus intereses, haciendo cada vez más difícil el acceso a la educación.
Son muchos los estudiantes que se resisten, pero pocos los que reconocen el problema real.
Cuarto artículo
Por: Aquileo Parra P.
Presidenciales: de derecha a izquierda
“Ni a la izquierda, ni a la derecha, sino lo que más le convenga al país”, es la consigna del presidente Uribe. Sus prosélitos proclaman con Uribe el final de izquierdas y derechas. Pero los rumbos resultantes y los talantes de los políticos suelen ser juzgados, con razón, por referentes politico-ideológicos o también por las percepciones de la gente en las encuestas de opinión.
La opinión de los encuestados no es reflexión razonada, ni criterio firme. Es percepción segmentada de inconscientes colectivos, que califican talante político, doctrina y la química. De radical duración a veces y en otras, tan movedizo como las arenas del mar, según los apremios de la situación.
Los resultados de la encuesta de El Tiempo, publicada a mediados de diciembre último, es tan original como difícil de leer puesto que cada candidato tiene cuatro datos que suman 100% para cada uno: porcentajes de los que piensan que el candidato es de derecha, de los que piensan que es de izquierda o de centro, con un margen porcentual de los que “no saben o no responden”.
A primera vista es desconcertante, por ejemplo, que Noemí Sanín y Horacio Serpa anden casi parejos con un 40% de votos como candidatos de derecha. ¿Entonces qué? No queda más remedio que coger la calculadora y manipular las estadísticas para hacerlas hablar, como quien escruta votos. Manipular no significa falsear. Para muestra, mire con detenimiento, amigo lector, la columna 3 de la siguiente tabla, antes de seguir adelante. ¿Le parece aceptable el orden de grados de derechismo a grados de izquierdismo que la encuesta otorgaría al final de cuentas, a los diversos presidenciables?
La columna se divide en cinco tramos de a diez puntos como termómetro de graduación para la derecha y otros cinco para la izquierda: de 40 a 49 de ultraderecha; de 30 a 39 puntos extrema derecha; de 20 a 29 derecha; de 10 a 19 puntos centro-derecha, y de 1 a 9 puntos centro. Para la izquierda los mismos deciles con signo menos, desde la ultraizquierda hasta el centro. Mire con despacio, critique y revise por internet www.desdeabajo.info los detalles metodológicos. Usted también tiene derecho a opinar.
Grado político de los candidatos presidenciables
| | % derecha menos %izquierda(1) | % Más o menos del “Centro”(2) |Resultado Final(3) | no sabe,no responde(4) |
| ULTRADERECHA | | | | |
| Juan M. Santos | 38 | -3 | 41 | +6 |
| EXTREMA DERECHA | | | | |
| Noemí Sanín | 40 | +4 | 36 | +3 |
| César Gaviria | 31 | -3 | 34 | +1 |
| Álvaro Uribe | 33 | +2 | 31 | -2 |
| Germán Vargas | 33 | +2 | 31 | -4 |
| DERECHA | | | | |
| Horacio Serpa | 23 | -5 | 28 | +1 |
| Juan C. Restrepo | 32 | +5 | 27 | -3 |
| Rafael Pardo | 31 | +4 | 27 | +5 |
| Enrique Peñalosa | 33 | +7 | 26 | +1 |
| Rodrigo Rivera | 24 | +1 | 33 | +6 |
| Cecilia López | 18 | -2 | 20 | +8 |
| CENTRO DERECHA | | | | |
| Álvaro Leyva | 17 | -1 | 18 | -8 |
| CENTRO | | | | |
| Andrés González | 11 | +2 | 9 | -5 |
| Carlos Gaviria | -4 | +3 | -1 | -10 |
| Luis E. Garzón | -5 | +1 | -4 | -8 |
| CENTRO IZQUIERDA | | | | |
| DESIERTA | | | | |
| IZQUIERDA | | | | |
| DESIERTA | | | | |
| EXTREMA IZQUIERDA | | | | |
| Antonio Navarro | -32 | -5 | -37 | -1 |
| ULTRA IZQUIERDA | | | | |
| DESIERTA | | | | |
Nota: promedios: 1) “de centro”16%, 2) “no responde, no sabe”: 23%.
Las “manipulaciones estadísticas” operadas para leer aquella encuesta, son de orden elemental como los deciles, los saldos, los promedios y las desviaciones simples en torno a los promedios:
1) En la columna uno se toma la diferencia de restarle al porcentaje que una parte la “opinión encuestada” le otorga como político de derecha, el porcentaje que otra parte de la “opinión” encuestada lo califica como de izquierda. Se hace de cuenta que se está computando el resultado de una votación.
Así, el aparente empate derechista de Serpa y Noemí en la encuesta, se distancian al restarle los votos que los califican de izquierdistas. Simple: Noemí tiene muchos menos votos como izquierdista que Serpa. Así, en la columna uno, Noemí campeona con 40% de ventaja a la derecha y Serpa se rebaja hasta 23%.
2) En la columna dos, se interpretan los votos de “centro”. El promedio de los votos que califica a los candidatos como centristas, en la encuesta original es 16%. Ese sería el criterio estadístico “centro”. Al hacer la diferencia entre el dato original de cada candidato y ese promedio, obtengo la columna dos. Así, el hipercentrista resulta ser Peñaloza con más 7 puntos porcentuales y varios como Lucho Garzón, Alvaro Leyva y Rodrigo Rivera rondan en el más o menos 1%.
3) En la columna tres, se presume, que entre mayor sea la diferencia obtenida por cada candidato por encima del promedio centro 16%, su tendencia de izquierda o de derecha se merma. En cambio si esa diferencia con el mismo promedio es negativa, su tendencia de izquierda o de derecha se incrementa. Digamos que su tinte político se modera, o se enciende. Por esa presunción, la columna tres es el resultado de restarle los puntos positivos y de sumarle los negativos obtenidos en la columna dos, a la columna uno, y para cada candidato.
Así, por ejemplo, si a Peñaloza quien ostentaba grado 40 a la derecha en la columna uno, se le restan 7 puntos de hipercentrismo de la columna dos y el resultado en la columna tres, lo rebaja a grado 36 como hombre menos a la derecha que el mismo Serpa. En cambio, a Gaviria, Serpa, Navarro, Leyva y a Cecilia López se les incrementa su tendencia en la columna tres sobre la columna uno porque su centrismo marca una diferencia negativa. En la columna tres, el resultado final favorece a Juan Manuel Santos quien campeona como ultraderechista grado 41 y Antonio Navarro se afianza con grado 37 en la extrema izquierda.
4) La columna cuatro es útil para tantear la desigual incertidumbre de los encuestados frente a los candidatos. En la columna cuatro se registran los puntos por encima y por debajo del promedio de la encuesta original, que es 23%, de los que “no saben, o no responden”. Aquí se presume que los puntos de más o de menos sobre ese promedio representan el mayor o el menor margen de incertidumbre en el juicio de los encuestados.
El mayor margen de incertidumbre lo ostentan Cecilia López (8 puntos), Juan Manuel López y Rodrigo Rivera (6 puntos). Los que gozan de menor incertidumbre son Carlos Gaviria (-10), Lucho Garzón y Alvaro Leyva (-8). Frisan en torno al promedio Peñaloza, César Gaviria y Horacio Serpa.
Pareciera que unos por poco conocidos como Cecilia López y otros por sus posiciones zigzagueantes como Juan Manuel Santos y Rodrigo Rivera, son las causas que podrían explicar la alta incertidumbre. En cambio otros como Carlos Gaviria, Lucho Garzón y Alvaro Leyva despiertan pocas dudas por su definido perfil político. Quienes rondan en torno al promedio querría decir que gozan del margen normal de incertidumbre, que es bastante alto para quienes opinan en las encuestas, 23%, como es el caso de Peñaloza, César Gaviria y Horacio Serpa
Algunas rarezas
- La rareza mayor la tiene la original encuesta puesto que no muestra sus datos estratificados de los encuestados según estrato social y según partido político. Se presume que como casi todas las encuestas de opinión, se hizo al azar y en proporciones minúsculas de la opinión nacional y por lo tanto valen lo que valen. La presunta “conciencia focalizada” de los encuestados permanece en la oscuridad de la llamada opinión pública.
- ¿Antonio Navarro sí es 37 veces más izquierdista que Carlos Gaviria y 4 veces más que Lucho Garzón? Por ideas o programas ciertamente no, diría Héctor Arenas en el artículo citado en Desde Abajo, porque según su esquema, el Polo Democrático de Navarro frisa cercano al centro y la Alternativa Democrática de Carlos Gaviria estaría en el centro izquierda.
Quizá eso sea así en término de ideologías y programas, pero la en la percepción de los encuestados debe todavía flotar la memoria del guerrillero Navarro, la toma del Palacio de Justicia etc., como análogo a extrema izquierda, en donde el citado Héctor-León Moncayo sitúa a Alternativa Democrática, dejándole a los grupos armados la ultraizquierda, sin excluir por cierto ni al M19, ni al Partido Comunista.
- Otra curiosidad es que en la columna tres final, Juan Manuel Santos, ideólogo de la Tercera Vía y del uribismo, se gane en solitario la casilla de la ultra derecha. En el esquema citado de Moncayo, allí solo se alojan los paramilitares y los grupos adictos a las políticas gringas del FMI. Quizá su publicitado encono contra el presidente Chávez y su también publicitado liderato en la conspiración contra el presidente Samper, revelado en el best seller de las Confesiones de Carlos Castaño, sean los culpables de tal percepción.
- Curiosa la identidad de gemelos grado 31, al comienzo de la extrema derecha, de Álvaro Uribe y Vargas Lleras. Todos los demás uribistas en simbiótica aglomeración están más a la derecha que Uribe (¡César Gaviria comprendido, como precursor del TLC y cuya apertura nadie olvida). Ningún uribista a la izquierda de Uribe.
- Curioso que el grueso lote de los candidatos liberales se sitúe en un estrecho espectro de entre 20 y 31 grados a la derecha (tercer decil), es decir en la derecha simple monda y lironda. En cambio solo uno se sitúa en el Centro Derecha, entre 10 y 20 (segundo decil) Alvaro Leyva y tres en el Centro: Andrés González, en claro vecindario con Lucho Garzón y Carlos Gaviria. Todos tres con bajos grados de incertidumbre.
- Lo más curioso, en fin, es que entre el Centro de Lucho Garzón y Carlos Gaviria (primer decil a la izquierda) se encuentre un vacío tan grande (¡todo el segundo y tercer decil!) de políticos más a su izquierda y menos a la extrema que la que representaría Navarro. ¿Existen, pero no caben en el espectro de presidenciables escogido por los encuestadores?. ¿Adónde se situarían los parlamentarios Petro y Robledo, el gobernador Angelino Garzón, la excanciller María Emma Mejía o el vaporoso Antanas Mockus, sin desechar a de Antonio Caballero ex líder de Firmes, y si se quiere contando también con el Secretario de Gobierno Juan Manuel Ospina y sin omitir a otros próceres olvidados.
No pocos observadores internacionales han significado su extrañeza de que en el espectro político colombiano no exista una corriente de talante socialdemócrata de verdad. Quizá la debilidad intelectual de las clases ilustradas, quizá la precaria clase obrera, quizá la pleamar de población flotante en el rebusque y proclive al clientelismo y a los populismos, quizá el endémico enfrentamiento armado de las extremas que militariza y diezma el espacio político de la oposición de izquierda, quizá el ancestro del dogmatismo religioso proclive a las doctrinas radicales y por supuesto al culto excesivo de los fulanos y los menganos, explique ese limbo del Centro izquierda y de la Izquierda –aunque el limbo ya no existe sentenció el Papa.
¿Entonces dónde está mimetizada? ¿Quizá bajo otras toldas y otras banderas, sin líderes que la representen? O se mece entre la rubia y la morena. Porque si la seguridad ciudadana mejora; la situación económica boyante para comerciantes-importadores y de jolgorio para los banqueros, sigue abrumadora para la industria y la agricultura. ¡Manos al rebusque, señores encuestadores, porque en Colombia la situación suena a fierros; pero la sordina económica suena a amenazas de TLC! - APP.
Quinto artículo
Por: Òmar Roberto Rodríguez
¿Carlos Gaviria-Piedad o Carlos Gaviria-Álvaro Leyva, cuál será la fórmula? con la jefatura de campaña de Gustavo Petro
Sólo con la unidad "necesaria": Uribe es derrotable
A todo pulmón Piedad vivó a Carlos Gaviria y no a Horacio Serpa. En Caracas, en la salida del metro de Petare, el domingo 29 de enero los dos subieron sobre una misma tarima y al mismo tiempo. Un acto así, en territorio nacional, aún no ha sido posible verlo. Independiente del resultado en las elecciones para el Senado y la Cámara que están bajo el control parainstitucional, y para cumplir el objetivo de alcanzar una paz justa ¡Con todos y con todo a derrotar a uribe!, los dirigentes políticos y más legítimos del movimiento social: Carlos Gaviria, Piedad Córdoba, Álvaro Leyva, Angelino Garzón, Luis Eduardo Garzón, Gustavo Petro, Carlos Rodríguez (presidente de la CUT) y la autoridad indígena de la comunidad Nasa del Cauca; de cuerpo presente o con sus representantes, tienen una responsabilidad histórica e ineludible: acordar una fórmula de victoria. Si no la tejemos ahora, la reelección de Uribe traerá graves consecuencias.
“No podemos optar entre vencer o morir, es necesario Vencer”.
(Arenga del patriota José Félix Rivas a su tropa de número inferior que derrotó a Boves, el tirano español el 12 de febrero de 1814.)
Durante seis horas, con la presencia de cerca de cinco mil colombianos provenientes de 17 estados de la República Bolivariana de Venezuela, encabezados por el colectivo Colombianos en Venezuela y el exterior 2006: Una sola Bandera y el compañero Lucas Gil de la comunidad residente –que durante las diez últimos días de diciembre logró la inscripción de 28 mil colombianos– dicha concentración en Petare fue una tribuna impensable antes de ese tarde. Ningún columnista de los más tomados en cuenta lo predijo ni se lo propuso. Tampoco –a pesar de su experiencia y compromiso–, se lo propusieron ninguno de los partidos ni de los congresistas de izquierda que tras su reelección privilegian y dan prioridad al ‘cuido’ de su electorado cautivo ‘nacional’.
Con la imagen del candidato Carlos Gaviria del Frente Social y Político y de la Alternativa Democrática hacia arriba, con los peldaños recorridos de la repetida renuncia de Navarro, el debilitamiento de Serpa en el partido liberal por su acomodo con Samper y César Gaviria y, con el acercamiento de campaña de los congresistas que dio origen reciente al Polo Democrático Alternativo; urge entonces y queda abierto el debate que aclare la fórmula de gobierno y de un pronto ‘liderazgo de opinión’ con acogida de sectores sociales y revolucionarios que congregue la unidad nacional mayoritaria el próximo 28 de mayo. Apremian al Pueblo, a la Patria y la Nación, descorrer la cortina del compromiso indispensable –sin ingenuidad sobre supuestas ‘garantías’ o de elección ‘democrática’ cuando son los Estados Unidos que necesitados monitorean sus actores– que obligue al poder a medirse en una segunda vuelta.
Dilema y mala tradición: unidad ‘pragmática’ o unidad «necesaria».
No es la hora de insistir en más cálculos ‘doctrinarios’ tendientes a competir y consolidar cada grupo o partido con el supuesto de acumular hacia el 2010 con ambiciones de ministerios ahora y de gobierno luego. Una conjetura que no repara en las consecuencias dictatoriales de la reelección de Uribe con el traslado de ‘urbanización’ paramilitar.
Como dice arriba, si no hay victoria ahora, la reelección de Uribe traerá graves consecuencias. Entre otras –sin importar que lo lleven a la cárcel como a Fujimori y Pinochet–, el arrasamiento de toda la organización social y popular urbana que resiste y sobrevive en la ciudad, por encima de toda ley y durante el plazo de los próximos cuatro años, ante la nueva situación en el continente. Además de extender la guerra en los campos, junto con Bush y Blair, y la mirada ciega y socialdemócrata de Zapatero que se ofreció como su embajador en Europa, cortar de un tajo la acumulación democrática y popular es la meta de Uribe en los escenarios urbanos. Y es, la del contubernio y el plan parainstitucional. Un panorama al que no le hace mella la veintena o las tres docenas de congresistas de oposición de izquierda que resulten reelectos y electos. Aunque peor es nada, dicha escogencia popular, sin embargo, no constituye una imagen atractiva, poderosa y suficiente de liderazgo renovado con un poder de convocatoria nacional que trascienda el encuentro de los propios grupos o partidos en afán apenas de una unidad ‘pragmática’ paralela o contraria a la unidad «necesaria».
Uribe debe abrir YA la inscripción en los consulados
Pasadas las elecciones del 12 de Marzo, la candidatura del doctor Carlos Gaviria debe convencer que es la de unidad y trascender las fronteras. Libre para entonces de los apremios y aspiraciones ya resueltas de Representantes y Senadores, tendrá que ampliar su radio y su prefiguración de gobernabilidad nacional e internacional.
Con varios millones de compatriotas desplazados o en busca de la sobrevivencia social y económica tanto en la República Bolivariana de Venezuela como en el Ecuador y decenas de ciudades en Canadá y Europa, impelidos por los ejemplos de triunfo político en Venezuela, Bolivia y Uruguay el escenario externo decide en la próxima elección. La brega por su inscripción masiva en los consulados constituye deber para todo aquel que se consterne con la tragedia que vive Colombia. Esa comunidad en el extranjero espera como organizadores múltiples de la victoria a los hoy candidatos a Cámara y Senado, elegidos o no. Por su parte, en Miami y Madrid la campaña de Uribe va de casa en casa.
¡Con todos y con todo a debilitar y derrotar a Uribe¡
Colombianos en Venezuela y el exterior 2006:
Una sola Bandera
“…ponemos el hambre para que coman los otros. Es la misma historia desde hace cuarenta años”
(El coronel no tiene quien le escriba.
De Gabriel García Márquez)
(Apartes…)
Compatriotas: Con el marco de inmoralidad parainstitucional y el borrón de la soberanía nacional y económica, Colombia se aproxima a su más convulso pleito electoral. (Nos acercamos a una querella electoral, política y social cruzada por la tragedia de los humildes que crece sin compasión, para una migración forzada de 3’187.000 personas, para 29 millones de compatriotas en la línea inferior de pobreza, nueve millones de ellos en indigencia; y para los deudos de 324 indígenas y 356 sindicalistas asesinados bajo la administración Uribe)
(…)
“…los colombianos con dignidad en Venezuela y en el exterior, junto con el liberalismo raso que adquiere nuevas expresiones, el conservatismo sensible, el nacionalismo militar disperso, el Polo Democrático Alternativo con el Frente Social y Político y las demás vertientes y militancias de grupo o inorgánicas con memoria y rabia antioligárquica, y una parte del conglomerado abstencionista y de la franja de opinión con criterio, estamos ante la meta de conquistar el segundo lugar en la primera vuelta…” (Carta abierta al Doctor Gaviria. De “Colombianos en Venezuela 2006: una sola bandera”).
Como expresamos en nuestro documento inicial, con las actualizaciones del hoy:
• …La tendencia que consolida Uribe se apoya con la legalización y repliegue hacia las áreas urbanas de la estructura paramilitar (…) que tiene bajo sus espaldas el asesinato de 6.700 opositores sociales durante los últimos 10 años y de 287.000 desplazados el año pasado. (…) los meses inmediatos son determinantes para organizar una alternativa por la conquista del gobierno y de sus fragmentos de poder para la mayoría popular, en cuya vía la reciente configuración del Polo Democrático Alternativo es apenas un peldaño...
• Hace falta:
– Un pacto múltiple de todos los sectores políticos antioligárquicos para edificar un nuevo liderazgo legítimo –de integración y unidad nacional– que resuelva la fórmula de Presidente y Vicepresidente –sin cálculos para el 2010 que le conceden 4 años más a Uribe– con base en la confluencia de los activismos del doctor Carlos Gaviria (y su refrendo por el Polo), Piedad Córdoba, Álvaro Leyva y Angelino Garzón.
– La recuperación del valor de la vida junto con el rescate de una convicción de poder y de gobierno para los de abajo… sin importar fronteras, ni ciudad, ni campo.
– Una decisión para crear un ‘estado mayor del pueblo’, como el que despertó a Bolivia.
• De configurarse esa opción unitaria y programática ¡de restauración moral y democrática de la Nación! en contra del intento de reelección su triunfo institucional como poder ejecutivo obtendría el anhelado cese bilateral de fuegos y como gabinete ministerial en lucha por la justicia social ¡trascendería el ‘recurso’ trillado de la mesa de diálogo! Recurso desprestigiado por Pastrana en el Caguán y echado a perder por el interés geoestratégico estadounidense, agotado por Uribe en forma definitiva con la comedia-identificación de San José de Ralito. ¡A LA CARGA!
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