Vamos a empezar con un resumen. Los oposicionistas a Chávez inscribieron cerca de 15 pre candidatos para las elecciones presidenciales que serán en diciembre próximo. En este desestructurado grupo se observan: ex guerrilleros apoltronados por la derecha, ex social demócratas, neo copeyanos (social cristianos), empresarios, artistas de televisión, fascistas recién nacidos, ex gobernadores, ex dirigentes sindicales corrompidos y pasados a retiro, antiguos aduladores del chavismo... en fin, hombres y mujeres sin partidos, sin proyecto y más aún, sin gente.
Todos los pre candidatos, abrazan sus almohadas de plumas de ganso por las noches, y suspiran de sólo imaginarse en la silla presidencial del Palacio de Miraflores, sacando allí a esas hordas chavistas castro-comunistas que acabaron con nuestro país de reinas de belleza y ciudadanos idiotizados por los medios de comunicación. Vana ilusión ésta.
Su discurso, obligado por los editores de los medios privados de comunicación, se apalanca en la “unidad”, pero ninguno está dispuesto a deponer su actitud. Ninguno (a pesar de que andan prácticamente solos) quiere parecer el blandengue de la partida. Así que la opción salomónica que encontraron fue: realizar unas elecciones primarias y escoger un candidato único. Hasta allí todo bien.
Encargaron a “Sumate” un partido político de oposición financiado por la NED (Nacional Endowment for Democracy de la Casa Blanca) organizar el procesos de primarias. Sumate dijo que si organizaría las primarias, luego que no podría por falta de tiempo. Así que reventó un quilombo que vuelve a demostrar que la tan cacareada “unidad” es una fantasía, que sólo vive en la mente retorcida de los dueños de las empresas televisoras.
Hablemos del riesgo
Hay, en el oposicionismo, candidatos de Primera y de Segunda. Los de Primera son tres: Teodoro Petkoff, Julio Borges y Manuel Rosales, apoyados fuertemente por los medios y que se reúnen con resto de los 12 candidatos como una especie de dádiva para arrancar aplausos y suspiros a sus seguidores, pero con los que evitan aparecer en público.
La mayoría de los precandidatos sigue empeñado en hacer unas elecciones primarias para escoger al candidato unitario de la variopinta oposición, con el que anhelan derrotar a Chávez. Digo la mayoría porque Teodoro Petkoff, este viernes 07 de julio “echó el tiro” (para decirlo en perfecto castellano castizo).
En síntesis dijo que él no va a concurrir a esas elecciones ni amarrado por los testículos (las negrillas son nuestras y la frase una interpretación). Publicó en su página web unas líneas tituladas: Mi posición ante el país en las que, luego adornar la cosa diciendo que no acepta las condiciones de Sumate, (unos simples tecnócratas) porque le suenan a imposición, deja colar la verdad de su retiro.
Comienza el sexto párrafo del texto diciendo: “Mis reservas frente a estas primarias obedecen a razones conceptuales muy de fondo. Súmate ha llegado en su ultimátum a prohibir a los candidatos que utilicemos cualquier otro mecanismo de búsqueda de una candidatura unitaria que no sea el de las primarias” ¡Bravo Teodoro! ¡Mucho Teodoro! Por fin alguien le pone un parao al los “yupies” subvencionados por la NED.
Pero el meollo central es, según Teo, que “La organización de primarias en el presente contexto político venezolano también debe ser evaluada con mucho cuidado. Porque no son tan obvias sus ventajas. Al contrario, podrían producir daños políticos irreparables para la lucha democrática. No se puede descartar el riesgo de una concurrencia mínima… y mucho bla, bla, bla acusando al gobierno de cualquier cosa, quizá de la congelación de Walt Disney.
La verdad
Teodoro es un político curtido. Se trata de un ex guerrillero que logró flotar como un corcho en la marea de los gobiernos de derecha, viviendo de la fama de haber sido guerrillero, para terminar siendo uno de los ministros más neoliberales de nuestra historia, el líder privatizador de las empresas del Estado a través de la llamada Agenda Venezuela y que en medio de la peor crisis económica dijo su frase para catapultarse a los anales de la historia: “estamos mal pero vamos bien”.
El sabe que el grave riesgo es exponerse ante el mundo. Que todo el mundo vea que detrás de cada uno de esos 15 precandidatos hay 5 ó 7 gatos, nada más. Se les caería la ilusión de que pueden derrotar a Chávez en diciembre y dejaría al descubierto el parapeto que montan las televisoras locales. Con muchísimo optimismo, entre todos los precandidatos, llegarían a 3 millones de votos, frente a un Chávez que lleva rumbo fijo a obtener 10 millones.
Teodoro podrá ser un cascarrabias, casi un guapetón de pantalla, pero idiota -del todo- no parece. Advirtió a otros del peligro de contarse abiertamente. Es partidario del candidato único, escogido sobra la base de las encuestas, a lo mejor una que preparen los medios y que hable de una cantidad de votos que asuste al chavismo ¿Pero unas primarias? ¿Unas primarias? ¡Que va!
“…mientras todo esto ocurre”, Finaliza Teodoro, corremos el riesgo de empantanarnos en unas primaras que lucen muy riesgosas, y de las cuales me desligo desde este momento.
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