El experto en temas agrarios y TLC de Unión Nacional (Lourdes), Gonzalo Prialé, se confrontó la semana pasada en La Ventana Indiscreta con el ingeniero Walter Aguirre experto agrario de UPP (Ollanta), confrontación que terminó con un largo triunfo por puntos para este último, más que por su brillantez, por su orden con la agenda fijada para el debate y porque Prialé se picó y se fue por temas que no tenían nada que ver con lo que debía discutirse y como “el que se pica pierde” ... perdió.
Resulta que para reivindicarse de este percance, Prialé dedicó la columna en la que se despacha a su gusto en Correo (28/03/2006), a contestar o aclarar lo que no pudo hacer en el debate. Un poco tarde pero en fin ...
Prialé dice en su columna:
... Para firmar el TLC con EEUU es imprescindible calcular y presupuestar las compensaciones para los productos agrícolas sensibles, trigo, maíz amarillo duro y algodón. Esto debiera ser cuidadosamente explicado por las autoridades al público y a los congresistas...
... Por último, se dice que el TLC con EEUU afectará al 97% de los agricultores, aquellos que hoy no se dedican a cultivos de agro-exportación. Esto es inexacto, porque las áreas sembradas con trigo, maíz amarillo duro y algodón (505,000 hectáreas en el 2004/2005) constituyen sólo 26.6% del área cultivada en el país...
Bueno pues, ese cálculo lo anunció un día antes (27/03/2006) el actual ministro de agricultura Manuel Manrique en El Peruano, diciendo:
... “Entre el 12 y 13 de abril deberíamos enviar al Congreso las propuestas agrarias que permitirán fortalecer a los agricultores, y así puedan afrontar esta apertura de mercado que se producirá con el TLC”, manifestó. El programa de compensaciones demandará una inversión de 1,000 millones de nuevos soles en cinco años, y se prevé un gasto anual de aproximadamente 112 millones al año para los productores de algodón, maíz y trigo...
Pues bien, si combinamos las cifras de estos dos expertos (Prialé y Manrique), resulta que la compensación prevista sería del orden de S/.222.00 por hectárea-año. No voy a opinar si esto es bueno, malo, regular o ridículo, o si, en todo caso, se cumplirá (los antecedentes indican que no será así), pero como entiendo que el gobierno de Toledo-PPK y el pretendido gobierno de Flores Nano, tienen las mismas bases neo-liberales, pregunto: ¿cómo es posible que se hable de “subsidios” o “compensaciones” o como quieran llamarlo?; y aceptando las bases neo-liberales norteamericanas que permiten el subsidio a los agricultores del maíz, del trigo, del algodón entre otros, ¿han verificado cuánto es el subsidio por hectárea-año en EEUU?, pues por lo menos ese debería ser el subsidio o compensación para los agricultores peruanos que se perjudicarían de abrirse las barreras arancelarias de esos y otros productos; como seres humanos deberían tener el mismo trato, ¿o no?.
Por otro lado, Lourdes Flores, a la vez que anunciaba la posibilidad de generar 650,000 empleos anuales, dijo que aspiraba a que las 67,000 hectáreas de agro-exportación se duplicasen al final de su eventual gobierno.
¿Sabe la Flores que las actuales hectáreas de agro-exportación ocupan –según los estándares manejados por el ministro Ferrero en su presentación del TLC al Congreso al año pasado- unos 19 a 25 millones de jornales; y que si se llevase al doble en cinco años por simple aritmética, se generarán tan sólo 38 a 50 millones de jornales?
¿Sabe Lourdes que si se llevase a capacidad plena las extensiones de maíz amarillo duro, trigo y algodón para satisfacer la demanda interna, lo que podría hacerse en unos dos a tres años, se lograrían asegurar 84 millones de jornales?
¿Sabe Flores, quién o quiénes son los principales importadores de esos tres productos en el Perú?; sin duda sabrá que su colaborador el señor Prialé es importador de algodón y que su primer vicepresidente es muy allegado al mayor grupo importador de los tres productos, entre otros más.
Cualquiera que sea el gobierno que asuma la conducción del país este año, yo no me preocuparía mucho –por lo menos en lo referente a la agricultura- si el TLC se firma, pues si impulsamos decididamente estos productos con tecnología y asistencia técnica adecuadas (en vez de compensaciones sin sentido), aplicando nuevas modalidades de nutrición integral y riego tecnificado donde se justifique, se logrará llevar la productividad del maíz amarillo duro, el trigo y el algodón a niveles que ni EEUU ni Argentina pueden alcanzar y por tanto no podrán competir con los menores costos de producir estos productos en el Perú y posteriormente, hasta los podremos exportar. Ojalá que si llega al gobierno la señorita Flores, no surja una “mano negra” para impedir un emprendimiento como éste.
Dejemos a los expertos del TLC que reporten cuánto va a mejorar la balanza comercial del Perú en cinco años por efecto de la mayor exportación de los productos estrellas que sin recato se debe aplaudir y no duplicar, sino por lo menos triplicar en cinco años; aquí sólo mencionaremos que por efecto del auto-abastecimiento por producción nacional de maíz amarillo duro, trigo y algodón (sólo Piura y Lambayeque), la balanza comercial mejoraría en 5 años en unos $600 millones asegurando trabajo para los agricultores peruanos. Si consideramos además el etanol, el incremento se iría a una cifra entre $1,400 millones y $2,200 millones o más dependiendo del precio internacional; y el PBI se incrementaría entre $2,000 a $3,000 millones o más, con una capitalización de activos que puede llegar al doble, dependiendo de cuan intensa sea la inversión en el bio-carburante de la caña de azúcar. Ello sin considerar el impacto del arroz, ni el de los lácteos. Habrá quienes digan que esto es un sueño; yo sólo les contestaría que son “diminutos mentales”, porque estas proporciones son normales y no asustan a nadie en realidades tan cercanas como Colombia, Brasil, Argentina, Chile y hasta en Bolivia.
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