El pasado 26 de junio, se estrenó en Buenos Aires el documental “La crisis causó dos nuevas muertes” que refleja la manipulación mediática de la represión del 26 de junio de 2002, cuando los jóvenes Maximiliano Kosteki y Darío Santillán fueron asesinados por la policía y 33 manifestantes resultaron heridos de balas de plomo, en la jornada que desde entonces se recordó como “la masacre de Avellaneda”.
“El proyecto surgió a partir de las fotos y de ver cómo era el tema de la desinformación los días 26 y 27 (de junio)”, comentó Patricio Escobar, periodista y realizador junto al cineasta Damián Finvard del film “La crisis causó dos nuevas muertes”, nombre que alude al título que publicó el diario argentino Clarín al día siguiente del asesinato de Kosteki y Santillán en la estación de trenes de Avellaneda, provincia de Buenos Aires.
El documental contrapone las declaraciones de los grandes medios masivos de comunicación a los relatos de los fotógrafos y periodistas independientes y de los medios alternativos que estuvieron presentes en la violenta represión sufrida por los movimientos piqueteros en el Puente Pueyrredón de Avellaneda, durante el gobierno nacional de Eduardo Duhalde y el provincial de Felipe Solá.
Lo sucedido aquel trágico día de la masacre de Avellaneda quedó registrado en una secuencia fotográfica que muestra la entrada de un comando policial a la estación de trenes, donde se hallaba Darío con vida junto al cuerpo herido de Maxi. En otras fotografías tomadas a continuación, se ve a Darío saliendo de la estación y a los uniformados armados que persiguen a él y a un compañero no identificado. Las últimas imágenes muestran el cuerpo de Darío luego de ser baleado por la espalda.
Pero el 27 de junio la prensa comercial no publicó la secuencia fotográfica tal como fue obtenida y tampoco denunció la culpabilidad de la policía en los crímenes cometidos. Por el contrario, los medios masivos dieron a conocer versiones oficiales que sostenían que los piqueteros “se mataron entre ellos” y publicaron fotografías confusas de lo sucedido. Pero pese a esto, la imagen publicada por Clarín en tapa, las fotografías y videos de otros periodistas y la presión popular hicieron que la información veraz comenzara a circular y los medios comerciales no tuvieron más remedio que dar a conocer los hechos tal como habían ocurrido.
El documentalista Patricio Escobar recuerda la entrevista que realizó a Pepe Mateos, fotógrafo de Clarín, y explica que “en el caso de Pepe, él saca las fotos, llega al diario y deja su cámara porque estaba shockeado y se va a la casa, es algo lógico de cómo es el funcionamiento de las redacciones y también de la televisión o de las radios, cada uno va a hacer su nota y listo, nada más”.
En este sentido, el film plantea el problema de la ética periodística y la supuesta objetividad de los medios, que según Escobar “(en el 2002) lo que hicieron fue sostener todas las instituciones porque ellos mismos son una institución, entonces si caían las instituciones se caían ellos”.
Finalmente la verdad se coló por las fisuras del sistema y el trabajo de la prensa sirvió como testimonio audiovisual en el juicio que se realizó a los autores materiales de la masacre de Avellaneda y que condenó a prisión perpetua al ex comisario Alfredo Fanchiotti y al ex cabo Alejandro Acosta, y a penas menores a los demás policías. A cuatro años de la muerte de Darío y Maxi sus familiares y compañeros continúan reclamando “juicio y castigo a los responsables políticos”.
# NuestraAmerica.info (Argentina)
Manténgase en contacto
Síganos en las redes sociales
Subscribe to weekly newsletter