Chávez se declaró, formalmente, en ruta a la reelección presidencial cuando aún faltaban 10 meses para la fecha de los comicios (diciembre de 2006) La más recalcitrante dirigencia opositora, ligada a la Casa Blanca y los canales privados de televisión de Caracas, sabe que seis años más del líder bolivariano en el poder, es su desaparición de la escena política, de la que apenas logran rasguñar algunos jirones, gracias a la catapulta mediática.
Esta casta política que lucha a cuchillo y sin argumentos para no ser arrastrados por la vorágine de la historia trata de maximizar los errores del gobierno revolucionario, pero sin efecto más allá de sus cautivos e hipnotizados (y cada vez menos) televidentes. Chávez fustiga a la corrupción, pide ser implacable con ese cáncer (mucho más con los funcionarios de su gobierno), crítica y se critica, y así va quitándoles las pocas banderas que aún levantan sus opositores de vieja guardia derechista.
La oposición sigue sin presentar una propuesta al país. Su discurso es el que logran desprender del discurso de Chávez. Es decir, los lunes, cuando la prensa hace ronda por las sedes de los partidos políticos, éstos sólo hablan de lo que dijo Chávez en su programa dominical. Cuando no hay “Aló Presidente”, la cosa es aburridísima, los periodistas reseñan de los partidos lo que se conoce como un “caliche”, es decir información de relleno.
Pese a todos sus intentos, incluso cuando abiertamente algunos medios ocultan información sobre los avances del gobierno revolucionario, no logran frenar el avance. No se trata de Chávez, eso no lo terminan de entender y siguen soñando que con sacarlo de la presidencia se acabará la revolución… triste ilusión para los opositores.
Hace un par de días “pasaron por debajo de la mesa” una encuesta que, como otras, siguen dando una ventaja abismal a Chávez sobre sus adversarios. Se trata de un estudio del Instituto Venezolano de Análisis de Datos, cuyo responsable es el estadístico Félix Seijas. Según el informe, el presidente Hugo Chávez mantiene una popularidad superior al 60% y una intención de votos de al menos 63 puntos.
Nadie, ni los medios más farsantes e intencionados podrían relacionar a la encuestadora con el chavismo. Seijas, responsable del grupo encuestador, es Profesor de la Universidad Simón Bolívar desde hace más de 20 años, fue director de la Oficina Central de Estadísticas del gobierno de Jaime Lusinchi (Acción Democrática), y encuestador casi oficial del partido Acción Democrática (AD) desde hace más de quince años.
Dicen los resultados, publicados tan sólo por el semanario Quinto Día: (acá una muestra)
Intención de votos 2006:
Hugo Chávez: 62%
resto de los señalados: 37.2%
Intención de votos (por lista y polarizados):
Hugo Chávez: 63%
Resto de la lista: 36.2%
Intención de voto de Chávez vs. Candidato único de consenso opositor:
Hugo Chávez: 65.6%
Candidato único de oposición: 34%
Intención de voto espontáneo:
Hugo Chávez: 56.9%
Manuel Rosales: 4.1%
Teodoro Petkoff: 3.3%
Otros: 2.2%
No sabe, no responde 29.6%
Intención voto por lista (a Mayo 7- 2006 ):
Hugo Chávez: 60.8%
Manuel Rosales: 9.2%
Teodoro Petkoff: 5.1%
Julio Borges: 10.3%
Resto de lista: 7.4%
N/S – N/R: 14.7%
Intención de voto (relación a mayo 7):
Hugo Chávez: 62.4%
Candidato único de oposición: 22.4%
N/S – N/R: 15%
Disposición de votar:
Definitivamente votaría 60.3%;
Posiblemente votaría 23.3%;
Puede que no vote 9.9%;
Definitivamente no votaría 4.7%;
N/S –N/R: 1.8%.
Las cosas en el país a siete años del mandato de Chávez:
Han mejorado: 62%.
Han permanecido igual: 15.5%.
Han desmejorado: 20.6%.
N/S – N/R: 1.9%.
Las cosas de Ud. y su familia:
Han mejorado: 46.9%.
Han permanecido igual: 36.1%.
Han desmejorado: 16.8%.
Evidentemente y a medida que se acerquen las elecciones (ya lo sabemos todos) la prensa privada, comenzará a fabricar encuestas en su irredenta voluntad de sacar a Chávez de Miraflores a como de lugar. Ya el actual presidente venezolano enfrentó (en su primera campaña electoral) este tipo de manipulación de cifras para tratar de desmoralizar a sus seguidores.
Siente años más tarde de su primera elección y con un pueblo más formado, más conciente y mucho más involucrado con los destino de su país, difícilmente lograrán algún efecto esas mentiras, aunque aún sigan teniendo su público cautivo… ya veremos.
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